¿Integrar datos, tecnología y propósito? Sí, para cumplir con la regulación y ser más eficiente
Los expertos reunidos en el 'ESG Tech Unlocked' lo tienen claro: el lenguaje de la sostenibilidad ya se escribe con datos, IA y propósito. Quienes lo dominan generan valor económico, ambiental y social con visión estratégica y medible
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La sostenibilidad se ha convertido en una palanca estratégica para las empresas. Ya no basta con cumplir con la normativa: ahora se trata de liderar desde el impacto, con datos fiables y tecnología como motor. El enfoque ESG —ambiental, social y de gobernanza— exige una transformación estructural del negocio, donde cada decisión esté alineada con los retos globales y las oportunidades locales. En este escenario, la digitalización permite escalar soluciones, anticipar tendencias y avanzar hacia una sostenibilidad medible, conectada y eficiente.
Para analizar este contexto desde diferentes perspectivas, Deloitte organizó, en colaboración con El Confidencial, una jornada titulada ESG Tech Unlocked. Patrocinado por Google Cloud, SAP y Workíva, Avvale, Credibl, IBM, Oracle, Osapiens, Salesforce y Watershed, el evento contó con la participación de más de 30 expertos distribuidos en once paneles temáticos.
Los encargados de inaugurar la jornada fueron Ricardo Martínez, socio responsable de ESG en Technology & Transformation de Deloitte; y Concha Iglesias, socia responsable de Sustainability de Deloitte, en una conversación titulada La tecnología como impulsor del crecimiento sostenible.
Ricardo Martínez Martínez defendió que la sostenibilidad necesita tecnología y definió la digitalización como "catalizador de todo el ecosistema ESG, desde la trazabilidad en la cadena de suministro hasta la automatización del cálculo de huella de carbono, la clave está en datos fiables y herramientas integradas”. Sin ellos, “las compañías no pueden cumplir ni con la nueva normativa ni con sus objetivos ambientales”, señaló. Asimismo, Martínez destacó “el papel de la inteligencia artificial, el blockchain o los gemelos digitales en la gestión de riesgos y la creación de valor”. Aseguró que “el mercado avanza en niveles muy desiguales, pero que quienes estructuran su tecnología como un modelo componible ganan en eficiencia”. Además, insitió “en la necesidad de sistemas robustos que permitan centralizar, auditar y reportar información”. En su opinión, “la tecnología ESG no es solo un instrumento: es el verdadero motor de la transformación empresarial”.
"La tecnología ESG no es solo un instrumento: es el verdadero motor de la transformación empresarial", Ricardo Martínez (Deloitte)
Por su parte, Concha Iglesias constató que “la sostenibilidad ya no es una opción, sino el eje de transformación del tejido empresarial europeo”. La experta indicó que “las compañías deben integrar criterios ESG en toda su estructura, desde la estrategia hasta la operativa”. Aunque España parte de una posición sólida, “se enfrenta a desafíos como la desigual transición entre territorios o la dependencia energética”, enumeró. Iglesias reivindicó la importancia del momento actual, donde “marcos como el Clean Industrial Deal pueden convertir a Europa en referente si se articulan inversiones, innovación y liderazgo”. En este camino, “la colaboración entre áreas y la profesionalización del reporting ESG son fundamentales”, apuntó la experta. Asimismo, alertó sobre los retos de la nueva regulación, como “la complejidad de los datos, la trazabilidad o la cobertura de la cadena de valor”. A su juicio, “solo si se apuesta por una transición justa y eficaz, Europa podrá liderar una sostenibilidad rentable y competitiva”.
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Tras ellos, el público conoció de primera mano el punto de vista de tres expertos que participaron en una mesa redonda: Antonio Aranda López, director Corporativo de Auditoría Interna Financiera y de Sostenibilidad de Banco Sabadell; Javier Puertas, director de Alianzas de Iberia en Workiva; y Almudena Pérez-Villamil, socia de Consultoría Tecnológica de Deloitte. Para esta última, “la sostenibilidad ya no puede limitarse a informes anuales ni a departamentos aislados: debe formar parte integral del ecosistema tecnológico y cultural de las organizaciones”, según explicó, para después añadir que “España lleva años incorporando tecnología al ESG, pero ahora el reto es extenderlo a toda la industria y construir modelos de datos que respondan con rigor a la regulación”. En su turno, Antonio Aranda, reforzó la idea de que “la transparencia es ya el principal canal de confianza con todos los públicos, más allá de la información financiera tradicional”. “La auditoría interna —precisó—, debe ser proactiva y garante de credibilidad para evitar el greenwashing”. Y Javier Puertas recalcó que “el uso tecnológico aporta trazabilidad y seguridad, pero también se enfrenta a obstáculos como la dispersión del dato, la resistencia al cambio o la necesidad de un modelo organizativo que articule una verdadera gobernanza ESG”.
"España lleva años incorporando tecnología al ESG, pero ahora el reto es extenderlo a toda la industria", A. Pérez-Villamil (Deloitte)
El tercer panel de la jornada contó con Juan Andrés Ortiz, IT Manager de Procesos financieros de Cosentino; Maria Monasor, Global Sustainability Principal de SAP; y Antonio Barba, director Assurance ESG de Deloitte. En sus respectivos turnos, coincidieron en señalar que la contabilidad del carbono se perfila como la nueva frontera de la sostenibilidad corporativa. Según explicaron, esta herramienta debe integrarse en la operativa diaria de las empresas, no solo como exigencia normativa, sino como base para la toma de decisiones y la eficiencia. Ortiz explicó que “Cosentino ya mide la huella de todas sus actividades mediante una calculadora propia, pero que el avance depende de un marco regulador más definido”. Monasor propuso “aplicar principios de la contabilidad financiera a la del carbono para que ambas evolucionen juntas en la cadena de valor, como ocurre con el IVA”. Barba, por su parte, insistió en “la importancia del dato trazable, fiable y auditado, y en la responsabilidad legal de los administradores”. Para él, la sostenibilidad “debe regirse con el mismo rigor y exigencia que el entorno financiero”.
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La jornada avanzó con un Q&A protagonizado por José Antonio Hernández Navarro, director de Digitalización y Tecnología para Energías Renovables y Áreas Corporativas de Repsol; y César Colado, socio de Estrategia IT de Deloitte, quienes abordaron cómo la sostenibilidad y la transformación tecnológica ya no pueden abordarse por separado. César Colado lo definió como una “twin transition” que muchas empresas “ven como un sobreesfuerzo”, pero que “en realidad encierra una oportunidad de generar valor a lo largo de toda la cadena”. José Antonio Hernández Navarro ejemplificó esta visión con el proceso de transformación iniciado en 2020 por la compañía que representa, tras su compromiso con los Acuerdos de París: “Repsol cuenta con hojas de ruta específicas por cada línea de negocio —industrial, química, hidrógeno verde, economía circular— y aplica tecnología avanzada como inteligencia artificial, gemelos digitales o plataformas como Waylet”, enlistó. Sin embargo, también advirtió que “el cumplimiento de los estándares europeos exige una inversión y una disciplina muy elevadas frente a competidores menos regulados”. En materia de sostenibilidad, “la compañía apuesta por el realismo, es decir, escalado progresivo, evolución normativa y coherencia entre estrategia y reporte, todo ello con un fuerte respaldo interno”, afirmó.
'Big data' y sostenibilidad: una alianza necesaria
La segunda parte del evento centró la mirada en el poder de los datos. Así, guíados por Borja Garcia Presa, director de Engineering de Deloitte, tres nuevos expertos analizaron cómo el big data ayuda a alcanzar los objetivos de sostenibilidad. Participaron en este panel Fernando Pardillo, Global Head of Sustainability de Astara; Ana Marín, Manager ESG reporting compliance de Amadeus; y David Leiva, director de cuentas de Energia y Utilities de Google.
Los expertos coincidieron en que la calidad, trazabilidad y transversalidad de la información ESG son hoy los grandes retos
De nuevo hubo consonancia, ya que los tres coincidieron en que la calidad, trazabilidad y transversalidad de la información ESG son hoy los grandes retos. Marín subrayó “las dificultades para adaptar la normativa global a contextos locales” y abogó “por una fuente única de datos que unifique lo financiero y lo no financiero”. Desde Google, Leiva expuso cómo la firma “lidera con energía limpia y modelos inteligentes de consumo desde 2017” y cómo usan “inteligencia artificial y datos satelitales con algunos partners —como en el caso de Unilever— para evaluar, por ejemplo, impactos ambientales en tiempo real”. Pardillo aprovechó su turno para destacar “la importancia de conectar vehículos y ciudades para medir emisiones y mejorar la movilidad urbana”, hasta el punto de que Astara asesora incluso a las algunas administraciones a diseñar ciudades más sostenibles.
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A continuación, moderado por Lorena Bustabad, redactora de El Confidencial, el siguiente panel contó con la participación de Joan Ral, Global CIO de Celsa; Mario Romero, Head of Sales Iberia de Osapiens; Enrique Stampa, Practice Director EPM/ESG/GRC de Avvale; Laura Dolado Contreras, Senior Vice President at BBVA – Advisory y Global Transaction Banking; y Cecilia Dall’ Acqua, socia de Economía Circular y Sustainability de Deloitte.
Joan Ral expuso cómo su compañía recicla “el 95% del acero” y promueve “proyectos de economía circular mediante asociaciones y transparencia en la cadena de valor”. Enrique Stampa compartió su metodología “basada en 24 objetivos ligados a los ODS y proyectos tecnológicos como plataformas fotovoltaicas con sensores que miden impactos ambientales”. Laura Dolado alertó del riesgo de greenwashing y subrayó “el rol de la banca para financiar cadenas de valor sostenibles a través de datos verificados, apostando por las pymes y su transición”. Mario Romero reforzó que “la inteligencia artificial permite automatizar procesos y validar decisiones realmente sostenibles”. Y Cecilia Dall’ Acqua reclamó “rediseñar los modelos de negocio e integrar tecnología para activar el potencial de la economía circular, una herramienta que puede cubrir el 45% de los objetivos climáticos globales”.
Antes de alcanzar la hora de comer, tuvo lugar el último panel de la mañana, titulado Sostenibilidad en tiempo real: IA, cloud y decisiones con impacto, participado por Aitor Madoz, director de Operaciones, Logística y Sostenibilidad de Cofares; Matías Toye, Business Development Partner UK & EU de CrediblESG; y Alfonso Cossío, Applications Country Leader de Oracle. El moderador de la mesa redonda fue Jorge Arahuetes, socio responsable de Engineering de Deloitte.
"Fortalecer procesos, garantizar la trazabilidad e integrar la IA en auditorías ya es parte del lenguaje empresarial", M. Toye (CrediblESG)
Para Aitor Madoz, “la logística farmacéutica —intensiva en carbono— puede reducir su impacto mediante planificación, IA y análisis de datos propios, sin perder eficiencia ni capilaridad”, tal y como resaltó. Para él, el reporting no es un fin, “sino un medio para mejorar procesos, fidelizar empleados y optimizar toda la cadena de valor”. Por su parte, Matías Toye incidió en que “el foco debe estar en el input, no en el output: fortalecer procesos, garantizar la trazabilidad e integrar la IA en auditorías ya no es opcional, sino parte del lenguaje empresarial”. En este sentido, señaló que “el principal reto es cultural, no tecnológico”. Finalmente, Alfonso Cossío subrayó que “IA y cloud son las herramientas clave para interconectar ESG y negocio”. Con ellas, “se reducen tiempos, se mejora la planificación y se definen acciones con impacto”. Por ello, este experto defendió el modelo de “data centers más sostenibles”, aunque también alertó de que “el verdadero reto está fuera de Europa”.
Claves para liderar el cambio real
En el turno vespertino de la jornada, de nuevo la periodista Lorena Bustabad moderó una mesa redonda, en este caso participada por David Villarino González, Head de Enterprise Risk Management de Generali; Nicolás Delgado, Net Zero Cloud Account Executive EMEA de Salesforce; Sergi López Montalban, Senior Sales Responsable Automation de IBM; y Sergio Simón, socio de Modelos de Riesgos Climáticos de Deloitte.
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Para todos ellos, el riesgo climático ha dejado de ser una hipótesis futura para convertirse en una variable crítica del presente. Así lo afirmaron Sergio Simón y David Villarino, al defender el papel clave del sector asegurador, históricamente vinculado al análisis de catástrofes y pionero en el uso de modelos predictivos. Hoy, “los volúmenes de datos y la necesidad de estimar escenarios complejos requieren un motor tecnológico más potente”, reivindicaron ambos. En esa línea, Nicolás Delgado constató que “la tecnología no solo habilita, sino transforma: su papel es traducir grandes datos en acciones concretas dentro de marcos de decisión gobernados con inteligencia”. Sergi López coincidió: “la IA y la simulación son esenciales para minimizar el pasivo futuro de los riesgos climáticos, gracias a bases de datos históricas y modelos multivariables”. Por otra parte, Delgado advirtió que “el reto no es solo técnico: es de liderazgo y gobernanza. Hoy el mayor riesgo no es fallar, sino no hacer nada”, reflexionó.
El tramo final del encuentro estuvo protagonizado principalmente por mujeres. Una de ellas es Laura Delgado, socia Global Investment & Innovation Incentives de Deloitte Legal, quien explicó que “la transición ecológica europea no se basa solo en exigencias regulatorias, sino también en un sólido respaldo financiero”. La experta detalló “los múltiples mecanismos de financiación pública disponibles para proyectos sostenibles”, que van “desde subvenciones directas hasta instrumentos para recuperar inversiones ya acometidas”. Detacó que “la clave está en conocer y aprovechar estos fondos como herramienta estratégica”. Igualmente, recordó que “muchas de estas ayudas llegan directamente desde Europa a los estados miembro y permiten cerrar brechas estructurales de inversión”.
"El sentimiento de pertenencia moviliza más que cualquier campaña. Hoy, los consumidores buscan valores y relatos honestos", María Negro
Tras ella, Rocio Abella, socia de Human Capital de Deloitte; y Luis Carlos Moya Rebate, socio de Fiscal y Legal de Deloitte Legal, conversaron acerca del aspecto social. Lo hicieron en un panel titulado Personas con propósito: activando la “S” del ESG con datos, talento y tecnología, que sirvió de antesala para el cierre del evento.
La responsabilidad de clausurar la jornada recayó sobre María Negro Barroso, formadora y consultora de comunicación de negocios inconformistas y formadora en sostenibilidad, quien también es autora del libro Cambia el Mundo. Durante su ponencia inspiracional, defendió que “innovar es desafiar lo establecido” y subrayó su apuesta “por el activismo corporativo” porque “conectar con el propósito y comunicar el impacto social son pilares para liderar un cambio real”. Bajo su perspectiva, iniciativas impulsadas por ella como el Green Friday o Consumo con Coco “demuestran que el sentimiento de pertenencia moviliza más que cualquier campaña. Hoy, los consumidores buscan valores y relatos honestos”, reivindicó. En su mensaje final quiso estar a la altura de los objetivos del encuentro, por ello recomendó “compartir desde la vulnerabilidad, liderar desde el ejemplo y convertir el no en impulso transformador”, concluyó.
La sostenibilidad se ha convertido en una palanca estratégica para las empresas. Ya no basta con cumplir con la normativa: ahora se trata de liderar desde el impacto, con datos fiables y tecnología como motor. El enfoque ESG —ambiental, social y de gobernanza— exige una transformación estructural del negocio, donde cada decisión esté alineada con los retos globales y las oportunidades locales. En este escenario, la digitalización permite escalar soluciones, anticipar tendencias y avanzar hacia una sostenibilidad medible, conectada y eficiente.