Telefónica eleva objetivos de negocio hasta 2030, pero recorta el dividendo a la mitad en 2026

Telefónica ha presentado este martes su nueva hoja ruta a seguir bajo la batuta de Marc Murtra hasta 2030. El directivo, nombrado presidente en enero, ha reiterado en múltiples ocasiones que su intención es que la compañía de telecomunicaciones lidere la consolidación del sector en Europa, un proceso sobre el que no ha dado pistas concretas en la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sí que ha confirmado una reducción del dividendo desde 2026 y unos objetivos de ingresos más elevados que los actuales.

Las líneas maestras sobre las que se asentará el futuro de la centenaria teleco no parecen haber convencido al mercado, atendiendo a la caída del 13,12% en bolsa que han sufrido sus acciones. Diversos analistas coinciden en dos ideas que explican este retroceso: el plan estratégico no ha sido al final tan ambicioso como se creía y los resultados del tercer trimestre —que también ha comunicado este martes— han sido peores de lo esperado.

La retribución al accionista en este 2025 se mantendrá en los 0,30 euros por título, pagaderos en dos tramos (diciembre de 2025 y junio de 2026). Será el año que viene cuando se reduzca en un 50%, realizando un solo pago en efectivo de 0,15 euros en junio de 2027. En los ejercicios siguientes, el objetivo de remuneración se basará en un rango del 40%-60% del flujo de caja libre base para dividendo.

Sobre el proceso de consolidación en el que Murtra ha insistido en cada una de sus apariciones públicas, se limita a señalar que no incluye detalles concretos, pero sí asegura que "estará preparada para las posibles oportunidades que se presenten en el horizonte del plan". Durante el Capital Markets Day celebrado al mediodía, el presidente ha explicado que el planteamiento compartido no incluye la consolidación, porque es una parte adicional. "Va a ocurrir, pero el plazo es incierto", ha señalado al exponer el plan en el que han trabajado 182 profesionales de Telefónica y 154 expertos externos, sumando 5.750 horas de trabajo.

No obstante, ha hecho referencia a analistas financieros y expertos del sector para calcular sinergias de entre 18.000 millones y 22.000 millones si ejecuta operaciones en sus cuatro mercados clave (España, Alemania, Reino Unido y Brasil). En los últimos meses, los rumores se han centrado en la adquisición de Vodafone en el territorio nacional o de 1&1 en el país germano, unas operaciones sobre las que Murtra ha evitado pronunciarse al ser preguntado por los analistas. Simplemente, ha señalado que cualquier movimiento debe cumplir con tres condiciones: sinergias de coste y de redes, precio apropiado y remedies adecuados.

Los inversores sí han podido conocer una guía sobre los objetivos financieros que pretende alcanzar. Su intención es que los ingresos observen un crecimiento anual de entre un 1,5% y el 2,5% durante el periodo 2025-2028, acelerándose hasta el rango del 2,5%-3,5% hasta 2030. Es una proyección más ambiciosa que la planteada hasta ahora en el plan estratégico que presentó el anterior presidente, José María Álvarez-Pallete, y que contemplaba un alza de la facturación del 1% anual.

Para el resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado, estima un alza anual de entre el 1,5% y el 2,5% para la primera mitad del plan estratégico y de entre el 2,5% y el 3,5% en la segunda. En este caso, la anterior hoja de ruta, que se extendía hasta 2026, preveía un aumento del 2%. Asimismo, ha proyectado una reducción del apalancamiento hasta aproximadamente 2,5 veces de deuda neta sobre ebitda a 2028, desde las 2,9 veces actuales.

Pretende alcanzar estos objetivos con un plan estructurado en seis pilares: mejorar la experiencia del cliente, ampliar su oferta residencial, escalar el negocio empresarial y de administraciones públicas, evolucionar las capacidades tecnológicas, desarrollar el talento y simplificar el modelo operativo. Sobre este último punto, Murtra ha advertido del aumento del coste del espectro radioeléctrico, los arrendamientos y la mano de obra.

Este plan estratégico, al que ha denominado Transform & Grow (Transformación y Crecimiento), cuenta con el apoyo unánime del consejo de administración, donde se encuentra representado el Estado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). En palabras de la compañía, es una "apuesta por la eficiencia y la simplificación del grupo y de sus operaciones". Prevé así generar así un impacto bruto de hasta 2.300 millones de euros de ahorros en 2028 y hasta 3.000 millones en 2030, con los que poder abordar el proceso de consolidación del sector.

Al ser preguntado por qué ajustes permitirán alcanzar esos ahorros, en todo momento se ha evitado hablar específicamente del expediente de regulación de empleo (ERE) que viene barruntando el mercado. Murtra solo ha defendido que se van a tomar las decisiones que sean necesarias y que algunas de ellas "van a ser muy difíciles". Interpelado directamente por esta cuestión, su mano derecha, el consejero delegado Emilio Gayo, ha remarcado que cualquier proceso en este sentido se hará "siempre de la mano de los representantes de los trabajadores".

Resultados del tercer trimestre

Telefónica ha aprovechado la ocasión para presentar también sus resultados del tercer trimestre, periodo en el que perdió 1.080 millones debido al impacto de las desinversiones en Latinoamérica. De no haber sido por estas operaciones en discontinuación, hubiera tenido un beneficio de 828 millones, un 45,9% menos que en el mismo periodo del año pasado.

Los ingresos cayeron un 2,8%, hasta los 26.970 millones, aunque hubieran crecido un 0,4% de no haber sido por el tipo de cambio, que ha penalizado especialmente a sus negocios de Hispanoamérica y Brasil. Por su parte, la deuda financiera neta se ha situado en 28.233 millones, disminuyendo en un 1,6%.