BBVA se queda sin argumentos para no mejorar el precio de la opa al Sabadell
El banco ha negado la posibilidad de incrementar el precio de la oferta, pero el mercado da por hecho que tendrá que hacerlo si quiere que triunfe la opa
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Las cotizaciones de BBVA y de Banco Sabadell están anticipando que el banco presidido por Carlos Torres va a mejorar la oferta. Si no, es difícil que muchos accionistas acudan al canje para perder dinero, en vez de haber vendido antes.
Múltiples fuentes financieras consultadas coinciden en que ahora la opa es imposible de predecir. La consulta pública sobre la operación lanzada por el Gobierno la ha metido de lleno en el barro político. Es la antesala de la más que probable intervención del Consejo de Ministros para analizar, y potencialmente endurecer, los compromisos que impuso la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Pero si el Ejecutivo mantiene viva la opa porque decide no imponer compromisos extra, o porque son remedies asumibles para BBVA, serán los accionistas del Sabadell los que tendrán que decidir. Y ahí es donde el mercado da por hecho que BBVA incrementará el precio de la opa, añadiendo un componente adicional en efectivo, para asegurarse de que triunfe. La prima negativa con la que cotiza ahora Sabadell es un indicio que apunta en esa dirección. Además, sin mejora de la oferta, BBVA se arriesga a que Sabadell busque operaciones corporativas alternativas que preserven la esencia del banco. La entidad se habría acercado a Abanca y Unicaja, según Expansión y Bloomberg, respectivamente. Como no hay núcleo duro accionarial en Sabadell, una fusión por canje de acciones permitiría que los principales accionistas de estas entidades lo fueran también del nuevo banco, aunque sería más complejo decidir cuestiones como la gobernanza o la ubicación de la sede. Mientras no haya mejora de la opa y la prima sea negativa, la opción de tantear a terceros está presente, porque Sabadell ha mostrado al mercado estar abierto a casi cualquier opción que no sea BBVA. Por ahora, eso sí, no ha fructificado ningún acercamiento. "Rotundamente no", ha dicho este martes el presidente y dueño de Abanca, Juan Carlos Escotet.
La oferta de BBVA, actualizada por los repartos de dividendos de ambos bancos, consiste en un título de BBVA y 0,7 euros en efectivo por cada 5,3456 acciones del Sabadell. Esto supone una prima negativa de más del 4%. Es decir, un accionista que aceptase el canje perdería dinero. Los grandes fondos institucionales no pueden vender sin provocar caídas en la cotización y perjudicar la rentabilidad de la venta, pero el resto de accionistas del Sabadell podría vender ahora al mercado, en vez de esperar al periodo de aceptación. El momento es propicio, además, ya que la entidad catalana está recomprando títulos, dentro de su programa de remuneración al accionista.
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Los ejecutivos de BBVA han asegurado que la oferta es definitiva y suficiente. El consejero delegado, Onur Genç, se esmeró en explicar hace dos semanas, en la presentación de resultados trimestrales, que la prima es negativa porque la oferta es muy atractiva, mucho más que otras que están realizando bancos europeos, y que por eso se están movilizando los inversores. Pero la realidad es que, con prima negativa, es difícil que una oferta triunfe. El accionista que la aceptase quedaría en peor situación a corto plazo y, cualquier eventual beneficio tendría que llegar a través de un proceso de integración después de una compra hostil y con el Gobierno en contra y con el poder de vetar una eventual fusión.
La única baza a favor sería aceptar la opa para blindarse de una potencial caída de los títulos en el caso de que la oferta no salga adelante, derivada de la salida de los inversores que se han ido posicionando en los últimos meses a la espera de que la operación triunfe. .
La correlación entre las acciones del Sabadell y BBVA se ha disparado hasta un 97%, explicada en gran parte por los movimientos de inversores arbitrajistas. Esto es muy evidente en la evolución diaria de las acciones, pero si se abre el periodo de análisis, se percibe un comportamiento desigual. Sabadell ha subido un 62% desde el 29 de abril de 2024 (antes de conocerse la propuesta de fusión de BBVA, que luego transformó en opa hostil), ajustando las cotizaciones por dividendos. BBVA se ha revalorizado un 25%, menos que el resto de bancos españoles y que la media de bancos europeos.
El problema que puede tener BBVA es que, si mejora la opa, su cotización se resienta
Desde el entorno del Sabadell, explican esto por el impacto negativo por la exposición a México. Los bancos mexicanos caen, en euros, más de un 10% en este periodo. En el entorno de BBVA la brecha se justifica porque la oferta es atractiva y porque los movimientos de las acciones del Sabadell están vinculados a la opa.
Los banqueros consultados explican que el manual lógico de negociaciones en este caso es negar la posibilidad de una mejora en la oferta, para que el mercado no haga un ajuste adicional, y esperar al último momento para incrementarla. Es decir, dentro del periodo de aceptación.
El problema que puede tener BBVA es que, si mejora la opa, su cotización se resienta. Así ocurrió cuando lanzó la oferta por el Sabadell, y así suele pasar en estos procesos. Por ello, la solución pasaría por añadir un componente de efectivo. El margen ha aumentado, porque con la generación orgánica de capital por la evolución del negocio y los beneficios, este alcanza los 2.300 millones. La ratio de capital de máxima calidad de BBVA finalizó en marzo en el 13,09%, muy por encima de la horquilla objetivo entre el 11,5% y el 12%. BBVA ha comunicado al supervisor estadounidense (SEC) que anticipa un impacto de 51 puntos básicos. Los 58 puntos básicos restantes hasta el 12% son 2.300 millones, que podría poner encima de la mesa en efectivo. No obstante, esto perjudicaría el fondo de comercio generado (goodwill), que va contra el capital.
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Una potencial mejora de la oferta por parte de BBVA podría atenuar la oposición del entorno del Sabadell a la oferta y, con ello, lograr aplacar parte del rechazo político y social que ha despertado la opa. El otro hándicap para BBVA es que existe la posibilidad de que haya operaciones alternativas, aunque por los plazos avanzados del proceso cada vez es más difícil.
Ya en su momento, antes de la opa, Sabadell se acercó a Unicaja para explorar una fusión, según fuentes del mercado. En verano, ING estudió contraopar al banco y, así, incrementar su presencia en España. Este fin de semana, La Vanguardia y Bloomberg publicaron que el Gobierno ha pedido al Sabadell buscar operaciones diferentes a las de BBVA. Expansión publicó este lunes que explora una fusión con Abanca, y Bloomberg que ha hablado con accionistas de Unicaja. Desde Sabadell no hay comentarios al respecto, y Abanca ha negado que pueda estar interesado en esta operación, pero la literalidad del comunicado no niega que las conversaciones hayan existido. Unicaja dice que no tiene constancia de las conversaciones.
Las cotizaciones de BBVA y de Banco Sabadell están anticipando que el banco presidido por Carlos Torres va a mejorar la oferta. Si no, es difícil que muchos accionistas acudan al canje para perder dinero, en vez de haber vendido antes.