La ONCE reorganiza su patrimonio inmobiliario por culpa de la caída de ingresos en la venta del cupón

La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) se ‘transforma’ para salir de la crisis en la que está inmersa. La fuerte caída que se está produciendo en la venta del cupón ha obligado al presidente de la institución, Miguel Carballeda, a reorganizar y deshacerse de parte del patrimonio inmobiliario de la ONCE con el objeto de generar ingresos extraordinarios que compensen esta merma recaudatoria.

El edificio que acoge la imprenta de la organización, ubicado en el barrio de Vallecas, Camino de Hormigueras 172, y el majestuoso complejo educativo, deportivo y cultural Antonio Vicente Mosquete, en Paseo de la Habana 208, son los principales activos objeto de dicha reconversión.

Según fuentes próximas a esta institución, la dirección de la ONCE ya ha recibido millonarias ofertas para hacerse con estos inmuebles, ofertas realizadas, entre otras, por inmobiliarias y por una conocida firma de centros comerciales. Especialmente atractivos son los terrenos de Paseo de la Habana, una zona privilegiada de Madrid donde apenas queda espacio para construir viviendas y donde el metro cuadrado se paga por encima de los 6.000 euros (más de un millón de pesetas).

El 9 de diciembre del año pasado, la Organización Nacional de Ciegos firmó un convenio con el Ayuntamiento de Alcobendas para instalarse en el futuro Parque Empresarial del Valdelacasa. Ahí se llevarán la imprenta del cupón, ahora en Vallecas, y el Centro de Investigación, Desarrollo y Aplicación Tiflotécnica (CIDAT). Se tiene previsto que las obras comiencen en 2007. Respecto al Centro de Recursos Educativos Vicente Mosquete, la ONCE también ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para trasladarlo al barrio de Moratalaz en un plazo que se estima pueda ser dos años.

Los portavoces oficiales de la Organización Nacional de Ciegos, sin embargo, niegan que se vaya a vender nada y hablan sólo de reorganización del patrimonio inmobiliario. En el centro Antonio Vicente Mosquete, “lo que estamos haciendo es una reconversión de los servicios educativos de la ONCE. Porque nuestras necesidades son muy distintas a las de hace años. En 1992, teníamos a 709 chavales en educación integrada [colegios ordinarios] y 380 en educación específica [centros de la ONCE]. Ahora estas cifras son de 2.400 y 130, respectivamente. El Vicente Mosquete se nos queda grande. Por eso nos trasladamos a Moratalaz, donde hemos invertido 25 millones de euros. Aun así, no vamos a vender Paseo de la Habana. Allí llevaremos la Dirección y el Consejo General de la ONCE”.

Dentro de esta reestructuración y con el objeto optimizar recursos, la organización ha firmado un contrato por cinco años con el Grupo Paradís para la explotación del Palacete del Antonio Vicente Mosquete, una de las joyas de la ONCE, edificio protegido que data del siglo pasado. Además de este palacete, Paradís también gestiona el Palau Sant Jordi, el Estadio Olímpico de Barcelona, el Palacio de Vistalegre y la Casa América, entre otros, así como la franquicia Tapasbar. Actualmente, los edificios de la ONCE suman más de 500.000 metros cuadrados.

Conseguir ingresos extraordinarios se ha convertido en una obligación, ya que la venta del cupón ha caído un 16%. La crisis del sorteo nacional de ciegos está golpeando de lleno a la cúpula directiva de la ONCE, donde ya se han producido varios relevos. Entre ellos, el de Fernando Mendía, quien fuera director de Comunicación e Imagen hasta hace unos días y que ahora ha pasado a ser jefe de departamento en el área de Marketing de la Dirección General. Su anterior puesto ha sido ocupado por Antonio Mayor Villar, una persona próxima a Mario Loreto, vicepresidente de la ONCE.