Talgo busca un socio industrial para evitar una sanción 'mortal' de la Renfe alemana antes de 2026
El fabricante español quiere aumentar su capacidad para poder cumplir con el contrato con Deutsche Bahn. Su cartera de pedidos se sitúa ya en los 6.000 millones de euros
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Talgo busca cumplir urgentemente con el pedido 2.000 millones que necesita la ‘Renfe alemana’, Deutsche Bahn. El fabricante español busca un socio industrial para entregar a la empresa que controla el Estado alemán un total de 60 trenes en el segundo semestre de este año para evitar una sanción millonaria. Se trataría de una cláusula similar a la que ha activado Renfe y por la que el operador ferroviario español reclama a Talgo 116 millones de euros.
Según informan fuentes conocedoras a El Confidencial, Talgo busca contrarreloj un aliado a quien subcontratar la fabricación de parte del pedido para evitar una indemnización que podría ser ‘mortal’. El fabricante español, como adelantaba este medio, inició negociaciones con Deutsche Bahn para reducir el pedido de 79 a 60 trenes por no poder cumplir con su compromiso de entregarlo a finales de 2024.
Pero, pese a la reducción, el pedido está en el aire y Deutsche Bahn se empieza a impacientar. El fabricante con sede en Las Rozas (Madrid) lleva desde febrero esperando que entre en su accionariado el consorcio vasco que lidera Sidenor para iniciar un nuevo plan industrial y refinanciar los 400 millones que tiene de deuda tras cerrar 2024 con unos números rojos de 105 millones. Una operación de compra que no se produce porque al consorcio vasco no le salen las cuentas. La empresa vale ahora 378 millones de euros en bolsa, un 25% menos desde que pactó la compra de la participación de Trilantic, el fondo británico que controla un 29% de su capital.
La empresa tiene un atasco en su negocio industrial y arrastra pérdidas por los 116 millones que tuvo que provisionar para pagar la sanción de Renfe por el retraso de su pedido de 1.500 millones. El Gobierno español ha ofrecido a Talgo no pagar la multa de Renfe hasta 2031 para dotarle de oxígeno para ejecutar los pedidos y facilitar la entrada de Sidenor. Aunque la negociación está en punto muerto y la empresa sigue paralizada. El pedido de Deutsche Bahn duplica al de Renfe y, según cifran las mismas fuentes, la sanción por incumplimiento de este contrato podría tener un coste similar, del 10%. Esto colocaría la sanción en cerca de 200 millones. Sumando las dos, la de Renfe y Talgo, equivalen a casi el 85% de su capitalización de mercado actual.
Segundo semestre
Una cosa está clara: Deutsche Bahn no es Renfe y tiene menos razones políticas para ser benévolo con las reclamaciones. Y, si procediera con la petición de la indemnización, generaría una incertidumbre crítica sobre las cuentas de Talgo. La empresa ferroviaria germana, de momento, acepta aliviar el pedido y limitar estos trenes a su negocio en Alemania, cuando inicialmente se habían esperado para abrir líneas con Países Bajos, Austria y Suiza.
Unas concesiones que se produjeron antes de anunciarse que Talgo había aceptado un pedido de 2.400 millones para fabricar 65 trenes para su mayor competidor en Alemania, FlixTrain. Es más, si se confirma la reducción del pedido de Deutsche Bahn, Flix arrebatará el título a su socio alemán de tener ‘el mayor contrato con Talgo’.
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Desde Talgo señalan a este medio que no entran a valorar contratos con clientes. Por su parte, Deutsche Bahn confirma que el fabricante español todavía no ha entregado ningún tren. “Talgo es responsable del proceso de pruebas y homologación. Debido a los retrasos en las entregas anunciados por Talgo, Deutsche Bahn prevé la entrega del tren de larga distancia y alta velocidad ICE L en el segundo semestre de 2025. El ICE L se utilizará inicialmente en Alemania”, explica un portavoz de Deutsche Bahn a El Confidencial.
¿Hungría o Polonia?
La primera opción que se manejaba era Magyar Vagon, el fabricante húngaro al que Moncloa le impidió comprar Talgo el pasado año. Desde el mercado se especulaba con unas negociaciones abiertas para aumentar la fabricación con este socio. Una negociación que Talgo ha negado ante la consulta de este medio, pese a que desde el sector se asegure que es la principal opción.
La otra opción es la empresa polaca de fabricación de material rodante ferroviario, Pesa. Talgo firmó en 2024 con la empresa participada por el Estado polaco un Memorando de Entendimiento en septiembre de 2024 y ha ofrecido en estos meses sus fábricas para aliviar el déficit de capacidad de sus plantas españolas. No obstante, esta predisposición se ha enfriado desde que el Gobierno español impidió a Polonia lanzar una OPA por Talgo para facilitar la entrada de Sidenor.
La urgencia para conseguir un socio industrial es todavía mayor por el atasco que tiene Talgo en su cadena de montaje, que ha engordado con el contrato de Flix. En principio, los primeros trenes de ese pedido se fabricarán en España pero, desde el sector, se da por hecho que necesita un socio urgente si quiere cumplir con una cartera que alcanza los 6.000 millones de euros con este nuevo contrato.
Talgo busca cumplir urgentemente con el pedido 2.000 millones que necesita la ‘Renfe alemana’, Deutsche Bahn. El fabricante español busca un socio industrial para entregar a la empresa que controla el Estado alemán un total de 60 trenes en el segundo semestre de este año para evitar una sanción millonaria. Se trataría de una cláusula similar a la que ha activado Renfe y por la que el operador ferroviario español reclama a Talgo 116 millones de euros.