Amusategui (Kibo Ventures): “Para invertir en una ‘startup’, tenemos muy en cuenta la integridad del emprendedor”
POR EC BRANDS
El cofundador de Kibo Ventures estudió el MBA de Esade en 1982. Ahora, regresa a la institución académica para participar en ‘Visiones con Impacto’, un ciclo de entrevistas en el que figuras destacadas del mundo empresarial conversan con profesores de Esade sobre su trayectoria y visión del liderazgo
ace algo más de 40 años, un profesor le dijo que estudiar un MBA es como aprender un lenguaje, que te permite estructurar la realidad que nos rodea. Hoy, tras una larga trayectoria en el mundo de las finanzas y la inversión, el cofundador de la firma de venture capital Kibo Ventures Partners SGEIC SA, José María Amusategui, recuerda muy bien esas palabras: “Las asignaturas de Management me permitieron entender el mundo, algo que fue esencial para mi desarrollo profesional”.
Tras estudiar Derecho, cursó el Master in Business Administration (MBA) en Esade en 1982. Hoy vuelve al campus, esta vez en las nuevas instalaciones de Esade en Madrid, para inaugurar Visiones con Impacto, una serie de entrevistas que conectan a antiguos alumnos con profesores referentes, en conversaciones sobre liderazgo, propósito e innovación. Le recibe Lisa Hehenberger, profesora del Departamento de Dirección General y Estrategia de Esade y directora del Esade Center for Social Impact - ECSI.
Con más de 30 años de trayectoria, Amusategui ha estado vinculado al mundo de la consultoría y financiero desde mediados de los 80, primero en Arthur Andersen (hoy Accenture), luego en Advent España, donde tuvo su primer contacto con el venture capital, y finalmente desde 1992 hasta 2006 en UBS, primero en banca de inversión y luego en Wealth Management. “La experiencia en Advent en venture capital me sirvió para darme cuenta de la gran oportunidad que había en España con la revolución digital”.
Con esta reflexión como base y después de cofundar en 2006 Cygnus Asset Management, una boutique de fondos de cobertura (hedge funds) que ha estado operativa más de 15 años, creó en 2012 Kibo Ventures junto a Aquilino Peña y Javier Torremocha. Desde entonces, han invertido en más de 75 compañías, entre ellas cinco unicornios (compañías valoradas en más de 1.000 millones de dólares) y más de 20 salidas exitosas. En 2023 lanzaron Nzyme, su primer fondo de private equity para pymes tecnológicas, con un nuevo equipo especializado.
Pequeñas acciones pueden ayudar mucho con problemas de funcionamiento, de integración y de bienestar en una compañía
“En todos estos años he visto la enorme evolución del ecosistema emprendedor. Han aumentado los recursos y el número de personas formadas en las mejores universidades y escuelas de negocio y de ingeniería nacionales e internacionales, así como con experiencia relevante en compañías tecnológicas. Ahora, además, encontramos muchos fundadores que ya han creado otras compañías previamente. Llegan con una experiencia previa y hacen que el entorno sea mucho más sofisticado”.
El venture capital cerró 2024 con un volumen de actividad de 925 millones de euros en 575 inversiones (un 3% más que en 2023), según las estimaciones de SpainCap a través de la plataforma europea EDC, que afirma que se trata del tercer mejor registro histórico por detrás de 2021 y 2022. “Seguimos la misma estrategia que en los comienzos, invirtiendo en pre-series A y series A, una fase en la que las compañías ya tienen más vida y han probado sus productos. Las valoraciones aumentan, es cierto, pero el riesgo disminuye mucho”, comenta el entrevistado.
La gestora de venture capital invierte en startups de deep tech (inteligencia artificial, cloud, big data…) y en otras de sectores como health tech o edTech. “En las fases en las que empezamos, las empresas suelen tener menos de 10 empleados. En esos momentos los emprendedores necesitan ayuda sobre las áreas que conocen menos y cuentan con un nivel enorme de motivación. Nosotros miramos también sus capacidades personales para liderar y comunicar, su honestidad y su integridad. Son aspectos esenciales”. Además, Lisa Hehenberger destaca otro valor esencial en los emprendedores: la capacidad de aprender de los errores. “Esta cultura, esta visión de que los errores se convierten en algo positivo, es algo que vemos mucho en Estados Unidos, y es esencial que todos los emprendedores lo interioricen”, asegura.
No invertimos en sectores o compañías que son problemáticas para la sociedad, como armamento, alcohol o tabaco
Amusategui subraya también la importancia de los valores a la hora de emprender, recordando junto a la profesora su paso por Esade y las raíces jesuitas de la institución académica: “Los valores son la forma de interpretar la vida, y deben aplicarse tanto en lo personal como en lo profesional”.
El cofundador de Kibo Ventures señala algunos importantes para él, como la empatía: “Comprender y entender a las personas es esencial. Pequeñas acciones a veces ayudan mucho con problemas de funcionamiento, de integración y de bienestar de la gente. Todo ello se necesita en una compañía”. En este sentido, la profesora añade que “estos valores son necesarios tanto si montas un equipo, como si formas parte de un equipo. Integrarlos hará que el entendimiento entre todos sea recíproco”.
Inversión de impacto
En relación con las compañías en las que invierte Kibo Ventures, Lisa Hehenberger pone sobre la mesa la importancia de la inversión de impacto: “Hace 20 años casi no se hablaba de esto. En 2010 organizamos el primer evento de venture philanthropy en España y no sabíamos ni a quién invitar. Ahora, el panorama ha cambiado mucho y hoy es parte de la agenda global”.
Precisamente, Lisa fundó en Esade el Center for Social Impact, un think tank académico que desarrolla e impulsa rigurosos estudios sobre impacto social, enfocándose en temas como la inversión de impacto, el emprendimiento social y la medición del impacto. “El crecimiento emerge de las preocupaciones de la sociedad”, reflexiona Amusategui, quien añade que el debate impacto-rentabilidad que se da alrededor de este tipo de inversión no es tan relevante cuando se añade el factor tecnología: “Son dos caras de la misma moneda. Si quieres tener impacto, más te vale ser rentable. Y ahí las tecnologías juegan un papel esencial en generar modelos de negocio que permiten escalar soluciones con impacto”.
En Kibo Ventures se han adherido a algunos de los principios para la Inversión Responsable (PRI, por sus siglas en inglés), aunque, como señala la profesora, algunos exigen imponer estrictos criterios de reporting a startups que todavía no están preparadas. “Nosotros no invertimos en sectores o compañías que son problemáticas para la sociedad, como armamento, alcohol o tabaco”, afirma Amusategui. No obstante, “intentamos ser coherentes con lo que hacemos y, aunque invertimos con un enfoque de impacto, no invertimos únicamente en impacto. En esas fases tempranas, las startups no van sobradas de recursos, y algunos principios, bajo nuestro punto de vista, son demasiado exigentes para ellas”.
Para cerrar la conversación en el nuevo campus de Esade en Madrid, Lisa lanza una última pregunta: “¿Qué consejo te darías a ti mismo con 20 años? A lo que Amusategui respondió: “He tenido la suerte de dedicarme a lo que me apasiona. Quizás es interesante entender que, aunque crees que tomas decisiones, muchas veces es el mercado el que decide por ti. Hay que saber leer las señales. Y seguirlas. Siempre con pasión”.