El fundador de Smartbox busca pescar tras la ola de Vitaldent: ofrece su negocio a Magnum, MCH y Montefiori
Pierre-Edouard Stérin, fundador de Smartbox y dueño del 70% de Dental Company, intenta subirse a la ola de Vitaldent, aunque por ahora encuentra reticencias entre los fondos
La consolidación del sector dental en España sigue acelerándose. Apenas unos meses después de que Ontario Teachers’ Pension Plan (OTPP) cerrara la compra de Donte Group (Vitaldent) por 1.000 millones de euros, los fondos de inversión quieren hacer caja, pese a las malas experiencias pasadas como la de KKR con Dentix. En este contexto, Pierre-Edouard Stérin, fundador de Smartbox y dueño del 70% de Dental Company, intenta subirse a la ola de Vitaldent, aunque por ahora encuentra reticencias entre los fondos.
El polémico inversor galo, conocido por su activismo político vinculado a la extrema derecha, dio mandato a Arcano en mayo de este año y ha ofrecido la compañía a varios fondos de capital riesgo —entre ellos Magnum Capital, MCH 'private equity' y Montefiori—, así como a varias aseguradoras.
Según fuentes consultadas, el inversor galo está pidiendo entre 90 y 100 millones de euros aprovechando los vientos de cola tras la venta de Vitaldent. Pero por el momento, Stérin no ha recibido ofertas en firme, ya que algunos fondos muestran reservas sobre la capacidad de tracción del negocio.
Magnum Capital, fundada en 2006 por Ángel Corcóstegui, Enrique de Leyva y João Talone, es uno de los grandes nombres del 'private equity' en la Península Ibérica, con cerca de 1.800 millones de euros invertidos desde su creación. Su experiencia en salud a través de participadas como ITA Mental Health, el segundo grupo en España en el ámbito de la salud mental, lo convierte en un actor natural para explorar el negocio dental.
Por su parte, MCH 'private equity' es otro de los veteranos del capital riesgo español. Fundado en 1998, ha levantado ya seis fondos con compromisos superiores a los 2.000 millones de euros. En los últimos años, ha reforzado su apuesta por la sanidad y las ciencias de la vida, con operaciones como la entrada en el Grupo GHC, red hospitalaria portuguesa, o la expansión de compañías como Atrys Health y Farmalíder. Además, como adelantó este medio, este verano logró cerrar un acuerdo con HIG Capital para la venta de Avanta.
Más desconocido en España es Montefiori, el fondo francés, que en el pasado ha participado en expansiones internacionales de marcas de consumo y retail, como la firma de moda Isabel Marant. De seguir adelante en el proceso, supondría su desembarco en el mercado sanitario ibérico.
El francés no logró llegar a las 500 clínicas
Con sede en Sevilla, Dental Company opera más de 110 clínicas en España, con especial presencia en Andalucía, y factura alrededor de 50 millones de euros anuales y tiene un EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) en torno a los 10 millones de euros. Con más de 15 años de trayectoria y medio millón de pacientes atendidos, se ha consolidado como una de las tres mayores redes del país.
Stérin desembarcó en 2017 con una participación mayoritaria y un plan ambicioso: alcanzar 500 clínicas en 2022 y dar el salto a la internacionalización. Aunque esos objetivos quedaron lejos de cumplirse, la compañía ha mantenido un crecimiento sostenido y una posición competitiva en el mercado. El segundo accionista es el fondo británico Headway Capital Partners, presente desde 2018 con una participación minoritaria.
No obstante, la compañía con sede en Sevilla continúa creciendo a doble dígito en facturación y se posiciona como un candidato ideal para actores industriales del sector, como Donte Group (Vitaldent).
La consolidación del sector dental en España sigue acelerándose. Apenas unos meses después de que Ontario Teachers’ Pension Plan (OTPP) cerrara la compra de Donte Group (Vitaldent) por 1.000 millones de euros, los fondos de inversión quieren hacer caja, pese a las malas experiencias pasadas como la de KKR con Dentix. En este contexto, Pierre-Edouard Stérin, fundador de Smartbox y dueño del 70% de Dental Company, intenta subirse a la ola de Vitaldent, aunque por ahora encuentra reticencias entre los fondos.