"No pensáis en el consumidor": el choque público de la CNMC con Iberdrola y Endesa
El regulador asistió al evento de los regulados en pleno choque por la retribución a las redes. Un debate que, sin perder los modales, reflejó la tensión entre ambas partes
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) acudió el pasado miércoles a disputar un partido ‘fuera de casa’. La patronal de Iberdrola, Endesa y EDP, Aelec, invitó al regulador a debatir en su congreso anual en un momento de gran rivalidad por el pago a su negocio de redes eléctricas. El partido se sabía de antemano que iba a ser polémico ya que compartían cartel con el Ministerio para la Transición Ecológica, un árbitro que desde el sector insisten que no gusta a ningún bando. Y las expectativas se cumplieron.
Rocío Prieto, directora de Energía de la CNMC, aceptó un debate ante una audiencia claramente en contra. Los asistentes y socios del congreso se sienten damnificados, entre otras cosas, porque Prieto y su equipo hayan decidido la retribución de las redes 'sólo' se vayan a retribuir con un 6,46% entre 2026 y 2031. Un ‘sólo’ que se basa en que ellos esperan que sus activos de retribución se paguen al año, como mínimo, con un 7,4%.
“No pensáis en el consumidor o creo que no se ha entendido bien la propuesta. Nuestra propuesta es continuista”, defendía Prieto en un debate que moderaba Marta Castro, responsable de regulación de Aelec. “No puedo estar más en desacuerdo”, respondía la moderadora. La diferencia entre lo que ofrece la CNMC y lo que quieren las eléctricas son cerca de 200 millones de euros al año hasta 2031. Unos 1.200 millones que terminarían repercutiendo en los consumidores en forma de peajes en su factura que, para los hogares, son cerca de 2 euros al mes, pero para las industrias que gastan el 60% en pagar su factura es ya algo significativo.
Rocío Prieto aclaraba a los presentes que su equipo está estudiando todas sus alegaciones para tener antes del 1 de enero la propuesta cerrada, pero que con ese modelo las distribuidoras eléctricas iban a ganar mucho más de lo que esperaban. Unas afirmaciones a las que Marta Castro no hizo más que negar con la cabeza. Las caras y los corrillos al finalizar la mesa dejaban claro que la Dirección de Energía de la CNMC afronta un choque frontal con las eléctricas.
Opinión Un choque sobre un modelo retributivo que es complejo y poco comprensible para el consumidor. Pero hay mucho en juego para consumidores y empresas. Competencia considera que hay que ser prudentes porque la demanda eléctrica que se espera en esos seis años no va a ser tan alta como lo ponen las eléctricas. Por su parte, Iberdrola, Endesa y EDP intentan convencer que tanto su metodología como su cálculo de la tasa no es correcta y que, además, no tiene en cuenta de que si llegan más consumidores habrá un mayor reparto de la factura.
El Ministerio deja jugar
Un choque público donde, pese a mantenerse unas formas muy cordiales, quedó latente que existe una clara discrepancia entre regulador y regulados. El tercer invitado a la mesa era el Gobierno, al que se le esperaba el papel de árbitro de esta disputa. Manuel García, director general de Política Energética y Minas en el Ministerio para la Transición Ecológica, dejó jugar y no quitó protagonismo a ambas partes, aunque se notó más cercanía de la esperada con la CNMC.
Por ahora, el Ministerio de Transición Ecológica no ha intervenido públicamente en este debate pero, en privado, es otra cosa. Las eléctricas cuentan con el compromiso del equipo de Sara Aagesen, como informaba este periódico, de que defenderán su causa ante la CNMC para que haya un despliegue de redes que permita que el plan energético nacional, el denominado ‘PNIEC’, sea lo más real posible.
Por su parte, otras fuentes aseguran que varios miembros del Gobierno están de acuerdo con la CNMC que no se le puede subir la factura al consumidor para que los grandes grupos eléctricos aumenten su cuenta de resultados. Un doble papel sobre el que tendrá que decantarse pronto. Si considera que la CNMC no cumple con las orientaciones de política energética, podría convocar una mesa de negociación y tensara aún más la relación entre el regulador independiente y el Ejecutivo. Y, si hace lo contrario, abriría una brecha casi definitiva con las grandes compañías eléctricas.
Aviso de consecuencias
Algunos directivos que asistieron al congreso de Aelec destacaban a este periódico que la propuesta de la CNMC subestima la industria. Su petición de alcanzar el 7,4% es una propuesta de “mínimos”, según describen, porque consideran que si se quiere garantizar la sostenibilidad, la seguridad de suministro y el bienestar social consideran que el rango adecuado es entre el 8,1% y el 8,5%.
Algo que, a estas alturas, parece más que imposible. España se encuentra en un momento clave para atraer inversiones en sectores como hidrógeno verde, almacenamiento, nueva industria electrificada o centros de datos. Una retribución poco atractiva podría desincentivar estas inversiones industriales y energéticas en favor de otros mercados como Italia o Reino Unido. Y eso podrá producirse, según amenazan, a partir del 1 de enero de 2026.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) acudió el pasado miércoles a disputar un partido ‘fuera de casa’. La patronal de Iberdrola, Endesa y EDP, Aelec, invitó al regulador a debatir en su congreso anual en un momento de gran rivalidad por el pago a su negocio de redes eléctricas. El partido se sabía de antemano que iba a ser polémico ya que compartían cartel con el Ministerio para la Transición Ecológica, un árbitro que desde el sector insisten que no gusta a ningún bando. Y las expectativas se cumplieron.