Reunión del CEO de Endesa con Junts por las nucleares y el fraude de la marihuana

Albert Batet está aprovechando sus viajes a Madrid para reunirse con una buena parte del Ibex 35. El portavoz de Junts en la Generalitat de Cataluña mantuvo una reunión con José Bogas, consejero delegado de Endesa, en un restaurante de moda de la capital de España, donde antes tuvo un encuentro con Ángel Escribano, presidente de Indra. Según fuentes del sector, el primer ejecutivo de la compañía eléctrica ha sondeado al de Junt para evitar el cierre de sus tres centrales nucleares en Tarragona.

Fuentes oficiales de Endesa han confirmado la reunión, fuera de la agenda oficial de Bogas, con Batet, que precisamente nació en Tarragona, la provincia catalana donde el grupo energético tiene las centrales de Ascó I, Ascó II y Vandellòs. Tres instalaciones que, gracias a sus más de 3.000 megavatios de potencia, producen cerca del 60% de la electricidad consumida en la comunidad autónoma. Pero han declinado hacer ningún comentario sobre la conversación mantenida con el responsable de Junts al tratarse de un encuentro privado.

Para la compañía española, propiedad de la multinacional italiana Enel, estas plantas en Cataluña son esenciales. A diferencia de las dos de Almaraz (Extremadura), en proceso de cierre por decisión del Gobierno de Pedro Sánchez, donde su presencia es minoritaria, casi el 100% del capital de Ascó I, Ascó II y Vandellòs es de Endesa. La fecha inicial de la finalización de sus operaciones está prevista para 2030 y 2031, en el caso de las dos primeras, y para 2035, en el caso de la última. Pero el consejero delegado de la eléctrica quiere recobrar apoyos políticos para, al menos, retrasar los cierres tres años más.

Endesa, junto a Iberdrola, ha pedido al Gobierno de Sánchez demorar el calendario, además de solicitar una rebaja fiscal que alivie al menos 10 euros por megavatio hora (MWh) del coste que ahora soportan las plantas. Según sus cálculos, de los aproximadamente 65 €/MWh que cuesta generar energía en estas instalaciones, más de 17 euros corresponden a impuestos y tasas. A eso se suman otros 10 euros derivados de aportes obligatorios para la gestión de residuos nucleares a través de Enresa, lo que eleva el total a más de 28 €/MWh.

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Hace unas semanas, Bogas se mostró optimista respecto a la posibilidad de revisar el calendario de cierre del parque nuclear español, establecido inicialmente entre 2027 y 2035, y afirmó que el diálogo con el Gobierno está en curso, subrayando la importancia de adaptar la estrategia a las circunstancias actuales, que son “absolutamente distintas” a cuando se pactó, con firma de todos los operadores, en 2019.

Conseguir este objetivo sería un gran logro para Bogas, cuyo mandato al frente de Endesa vence en la primavera del próximo año. El veterano directivo ha comunicado a Enel su deseo de seguir al frente de la compañía española.

Fraude eléctrico

Pero al consejero delegado de Endesa no solo le inquietan sus tres nucleares en Cataluña. Una de sus principales preocupaciones es el incremento del fraude eléctrico derivado de las plantaciones de estupefacientes. En 2024 se detectaron en Cataluña 22.784 enganches ilegales, lo que supone un 41,5% más que el año anterior. De ellos, 722 estaban directamente relacionados con plantaciones de marihuana, un 26% del total de la energía robada en la comunidad. Y la tendencia sigue al alza: solo en el primer semestre de 2025 se han registrado ya más de 32.000 fraudes, un promedio de siete cada hora.

La actuación de los Mossos d’Esquadra es vital para perseguir estos fraudes eléctricos, que son, según Endesa, el único delito contra el patrimonio —como el hurto, el robo o la estafa— que no está castigado con pena de prisión. Por ello, la compañía insta a Junts a una regulación más estricta, para que engancharse ilegalmente a la red de energía no “salga gratis”, teniendo en cuenta el riesgo que supone para la ciudadanía.

Cataluña y Andalucía son las dos comunidades donde Endesa ha detectado el mayor fraude eléctrico de España.