Las aerolíneas se quejan a PNV y Junts por tumbar una enmienda para congelar tasas

Las aerolíneas llevan a la arena política la batalla por las tasas aeroportuarias. En vista de que Aena no está dispuesta a ceder y ante el temor de afrontar fuertes subidas de esas tarifas para financiar el futuro plan de inversión de la empresa participada en un 51% por el Estado, quieren poner de su parte a diferentes formaciones que sostienen al Gobierno de coalición. Principalmente a PNV y Junts, que por su ideología están más ligadas al mundo empresarial.

Diversas compañías aéreas que operan en los aeródromos de País Vasco y Cataluña han trasladado su malestar, tanto a PNV como a Junts, por tumbar una enmienda a la Ley de Movilidad Sostenible que buscaba congelar las tasas aeroportuarias y desarrollar un plan de incentivos consensuado, según varias fuentes del sector. La iniciativa se votó el pasado martes en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible, siendo rechazada con 23 votos en contra y 14 a favor.

El descontento de las aerolíneas viene, principalmente, porque se sienten traicionadas por ambas formaciones. Entienden que no se les está reconociendo el esfuerzo por llevar pasajeros a los aeropuertos de Barcelona-El Prat, Bilbao, Vitoria-Foronda, Girona-Costa Brava o Reus; cuando en algunos casos les resultaría más rentable centralizar su oferta en las ciudades más grandes. Ryanair es quien más está defendiendo en público esta posición, aunque entre bambalinas también se mueven otras compañías.

A Barcelona y Bilbao vuelan multitud de aerolíneas. En el aeródromo de Vitoria hay rutas nacionales e internacionales, fletadas por Ryanair y con la incorporación de Volotea a partir del 1 de noviembre. El de Girona-Costa Brava cuenta con más compañías operando, entre las que se encuentra TUI Fly, Jet2, Transavia o Air Arabia Maroc, además de la low cost irlandesa. Algunas de estas también cubren rutas a Reus, acompañando aquí a easyJet o Air Nostrum.

El descontento de las aerolíneas viene, principalmente, porque se sienten traicionadas por ambas formaciones

La enmienda en cuestión fue presentada por el Partido Popular, que proponía dos cuestiones. Por un lado, que el Gobierno aprobará antes de 2026 una disposición legislativa para "congelar las tasas aeroportuarias durante los ejercicios 2027 a 2031". Estos cinco años son los que comprenden el futuro DORA III que está perfilando Aena y que contempla una inversión de 12.888 millones de euros, cantidad que las aerolíneas asumen que tendrán que financiar en su mayor parte a través del tributo.

Los populares, que fueron los únicos que votaron a favor de su enmienda, también pedían incluir un segundo punto: "El Gobierno pondrá en marcha un nuevo plan de incentivos consensuado con el sector, para que de manera eficiente se potencien los aeropuertos regionales de España". Esta es otra de las demandas de algunas aerolíneas, siendo Ryanair la más beligerante al renunciar a dos millones de asientos en las ciudades más pequeñas al entender que volar allí no le resulta rentable.

Apoyos políticos de las aerolíneas

Las aerolíneas, por tanto, tienen asegurado el favor del PP, un apoyo que daban por descontado ateniendo a la estrategia de oposición frontal que este partido mantiene a la actuación del Gobierno. Pero para sacar adelante en el Congreso este tipo de iniciativas necesitan el beneplácito de PNV o Junts, dos formaciones con más poder de maniobra para negociar con el Ejecutivo central al formar parte de la mayoría parlamentaria que invistió al presidente Pedro Sánchez.

Pese al rechazo a esta iniciativa, todavía hay margen para incluir las demandas de las aerolíneas. De hecho, su esperanza es convencer a vascos o catalanes para que impulsen o apoyen una enmienda similar cuando se debata el texto en el Congreso de los Diputados. Por ahora, se ha aprobado en la Comisión el proyecto de Ley de Movilidad Sostenible, pero el texto debe aún debatirse en la cámara baja, pudiendo pactarse nuevas modificaciones.

El texto que ha salido adelante en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible ya incorpora más de 130 enmiendas, presentadas por diferentes formaciones como Junts, PNV, Sumar, BNG, Coalición Canaria y hasta el PP. De hecho, estos últimos han propiciado la incorporación de varios cambios, ya que el PSOE se opuso a gran parte de las modificaciones a la normativa que presentó para descarbonizar el transporte y digitalizar el sector. Las aerolíneas entienden, por tanto, que nuevos acuerdos entre nacionalistas y populares son posibles.

El texto que se ha aprobado en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible ya incorpora más de 130 enmiendas

Esta no es la primera iniciativa parlamentaria que presenta el PP para salvar a las aerolíneas de nuevas subidas en las tasas aeroportuarias. Hace una semana, la Comisión de Industria y Turismo ya rechazó una proposición no de ley (PNL) con la que los populares intentaron tumbar el alza del 6,5% que Aena aplicará a las tarifas a partir de 2026. Además, ha registrado varias preguntas al Gobierno y ha pedido la comparecencia del ministro del ramo, Óscar Puente, para abordar esta cuestión.

A través de su diputada Dolores Corujo, el PSOE recordó que la actualización de las tasas se realiza conforme a una normativa aprobada durante la mayoría absoluta de Mariano Rajoy. Asimismo, aseguró que el Gobierno "está bonificando aquellos aeropuertos que no llegan a los tres millones de pasajeros". El PP sostiene que son los pasajeros quienes pagan estas subidas del gravamen, ya que las aerolíneas lo trasladan al precio de los billetes. PNV y Junts, por su parte, no se han pronunciado al respecto.

La polémica la inició Ryanair, que aunque sigue ampliando su oferta en el conjunto de España, en este 2025 ya ha retirado dos millones de asientos de los aeropuertos regionales al considerar que no son competitivos. En una entrevista en Financial Times, el CEO de la compañía irlandesa, Michael O'Leary, amenazó incluso con renunciar a otro millón de plazas si no cambiaba la situación.

El PSOE sostiene que el Gobierno "está bonificando aquellos aeropuertos que no llegan a los 3 millones de pasajeros"

La respuesta del gestor aeroportuario fue rotunda. Nada más conocerse el último recorte de plazas, el propio presidente de Aena, Maurici Lucena, firmó en primera persona una carta en la que acusaba a la aerolínea irlandesa, entre otras cosas, de llevar a cabo una "infumable estrategia", de "lloriqueo" y "extorsión", acusando a su presidente, Michael O'Leary, de cobrar un "estratosférico bonus" con estas prácticas.