Oughourlian fulmina a las independientes díscolas de las comisiones de control de Prisa
El presidente franco armenio tiende la mano izquierda al Gobierno para acercar posturas, mientras con la derecha elimina a dos de los personas próximas al Contreras y al PSOE
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Joseph Oughourlian jugó ayer con la mano izquierda y con la derecha para lidiar en la junta general de accionistas de Prisa ante la presión del Gobierno de Pedro Sánchez. Con la primera, tendió la mano a los accionistas beligerantes próximos a Moncloa para solucionar sus diferencias, que han acabado en los tribunales. En la otra, se puso el guante de boxeo para expulsar de las comisiones de auditoría, control y nombramientos a las consejeras independientes que se habían opuesto a varias cláusulas de la refinanciación y a la destitución de Carlos Núñez, el consejero delegado de Prisa Media.
Tras acabar la junta, en la que Oughourlian abrió la puerta a negociar con el grupo liderado por José Miguel Contreras, el presidente de Prisa decidió expulsar a María José Rey Stole y a Isabel Sánchez de las comisiones que se dedican a fiscalizar a los administradores. La primera, muy cercana al PSOE a través de su pareja, Luis Arroyo, habitual tertuliano favorable al Gobierno, formaba parte de la Comisión de Auditoría, Riesgos y Cumplimiento, mientras que la segunda era miembro de la anterior y de la de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo.
Rey Stole, propietaria de We Are Knitters, una aplicación de tejer lanas que ha estado al borde del concurso de acreedores, e Isabel Sánchez habían hecho un frente común con Contreras y con los Polanco para lanzar una cadena de televisión en abierto promovida por el Gobierno de Pedro Sánchez, así como oponerse a ciertos aspectos de la refinanciación de casi 800 millones de euros cuyo vencimiento inminente ponía contra las cuerdas a la editora de 'El País' y 'Cadena SER'.
Según fuentes próximas a Prisa, la medida adoptada por Oughourlian es una respuesta a la demanda interpuesta por Global Alconaba contra la refinanciación aprobada hace unas semanas y que garantiza la permanencia del presidente en su cargo al incluir la denominada cláusula ‘key man’. Es decir, un apartado del contrato de los acreedores por el que, en caso de destitución del primer ejecutivo, tienen derecho a ejecutar las garantías y hacerse con la mayoría del accionariado de la compañía.
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Para Alconaba, dirigida por Andrés Varela Entrecanales y Contreras, esta cláusula supone la toma fáctica de control de Oughourlian sobre Prisa, de la que es dueño del 29,9 % del capital, por lo que han considerado denunciarlo ante los tribunales. Un paso que, según indicó el presidente, le ha supuesto un coste de 12 millones de euros al grupo, ya que los acreedores, principalmente Pimco y Barclays, obligaron a incluir la citada exigencia en el contrato de extensión de la deuda.
Esos 12 millones le han dolido a Oughourlian que, mientras con una mano mostró su disposición a sentarse con Contreras, con la otra les ha limitado su capacidad de acción dentro del consejo de administración. Es decir, con la izquierda ha actuado como presidente pacificador y con la derecha como el inversor activista o rebelde que es a través de Amber Capital. De hecho, tras la junta, a preguntas de la prensa, aseguró que “me siento más cómodo en el segundo papel que en el primero”.
Para el inversor de origen franco‑armenio, la demanda judicial, cuyas medidas cautelares fueron rechazadas por el juzgado, ha sido "un tiro en el pie" contra ellos mismos, que no ha hecho más que encarecer los costes de la refinanciación. La familia Polanco, dueña del 7,6 % del capital y fundadora de 'El País', también se opuso a la citada cláusula y se sumó al grupo de beligerantes. Hasta el punto de que en la junta anunció que tomará las medidas oportunas por la ampliación de capital paralela que propuso Oughourlian para dar entrada a inversores próximos a él.
Sin embargo, a la hora de votar la mayoría de los puntos del orden del día, todos los accionistas díscolos apoyaron la gestión del presidente, que obtuvo un respaldo del 99,5 % de los asistentes. Como Global Alconaba, los Polanco y Adolfo Utor, dueño de Balearia y hombre próximo al PSOE valenciano, estaban presentes en el acto, se deduce que su voto también fue favorable a Oughourlian, lo cual sorprendió incluso a varios de los asistentes. No al presidente, que indicó que "ya sabía el resultado antes de celebrarse la junta".
Joseph Oughourlian jugó ayer con la mano izquierda y con la derecha para lidiar en la junta general de accionistas de Prisa ante la presión del Gobierno de Pedro Sánchez. Con la primera, tendió la mano a los accionistas beligerantes próximos a Moncloa para solucionar sus diferencias, que han acabado en los tribunales. En la otra, se puso el guante de boxeo para expulsar de las comisiones de auditoría, control y nombramientos a las consejeras independientes que se habían opuesto a varias cláusulas de la refinanciación y a la destitución de Carlos Núñez, el consejero delegado de Prisa Media.