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23:58 Jueves, 30 de junio de 2005

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Negocio redondo: KIO cobra hoy 260 millones por la venta del 6,2% de Ebro y, además, se queda con otro 1,6%

Los kuwaitíes no se desprenden de toda su participación actual en Ebro por culpa de un grueso error cometido a la hora de redactar el contrato de opción de compra, de fecha 30 de diciembre de 1997, que no tuvo en cuenta las posibles ampliaciones de capital gratuitas.

Aníbal González

Jueves, 30 de junio de 2005

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La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) hará hoy frente a la ejecución de la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que el 6 de junio le condenó a comprar los 9,6 millones de acciones (entonces el 7,8% del capital) que en diciembre de 1997 el grupo KIO poseía en Ebro Puleva, por lo que deberá desembolsar 260 millones de euros, correspondientes a 144 millones por la ejecución del contrato firmado entre Alycesa y KIO en dicho año, más 120 millones en concepto de intereses.

Un negocio redondo para los kuwaitíes, que no se desprenden de toda su participación actual en la alimentaria por culpa de un grueso error cometido a la hora de redactar el contrato de opción de compra, de fecha 30 de diciembre de 1997, por parte de los abogados de Alycesa, en una operación amparada por la entonces ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, que trataba de evitar que KIO vendiera entonces su participación a Générale Sucrière.

Ocurre, en efecto, que la sentencia comentada ha recaído sobre 9,627 millones de acciones que eran las que el Grupo Torras (KIO) tenía de Ebro Puleva a diciembre de 1997, pero que hoy sólo representan el 6,2% del capital de la sociedad, después de que los gestores de la compañía llevaran a cabo dos ampliaciones de capital gratuitas que son las que ahora permiten a KIO quedarse con 2,402 millones de acciones adicionales, equivalentes al 1,6% del capital, y que no se incluyeron dentro del contrato de opción. Un error de bulto.

Las noticias, pues, que días atrás hablaban de que SEPI compraba el 7,8% de Ebro Puleva no son ciertas. El Estado compra en realidad el 6,2% de Ebro Puleva, pagando por ello la friolera de casi 45.000 millones de las antiguas pesetas, mientras KIO mantiene en su poder el 1,6% del capital que le ha salido gratis y que hoy vale en Bolsa más de 36 millones de euros.

De acuerdo con fuentes próximas al grupo kuwaití, los gestores de SEPI, al alimón con la propia dirección de Ebro Puleva, han estado presionando a los KIO para que aceptaran meter en el contrato y al mismo precio estas acciones liberadas que no son objeto de la sentencia, a lo que KIO se ha negado.

De acuerdo con las fuentes, el temor a que SEPI pudiera vender de forma más o menos inmediata esa participación que se ha visto obligada a comprar, y que KIO haga otro tanto con sus restos, provocó ayer cierto nerviosismo en algunos de los accionistas de la sociedad, llegándose a insinuar que alguna Caja de Ahorros podría anunciar hoy su salida del accionariado de Ebro Puleva, lo que así ha sido. Hoy, El Confidencial ha podido saber que Carisa, sociedad propiedad de las cajas andaluzas, vende su 3% de Ebro Puleva por 66 millones de euros.

El contrato objeto de la polémica, firmado en diciembre de 1997 entre Alycesa y KIO, fue impulsado por la entonces ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, para tratar de evitar que el grupo KIO vendiese su por entonces estratégica posición en Ebro-Agrícolas al grupo francés Générale Sucrière y pusiese en peligro el control del sector azucarero español.

Llegada la fecha de ejecución del contrato en octubre de 2000, KIO exigió a la SEPI, que por entonces ya había absorbido Alycesa, que hiciese frente a sus compromisos. Lejos de hacerlo, el entonces presidente optó por llevar el contrato a los tribunales, alegando que en el momento de su firma las acciones de Ebro habían sido artificialmente infladas en Bolsa y el documento no reflejaba el valor real de la compañía.

Ante tal negativa, KIO decidió llevar a la SEPI a los tribunales en noviembre de 2001. Desde entonces SEPI-Alycesa han recibido dos sentencias contrarias a sus tesis. La primera del Juzgado de Primera Instancia número 21 de Madrid, que avaló no sólo la tesis de KIO, sino que decidió que la SEPI además de hacer frente al precio pactado por las acciones pagara los intereses de demora.

La SEPI volvió a recurrir y el pasado 6 de junio se encontró con una nueva sentencia en contra de la Audiencia Provincial de Madrid, que confirma plenamente la anterior, y que la SEPI decidió el mismo día no recurrir.

OPINIONES DE LOS LECTORES (1)

Otra chapuza pepera...¡¡¡

JORGE
11:44 h

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