La guerra de hipotecas de la banca recorta el diferencial con el euríbor
Los bancos aceleran en su ofensiva comercial y han disminuido la liquidez que tienen en el BCE hasta el punto más bajo desde el verano de 2020
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Los bancos siguen enfocados en crecer en el mercado hipotecario. Todas las entidades quieren crecer en flujos para compensar la reducción de los tipos de interés y mantener la generación de beneficios a niveles récord. El diferencial del coste de las nuevas hipotecas con el euríbor está cayendo cada mes.
Las entidades están en plena guerra hipotecaria para aprovechar la recuperación del mercado y, además, intentar arañar cuota a los competidores. Héctor Grisi, consejero delegado de Banco Santander, reconoció en abril en la presentación de resultados del grupo que el negocio de hipotecas tiene un atractivo “limitado” a los precios actuales.
Pero estos precios siguen bajando por el empuje comercial de la mayoría de entidades, que quieren crecer y, en la mayoría de los casos, consideran que podrán rentabilizar a los clientes con la oferta de otros productos, como fondos o seguros. Es decir, aunque la rentabilidad de una hipoteca concedida se desplome, se asume que se vinculará al cliente durante un periodo amplio en el que se podrá comercializar más productos.
CaixaBank, líder del mercado, registró un incremento de la nueva producción de hipotecas del 62% interanual en el primer trimestre. BBVA y Sabadell han intensificado el empuje comercial para mostrar al mercado crecimientos en plena opa hostil. Unicaja quiere recuperar el terreno perdido tras el cambio en la gestión del año pasado. Y las entidades de menor tamaño cada vez aprietan más. Las regionales para explotar la vinculación del cliente, y las que cuentan con menor estructura de costes, para explotar su mayor flexibilidad.
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Así, los bancos están tirando de liquidez para poner en el mercado más crédito. El volumen de liquidez que tienen los bancos españoles en el Banco Central Europeo (BCE), según datos del Banco de España, se redujo en mayo hasta los 190.815 millones, la cifra más baja desde junio de 2020, antes de que empezaran los manguerazos del BCE para asegurar que no hubiera problemas de liquidez en la banca europea durante el covid.
Los bancos rentabilizan esta liquidez depositada en el BCE, porque se remunera al tipo de interés oficial. Sin embargo, las entidades prefieren usarla para incrementar el volumen de créditos, especialmente en hipotecas. Esto también implica una reducción del coste de los nuevos préstamos para la compra de vivienda.
El tipo de las nuevas hipotecas cayó en abril hasta el 2,74%, según los datos del Banco de España, desde el 2,8% del mes anterior. Los tipos vienen bajando según lo hace el euríbor, que en abril se redujo al 2,14% y en mayo al 2,08%.
Los bancos españoles suelen presumir de que las hipotecas en España están entre las más baratas de Europa, lo cual es cierto. Aunque también lo es que es uno de los países donde menos se remunera el pasivo, ante la ausencia de traslación de los tipos de interés a los depósitos.
En cualquier caso, que bajen los tipos de las hipotecas según lo hace el euríbor es lo lógico. Lo que es llamativo es que se está reduciendo el diferencial. Si se compara con el futuro sobre el euríbor, en abril y en marzo se situó en 0,44 puntos porcentuales, desde los 0,49 puntos porcentuales de febrero, cuando bajó de los 500 puntos básicos.
De hecho, este diferencial llegó a superar el punto porcentual a lo largo de 2023 y 2024, antes de que los bancos abrieran el grifo para impulsar el crédito. Las entidades han tenido tres años de beneficios récord gracias a una explosión de márgenes por las subidas de tipos del BCE entre 2022 y 2023. No tuvieron que hacer nada más que sentarse a esperar, después de años de recortes para priorizar la eficiencia. Ahora, necesitan crecimiento para evitar un ajuste en sus ganancias.
Los bancos siguen enfocados en crecer en el mercado hipotecario. Todas las entidades quieren crecer en flujos para compensar la reducción de los tipos de interés y mantener la generación de beneficios a niveles récord. El diferencial del coste de las nuevas hipotecas con el euríbor está cayendo cada mes.