Las bancas privadas de BBVA y Sabadell se lanzan a buscar clientes ricos con acciones
Las unidades de altos patrimonios rastrean en su red de clientes y en grandes fortunas a las que tienen acceso para llegar a accionistas del Sabadell e intentar convencerlos
BBVA y Banco Sabadell realizan los últimos intentos por hacer llegar sus mensajes al banco catalán. Las dos partes, pese a lo que digan en público, trabajan con la premisa de que el resultado será ajustado. Las unidades de banca privada, según fuentes del mercado, se han movilizado en el tramo final del periodo de aceptación para rastrear clientes VIP que tengan acciones de la entidad catalana.
Para Banco Sabadell es más fácil, ya que muchos minoristas tienen sus acciones depositadas en la entidad, aunque no todos son clientes de banca privada, negocio que están tratando de impulsar en los últimos tres años. Por su parte, los banqueros de BBVA rastrean en su red de clientes a inversores que sean accionistas del Sabadell.
Tanto BBVA como Banco Sabadell han sido proactivos en que sus mensajes lleguen a los inversores minoristas. De forma pública, y también poniendo la red comercial a trabajar en esta dirección. La banca privada está jugando un papel relevante para buscar accionistas minoristas importantes, que se ha acelerado en los últimos días. BBVA es la tercera mayor banca privada en España, con 144.205 millones a 30 de junio, según el ranking elaborado por El Confidencial en colaboración con Intelect Search, mientras que Sabadell Urquijo es quinto con 69.581 millones gestionados. Las dos entidades le han dado una vuelta y han potenciado el negocio recientemente.
En Las Tablas se trabaja con la premisa de que se cumple el principio de Pareto. Es decir, que una pequeña proporción de minoristas tiene el grueso del capital de este grupo, que en total alcanza el 40% del banco. La capacidad que tenga BBVA de arrastrar a una parte para que acuda a la opa será clave en el resultado.
"Nuestro objetivo es facilitar el canje lo máximo posible a los accionistas que lo deseen, tanto clientes como no clientes, y en ese contexto contactamos con ellos para facilitarles la mayor información posible o por si necesitan ayuda en el proceso. En este proceso se incluyen clientes y no clientes de banca comercial y banca privada", señalan fuentes de BBVA.
El papel encomendado a los banqueros privados es chequear si en las carteras de los clientes hay acciones de Banco Sabadell, algo especialmente relevante en el caso de BBVA, para intentar que haya minoristas que acudan a la opa. Los banqueros están sumándose a la ofensiva del banco para convencer a los accionistas, llegando a cuadrar breves presentaciones o llamadas con equipos de la entidad especializados en relación con los inversores.
Además, los banqueros privados también tratan de identificar a clientes de banca privada de otros competidores a los que puedan tener acceso para convocar reuniones y convencerles de acudir, o no, a la opa. En BBVA, el mensaje se centra en los beneficios de la futura fusión, por la escala del nuevo banco, las sinergias o el incremento del beneficio por acción, además de que hay una prima positiva y que si la opa no sale la acción del Sabadell sufriría. Por su parte, los banqueros del banco catalán cuestionan los números de BBVA y defienden que lo más sensato es apostar por el proyecto en solitario, con mayor volumen de dividendos a corto plazo.
El punto fiscal también es clave en el argumentario del Sabadell. Como está haciendo el banco, los banqueros privados recuerdan a sus clientes que es probable que BBVA no alcance el 50%, en cuyo caso los inversores residentes en España que acudan tendrán que soportar el peaje fiscal de tributar por las plusvalías acumuladas con las acciones del Sabadell, si las hay, ya que no se cumpliría con la neutralidad fiscal. Además, si BBVA se queda entre el 30% y el 50%, y sigue adelante, deberá lanzar una segunda opa en efectivo.
El periodo de aceptación de la opa concluye este viernes, aunque el resultado no se hará público hasta el 17 de octubre por parte de la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV), según ha clarificado este miércoles en un comunicado. Ese día, si hay segunda opa, el supervisor hará pública la determinación del precio. Hasta entonces, lo que digan BBVA o Sabadell al respecto “es especulación”.
Los pronósticos están muy ajustados. Varios bancos de inversión coinciden en que BBVA se quedará entre el 30% y el 50%. Incluso si esto sucede, para BBVA es muy importante estar más cerca del 50% que del 30%, lo que sería uno de los factores que afectaría a su decisión de renunciar a la condición de llegar a la mitad de derechos de votos, tal y como admitió Carlos Torres, presidente de BBVA, en una entrevista con El Confidencial.
Por ahora, solo se conoce que el consejero del Sabadell David Martínez acudirá a la opa con su 3,9% (también Algebris, pero solo tiene un 0,05%), y que Zurich no lo hará con su 5%. Los minoristas pesan un 40% del capital. BBVA apuesta por una aceptación alta entre los fondos de gestión activa y arbitrajistas (tienen un 30%), y más de la mitad de los indexados (un 20%), pero necesita rascar apoyo en el accionariado retail. Por su parte, Sabadell, si consigue que apenas haya minoristas que acepten la oferta, evitará que la opa triunfe.
Aunque Sabadell tiene 200.000 accionistas, se estima que un número reducido de minoristas que son familias empresarias de Cataluña o Comunidad Valenciana acumulan una gran parte del capital en manos de la parte minorista. Pero también hay inversores particulares que tomaron posiciones desde family offices o sociedades patrimoniales de forma oportunista en 2020 y 2021, cuando Sabadell sufría en bolsa y rechazó una fusión con BBVA tras meses de negociaciones.
BBVA y Banco Sabadell realizan los últimos intentos por hacer llegar sus mensajes al banco catalán. Las dos partes, pese a lo que digan en público, trabajan con la premisa de que el resultado será ajustado. Las unidades de banca privada, según fuentes del mercado, se han movilizado en el tramo final del periodo de aceptación para rastrear clientes VIP que tengan acciones de la entidad catalana.