El plan de Ribera para la competencia entre 'telecos' en la UE pone a prueba la visión de Telefónica
Las grandes empresas de telecomunicaciones piden una revisión ambiciosa de las normas de competencia que faciliten la concentración en los mercados nacionales
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Los rumores del interés de Telefónica por adquirir Vodafone España han devuelto a la primera plana los esfuerzos de la compañía española por crecer a través de la consolidación dentro de los mercados nacionales, algo ante lo que tradicionalmente la Comisión Europea ha sido muy reacia. Es una cuestión europea: los gigantes de las telecomunicaciones europeas, como Orange, Vodafone, Deutsche Telekom o KPN vienen reclamándolo desde hace tiempo. Las maniobras de Telefónica, que según el Financial Times también estaría abriéndose a invertir en centros de datos y servicios de ciberseguridad para convencer al Ejecutivo comunitario del rol estratégico de las ‘telecos’, coinciden con un momento clave para las normas de competencia: la Comisión ha lanzado la consulta pública para revisar sus directrices de fusiones horizontales (HMG, por sus siglas en inglés), cuya reforma es clave si los grandes actores europeos del sector quieren que Bruselas tenga más manga ancha con ellas.
En su posicionamiento actual, el Ejecutivo comunitario se ha mostrado más abierto que en el pasado a adoptar una nueva estrategia, pero sigue rechazando el principio de que empresas más grandes llevarían a una mayor innovación, uno de los principales argumentos de las ‘telecos’. La misión principal de Marc Murtra al frente de Telefónica es precisamente avanzar en este ámbito. Desde hace mucho tiempo, la compañía y los otros gigantes europeos vienen reclamando que la UE sea más flexible en la aplicación de las normas de competencia para permitirles crecer. Y están siendo cada vez más asertivos.
A principios de enero de 2025, algunas de estas compañías se reunieron con la recién nombrada vicepresidenta ejecutiva a cargo de Transición y Competencia, la española Teresa Ribera, para exponerle su "opinión sobre la política de competencia y telecomunicaciones de la UE". El asunto es tan central que la primera intervención de Murtra cuando llegó a la cúpula de Telefónica, en febrero de 2025, se centró precisamente en esta cuestión. "Ante la disrupción tecnológica continuada en la que estamos inmersos, el sector de las telecomunicaciones es necesario acabar con la fragmentación del sector para garantizar la soberanía tecnológica en Europa", señaló entonces. Ya su antecesor, José María Álvarez-Pallete, había hecho mucho hincapié en este asunto y la empresa ha sido muy activa en Bruselas.
Revisión de las normas
El momento es clave porque hay un cambio de mentalidad en Bruselas. Con un empuje por parte de Francia y Alemania, que vienen desde hace mucho tiempo defendiendo la aparición de "gigantes europeos" en distintos sectores, el Ejecutivo comunitario ha abrazado un cambio de enfoque respecto a la competencia, no centrándose únicamente ya en que los usuarios obtengan el mejor precio, sino dando más peso a la competencia global o la innovación. Es en ese marco en el que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, encarga a Ribera la revisión de la HMG. La teoría de Telefónica y de otras grandes empresas de las telecomunicaciones es clara: para que el sector europeo vuelva a ser fuerte, primero tiene que haber un proceso de consolidación nacional.
Ahí es donde chocan con los límites de las actuales normas de competencia. La Comisión Europea está de acuerdo con lo que defiende Murtra, que ha explicado que deben aparecer "titanes tecnológicos" que puedan competir con sus pares en Estados Unidos y China, pero las diferencias pueden estar en el rol que deben jugar las operaciones dentro de los mercados nacionales en ese proceso de crear gigantes europeos. Estas empresas se han apoyado mucho en el informe sobre la competitividad europea que la Comisión encargó a Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo (BCE) y antiguo primer ministro de Italia, que aborda precisamente la cuestión de la escala de las ‘telecos’.
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Preguntada por el supuesto interés de Telefónica por Vodafone España, que adelantó La Comisión Europea, recuerda que cualquier operación que supere los umbrales establecidos por las normas de competencia europeas requiere de su luz verde, como ocurrió recientemente con la operación entre Orange y MásMóvil en España. Las grandes ‘telecos’ confían en que operaciones como esa sean más sencillas en el futuro con la revisión de las directrices sobre operaciones horizontales. La batalla por esa modificación será, en todo caso, larga.
Actualmente, la Comisión tiene abierta la consulta pública, que cerrará en septiembre de este año, y tiene prevista la adopción de las nuevas directrices a finales de 2027. "La escala podría proporcionar a las empresas beneficios tales como menores costes, mejor acceso a los mercados de capitales o capacidades de I+D+i que aumenten su capacidad de invertir e innovar", explica la Comisión Europea en un documento de "contexto técnico" circulado cuando comenzó a trabajar en la reforma de las directrices. En ese mismo documento, el Ejecutivo comunitario menciona el caso del sector de las telecomunicaciones como un ejemplo de ámbito en el que son necesarias "inversiones sustanciales". Sin embargo, Bruselas apunta que "el tamaño de las empresas no suele reflejar la capacidad de invertir e innovar, ya que muchas de las empresas más innovadoras en sectores como el farmacéutico, la biotecnología, el digital o la alta tecnología son PYME".
Mercados relevantes
De hecho, la Comisión rechaza que el "tamaño" sea una cuestión que tenga en cuenta. Apunta que lo que analiza es el "poder de mercado", definido como la "capacidad de una o varias empresas para aumentar los precios de forma rentable, reducir la producción, la oferta o la calidad de los bienes y servicios, disminuir la innovación o influir de otro modo en los parámetros de la competencia". El Ejecutivo comunitario defiende de hecho que desde 2015 ha aprobado las cuatro operaciones transfronterizas que se han realizado en el sector de las telecomunicaciones en la Unión Europea, tratando de mostrar así que no ha impedido que las empresas adquieran escala, sino que concentren demasiado "poder de mercado". La palabra clave aquí es "mercado".
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¿Cuál es el mercado? ¿Es España o es el Espacio Económico Europeo? En los documentos que ha circulado, la Comisión Europea explica cómo para diferentes sectores el mercado relevante es diferente. Hay ocasiones en las que el mercado relevante es global, en otros casos es el europeo. Pero hay otros en los que el mercado relevante es el nacional. Y el "poder de mercado" que se acumula con una operación debe contrastarse con el mercado nacional, no con el europeo o el global. De hecho, el documento detalla que "la Comisión ha considerado hasta ahora que los mercados de algunos sectores, en particular las telecomunicaciones, son de ámbito nacional, pero ello se debe a las barreras reglamentarias existentes".
Las ‘telecos’ saben que ahora mismo luchan en dos frentes, y que estos están conectados: por un lado, las normas de competencia, y por el otro la fragmentación del Mercado Único con regulaciones nacionales diferentes que impiden a las empresas operar fácilmente en todo el espacio europeo. Respecto a la revisión de las directrices, Telefónica señala que hay que ir incluso más allá, porque recuerda que eso es solamente una guía para ofrecer claridad sobre cómo va a proceder el Ejecutivo comunitario. La empresa española pide de hecho una revisión a fondo del Reglamento de Control de Concentraciones de la UE, que lleva 20 años sin revisión.
Los rumores del interés de Telefónica por adquirir Vodafone España han devuelto a la primera plana los esfuerzos de la compañía española por crecer a través de la consolidación dentro de los mercados nacionales, algo ante lo que tradicionalmente la Comisión Europea ha sido muy reacia. Es una cuestión europea: los gigantes de las telecomunicaciones europeas, como Orange, Vodafone, Deutsche Telekom o KPN vienen reclamándolo desde hace tiempo. Las maniobras de Telefónica, que según el Financial Times también estaría abriéndose a invertir en centros de datos y servicios de ciberseguridad para convencer al Ejecutivo comunitario del rol estratégico de las ‘telecos’, coinciden con un momento clave para las normas de competencia: la Comisión ha lanzado la consulta pública para revisar sus directrices de fusiones horizontales (HMG, por sus siglas en inglés), cuya reforma es clave si los grandes actores europeos del sector quieren que Bruselas tenga más manga ancha con ellas.