Cinven sufre el desplome de la España renovable tras invertir 800 millones
El fondo de capital riesgo ve como Amara Ntzero, comprada hace apenas dos años, se ha hundido un 65% en el mercado de renta fija tras ser considerada bono basura
El pinchazo de la industria de las energías renovables en España ha pillado de lleno a Cinven, uno de los fondos de capital riesgo internacionales más activos en nuestro país. Los 800 millones de euros que invirtió en comprar Amara Nzero, una compañía especializada en servicios para la transición energética, valen ahora menos de la mitad, ante el desplome de los precios en el sector y una fallida expansión internacional. El private equity prepara un duro ajuste en la empresa tras ser rebajada a bono basura por las agencias de rating.
Según datos oficiales, los dos bonos que Cinven emitió para comprar Amara Nzero hace apenas dos años cotizan a menos del 40% de su valor. Dos colocaciones de renta fija por importe de 270 millones, a un tipo de interés del 10,25% y vencimiento en 2028, que hoy apenas valen 94,5 millones. Es decir, se ha evaporado el 65% del valor. Los inversores han comenzado a vender los bonos de Amara Nzero después de que Fitch advirtiera su solvencia el pasado mes de febrero y Standard & Poor's le diera la puntilla en agosto. Ambas firmas le han dado una nota de 'CCC+'. Una de las peores calificaciones, que ponen en tela de juicio la capacidad de la compañía de mantener sus operaciones. Poco antes del primer recorte, Pablo Isla, el que fuera la referencia de Inditex y próximo presidente de Nestlé, dejó la presidencia de la empresa de renovables.
Fuentes próximas a Amara Nzero admiten que en 2024 sufrió la bajada de los precios de los paneles fotovoltaicos, especialmente en el mercado español, lo que afectó a las ventas y resultados de las sociedades del sector. La empresa, por la que también se interesaron la firma francesa PAI Partners y la suiza Partners Group, reconoce que la situación de los tipos de interés y los precios de la electricidad en España también redujo las cantidades demandadas, afectando especialmente al autoconsumo en el sector residencial.
Pero, además, la inversión de Cinven, que pagó más de 20 veces su beneficio de explotación, se ha visto impactada por la fallida expansión en Latinoamérica, “donde desafortunadamente el negocio no ha tenido la expansión deseada”. Amara Nzero se lanzó a la conquista de países como Chile, Panamá, Ecuador, Colombia, Guatemala, Perú y México, que no han dado los resultados esperados. La compañía va a centrarse ahora en recomponer los números en España, su mercado principal, donde aplicará un duro ajuste de plantilla, en Italia, en Brasil y en Estados Unidos.
Según otras fuentes, Amara Nzero va a llevar a cabo “una reorganización de los costes de estructura, empezando por los servicios centrales”. Fuentes oficiales del grupo y de Cinven han declinado hacer comentarios sobre si este ajuste afectará a la plantilla, que supera los 2.200 empleados. La sociedad genera 'cash flow' negativo o, en otras palabras, el negocio da pérdidas operativas, en parte porque Iberdrola puso en cuarentena uno de los contratos por los que le encargaba ciertos servicios.
Amara Nzero había estimado que la primera eléctrica española le aportara unos 70 millones de ingresos, pero la cifra se ha reducido a apenas 30 millones. Un ajuste debido a que los grandes grupos energéticos han enfriado sus apuestas por las energías verdes ante el desplome de los precios en España, especialmente en el sector solar. Una situación que en Estados Unidos se ha complicado aún más por la política de la administración Trump, que ha dado un portazo histórico a los molinos de viento en el mar o eólico 'offshore'.
Proa Capital, su anterior dueño, y Pablo Amús de Soto, su fundador, aún mantienen el 37% del capital de Amara Nzero, ya que tanto la firma española dirigida por Fernando Ortiz como el fundador decidieron reinvertir parte de los beneficios en la nueva fase tras la entrada de Cinven.
Luces y sombras
Cinven es uno de los grandes fondos internacionales que más han invertido en España. El private equity es dueño actualmente de Burger King España, accionista mayoritario de Idealista y propietario de un 15% de Masorange, la sociedad resultante de la fusión entre MásMóvil y Orange. Apuestas que, como antes Planasa y Ufinet, vendidas ya con relevantes plusvalías, le han dado ya unas importantes rentabilidades vía dividendos.
Sin embargo, algunas de sus últimas inversiones no han dado los resultados esperados. Además de Amara Nzero, el fondo sacó este año a bolsa Hotelbeds, la multinacional mallorquina dedicada a las reservas de camas de hoteles. La compañía se ha hundido más de un 30% en el mercado de valores tras anunciar un profit warning o una reducción de las previsiones de sus beneficios.
El pinchazo de la industria de las energías renovables en España ha pillado de lleno a Cinven, uno de los fondos de capital riesgo internacionales más activos en nuestro país. Los 800 millones de euros que invirtió en comprar Amara Nzero, una compañía especializada en servicios para la transición energética, valen ahora menos de la mitad, ante el desplome de los precios en el sector y una fallida expansión internacional. El private equity prepara un duro ajuste en la empresa tras ser rebajada a bono basura por las agencias de rating.