Moncloa adjudica a Indra un contrato millonario asignado previamente a Telefónica y la israelí Elbit
El Consejo de Ministros aprueba la concesión de más de 6.500 millones de euros al cero por ciento a la empresa controlada por Escribano
El Consejo de Ministros confirmó este martes la adjudicación histórica concedida a Indra para concentrar el esfuerzo del Gobierno de España para modernizar el sector de la Defensa. Tal y como adelantó en exclusiva el pasado lunes El Confidencial, la compañía participada por la familia Escribano y por Joseph Oughourlian, presidente de Prisa, recibirá de forma directa e indirecta unos 6.582 millones de euros al cero por ciento, el 90% del total de las subvenciones públicas. Uno de los contratos supone la reasignación de un contrato concedido inicialmente a Telefónica y a su socio israelí Elbit para el desarrollo de radios para los carros de combate.
Según indican fuentes del sector, el Ministerio de Defensa y el de Industria han comunicado a la operadora de telecomunicaciones, a la compañía israelí y a la madrileña Aicox, que el Sistema de Comunicaciones Radio Táctica (SCRT) con tecnología definida por software (SDR), lo hará Indra "de acuerdo con las necesidades operativas y temporales que requieren los Ejércitos y la Armada". Un proyecto en el que Telefónica y sus otros dos socios estaban trabajando desde que en 2020 se les adjudicó el primer contrato, tanto para uso de los soldados como de los vehículos, por 6,5 millones.
En julio de 2021, las tres mismas empresas ganaron otro concurso para abastecer de 325 radios dentro del programa de vehículos blindados Dragón del Ejército de Tierra, tras la propuesta realizada por Tess Defence, la compañía adjudicataria del primer lote de producción del 8×8. El accionista mayoritario de Tess Defence es ahora Indra (51 % del capital), después de que la compañía presidida desde enero por Ángel Escribano comprase un 26 % al resto de socios.
Pero uno de los contratos que más ruido ha generado, valorado en 36 millones de euros, fue concedido en noviembre de 2022. Las radios de la israelí Elbit Systems fueron seleccionadas para el programa puesto en marcha con carácter de urgencia por el Ministerio de Defensa para suministrar aparatos de tipo SDR a las tropas desplegadas en el flanco este europeo junto a la OTAN. Como reflejó la licitación, la compra se tramitó con urgencia por razones “de interés público y para acelerar la adquisición para poder celebrar el contrato en el año 2022 para satisfacer esta necesidad inaplazable”. El importe se duplicaba por el mantenimiento posterior. El consorcio ya había entregado 1.800 unidades.
Sin embargo, a raíz de la masacre de civiles en Gaza, el pasado 18 de julio, el Gobierno cambió los pliegos del nuevo contrato comprometido con la Unión Europea para vetar a Israel. Este martes, el Consejo de Ministros ha cumplido su amenaza y ha decidido no extender a Telefónica, Elbit y Aicox el desarrollo del nuevo SCRT, dotado con 768 millones hasta 2031, cifra que se eleva hasta los 1.200 millones en 2035. Según documentos internos, Moncloa aprobó ayer una primera asignación de 450 millones para este año a Indra, cantidad que se le ha adjudicado a la compañía española en alianza con la finlandesa Bittium.
Indra, participada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Escribano Mechanical & Engineering, con el 14,3 % del capital, y Amber Capital, el primer accionista de Prisa, con el 8 %, recibirá otros 70 millones anuales en 2026, 2027 y 2028 y 108 millones en 2029. Los dos primeros años serán para la evaluación de la tecnología, ya que no tendrán que entregar ninguna radio hasta 2027. Ese año tendrán que presentar 127 unidades, volumen que se elevará hasta las 1.642 unidades el año siguiente. Telefónica, con la SEPI también en su capital, ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información.
Según el documento del Consejo de Ministros, el nuevo modelo de radio incorporará "la soberanía nacional en los procesos de cifrado, la capacidad de desarrollar e implementar nuevas formas de onda y la obtención de la mayor transferencia de tecnología para la producción, sostenimiento y actualización de los mismos en territorio nacional con el propio tejido industrial español". De esta forma, se borra el rastro israelí en las radios que llevarán los carros de combate del Ejército de Tierra y la Armada.
En el documento del Ministerio de Industria se reconoce que "la industria nacional no dispone actualmente de la suficiente capacidad para la fabricación y suministro de los sistemas requeridos, por lo que se determinó como alternativa de obtención del programa SCRT alcanzar el grado de capacitación industrial estratégica a nivel nacional necesario para cubrir sus principios fundamentales, complementado con la adquisición de sistemas disponibles en el mercado para garantizar la interoperabilidad y disponer de formas de coalición".
El premio gordo
Los otros dos grandes contratos adjudicados este martes a Indra son, por una parte, el subprograma ATP Ruedas, que implica la adquisición de un sistema de obús autopropulsado por 1.181 millones, para dotar al Ejército de un sistema de fuego indirecto de largo alcance. Se trata de 86 obuses ATP ruedas, 86 vehículos de municionamiento, 14 vehículos de recuperación y siete específicos de mantenimiento.
El segundo, denominado ATP Cadenas, equivalente al anterior, cuenta con un presupuesto de 1.821 millones. La intención es adquirir seis grupos de artillería, 109 obuses con sus vehículos de municionamiento y 56 vehículos de mando y control. En total, algo más de 2.000 millones, que compartirá con EM&E, el mayor accionista privado de Indra y propiedad de la familia Escribano. Una carga de trabajo vital en plena negociación para la fusión que el consejo de Indra está planeando realizar entre ambas compañias.
Para Santa Bárbara, filial de la estadounidense General Dynamics, que pujaba por los anteriores contratos, solo ha ido a parar el préstamo de 176 millones de euros destinado a la modernización de los Pizarro, un tipo de blindado de hasta 30 toneladas.
El Consejo de Ministros confirmó este martes la adjudicación histórica concedida a Indra para concentrar el esfuerzo del Gobierno de España para modernizar el sector de la Defensa. Tal y como adelantó en exclusiva el pasado lunes El Confidencial, la compañía participada por la familia Escribano y por Joseph Oughourlian, presidente de Prisa, recibirá de forma directa e indirecta unos 6.582 millones de euros al cero por ciento, el 90% del total de las subvenciones públicas. Uno de los contratos supone la reasignación de un contrato concedido inicialmente a Telefónica y a su socio israelí Elbit para el desarrollo de radios para los carros de combate.