Renfe sigue sacando la tijera y externaliza la atención al viajero en el Cercanías de Madrid
La empresa pública busca un grupo privado para realizar el servicio de brigadas de información, atención y apoyo operativo. Una tarea que, hasta ahora, realizaba LogiRail
Varias personas bajan de un tren de la estación de Atocha-Almudena Grandes. (Europa Press/Alejandro Martínez Vélez)
Renfe mantiene su hoja de ruta de adelgazar su filial LogiRail y externalizar sus servicios. La ferroviaria pública que dirige Álvaro Fernández se ha lanzado a la búsqueda de una empresa para cubrir los servicios de atención al viajero para Cercanías de Madrid para lo que resta de 2025.
Un movimiento similar al realizado en septiembre con la gestión de incidencias en Cataluña. Renfe quiere que una empresa se encargue de atender las necesidades de sus viajeros en situaciones de normalidad y, especialmente, durante la gestión de incidencias que afecten al servicio ferroviario madrileño.
La empresa pública, dependiente del Ministerio de Transportes, reclama 36 trabajadores para empezar el próximo 1 de noviembre en dos de sus principales estaciones, Atocha y Chamartín. Un servicio que el contrato limita a dos meses por el que Renfe pagará 454.737 euros. Desde los sindicatos denuncian a El Confidencial que este tipo de tareas, incluso refuerzos puntuales, se solían realizar a través de personal propio de LogiRail, su empresa especializada en servicios logísticos, tecnológicos y de asistencia ferroviaria.
El contrato es otro golpe a los trabajadores de esta filial, que no entienden este gasto en empresas privadas, cuando se puede realizar desde una compañía pública y que está dentro de Renfe. La idea de extenalizar este servicio en Madrid forma parte, según explican los trabajadores, de la estrategia de Renfe de suspender contratos eventuales de LogiRail entre el 15 de septiembre y el 31 de diciembre de 2025.Los representantes sindicales insisten en que se está produciendo una “privatización progresiva de servicios esenciales que antes eran públicos”.
Renfe, por su parte, explica a este medio que "se trata de un contrato de personal de apoyo para información y encaminamiento de viajeros debido al elevado número de obras actualmente en curso". La empresa pública defiende que, en ningún caso, "dicho personal realizará tareas de venta y administración, como hace Logirail".
Un nuevo golpe a esta filial
La plantilla de LogiRail sufrió otro golpe el pasado jueves. Algunos trabajadores recibieron una comunicación por parte de la filial de Renfe para hacerles saber que iban a dejar de percibir un complemento que forma parte de su salario. "El viernes interpusimos un conflicto colectivo", explican desde los sindicatos a El Confidencial, ya que manifiestan que los trabajadores de esta empresa pública rozan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Su conclusión es que el equipo de Álvaro Fernández está desmantelando parte de las funciones de LogiRail en medio de conflictos laborales, denuncias por precariedad y presiones derivadas del caso Ábalos, ya que la empresa es una de las señaladas por colocar personas cercanas a la trama del exministro de Transportes. Una filial en la que Renfe ha puesto la lupa. En septiembre, contrató los servicios de la consultora KPMG para analizar la eficiencia económica y competitiva de los servicios profesionales de esta filial.
El objetivo era revisar qué partes de esta filial son rentables y cuáles no. Entre otros aspectos, KPMG investigó en este trabajo entregado a principios de octubre las vías para realizar una "eficiencia de costes" en una empresa cuyo principal gasto son los cerca de4.000 trabajadores, muchos con contratos temporales o por obra y servicio.
Uno de los que ha salido de la compañía en octubre es su presidente, Óscar Gómez, que al abandonar su puesto de director de operaciones de Renfe por prejubilación deja vacante la presidencia de la filial. La marcha del ya expresidente de LogiRail se zanjó la pasada semana con una fiesta de despedida, liderada por el ministro Óscar Puente y el presidente de Renfe, que también generó cierto malestar en la plantilla en pleno ajuste de sus condiciones.
Renfe mantiene su hoja de ruta de adelgazar su filial LogiRail y externalizar sus servicios. La ferroviaria pública que dirige Álvaro Fernández se ha lanzado a la búsqueda de una empresa para cubrir los servicios de atención al viajero para Cercanías de Madrid para lo que resta de 2025.