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La opa de BBVA al Sabadell entra en el barro político y se hace imposible de predecir
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EL GOBIERNO BARAJA INTERVENIR

La opa de BBVA al Sabadell entra en el barro político y se hace imposible de predecir

La consulta pública que ha lanzado el Gobierno ha provocado que todo el espectro político se pronuncie y que se dispare la incertidumbre sobre plazos y resolución

Foto: Carlos Torres, presidente de BBVA, recibe en Las Tablas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante la mirada del ministro Carlos Cuerpo. (BBVA)
Carlos Torres, presidente de BBVA, recibe en Las Tablas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante la mirada del ministro Carlos Cuerpo. (BBVA)
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El Gobierno ha desatado una tormenta en torno a la opa hostil de BBVA a Banco Sabadell. Una tormenta con un marcado carácter político, pero con ramificaciones empresariales evidentes. Prácticamente ningún partido del arco parlamentario ha desaprovechado la oportunidad de dar su opinión sobre la operación. Por si la opa no estuviese ya suficientemente disputada, la consulta pública lanzada por Economía, y que anunció el propio Pedro Sánchez delante de Carlos Torres, ha disparado la incertidumbre en torno al calendario de la opa y, sobre todo, sobre de qué lado caerá la moneda.

Hasta ahora, y desde que la operación fue desvelada al público, el Gobierno se había mostrado en contra. Lo hizo al principio, cuando se lanzó la opa en plena campaña electoral en Cataluña, y Pedro Sánchez y el ministro Carlos Cuerpo habían ratificado el rechazo en varias ocasiones, avanzando que podrían oponerse a ella aunque todos los árbitros habituales en una operación de este tipo (CNMV, CNMC, Banco de España, BCE e incluso los propios accionistas de Sabadell) hubiesen dado su visto bueno.

La mayor parte del abanico parlamentario catalán, y la Generalitat valenciana, también se habían opuesto. Pero el clamor se ha disparado en la última semana, después de la autorización con compromisos (remedies) de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el lanzamiento de la consulta pública.

La vicepresidenta Yolanda Díaz, de Sumar, ha pedido parar la opa, aunque no es algo que pueda hacer el Gobierno. Dijo que se perderían en torno a 5.000 empleos, menos que la horquilla de entre 7.000 y 10.000 de la que advirtieron los sindicatos y más que la cifra que se estima en el sector financiero de 4.000 puestos de trabajo, y que parte del anuncio de 300 millones de sinergias previstas por BBVA.

Foto: El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (i), y el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila (d). (Ricardo Rubio / Europa Press)

Junts también está presionando al Gobierno para actuar por el interés general, y ha dicho que la consulta es “una cortina de humo”. Curiosamente, la postura es similar a la del PP, que ha dicho que debe haber “más garantías” para autorizar la opa, pero ha criticado que el Ejecutivo lance una consulta pública.

En el terreno empresarial, también se han recrudecido las críticas. Nueve asociaciones empresariales catalanas han enviado una carta al Gobierno para pedir que impida la opa por “razones de interés general” como la “excesiva” concentración de poder empresarial y financiero, preservar un canal de crédito especializado a proyectos de menor dimensión, prevenir el cierre de sucursales, promover la atracción y retención de talento financiero en Cataluña, o la cohesión social y territorial.

En cualquier caso, el Gobierno no tiene potestad para frenar la opa, aunque sí podría imponer compromisos lesivos para la rentabilidad de la operación para que BBVA desista o para contribuir a que los accionistas del Sabadell rechacen la oferta. En el futuro, si BBVA compra Sabadell, si necesitará autorización de Economía para fusionar los bancos. La carta está firmada por el presidente de Barcelona Global, Ramon Agenjo; el presidente del Consell General de Cambres de Catalunya, Josep Santacreu; el presidente de Cecot, Xavier Panés; el presidente del Col.legi d'Economistes de Catalunya, Carles Puig de Travy; el presidente de FemCat, Oriol Guixà; el presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat; el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre; el presidente de Pimec, Antonio Cañete, y el presidente del RACC, Josep Mateu.

La consulta ha sorprendido a todo el sector financiero, al mundo empresarial y al arco político. No hay precedentes en España para una operación corporativa y los expertos consultados no conocen ningún caso en todo el mundo. Desde Economía se aferran a que es “un procedimiento totalmente alineado con la normativa y con los plazos legales establecidos en nuestra Ley de Defensa de la Competencia”. Al formulario se puede responder varias veces y con datos falsos, aunque desde Economía se asegura que se evitarán duplicidades y suplantaciones de identidad.

Foto: César González-Bueno, consejero delegado del Sabadell. (EFE/ Quique García)

Las consultas son habituales en el marco de desarrollos legales, pero no ante operaciones corporativas. En realidad, tampoco es habitual que el Gobierno intervenga, aunque tiene potestad para ello. Los expertos consideran que la Ley de Competencia deja margen al Ejecutivo para participar en operaciones de cara a intereses estratégicos o seguridad nacional, pero la normativa es lo suficientemente abierta como para que Moncloa pueda aferrarse a distintos argumentos.

En el sector financiero se ha interpretado que el Gobierno busca recabar argumentos para elevar la autorización de la CNMC con siete compromisos, especialmente en torno al crédito a las pymes, al Consejo de Ministros. La consulta está abierta hasta el 16 de mayo, dentro del plazo de 15 días hábiles que tiene el ministro Cuerpo para decidir si lleva el dictamen de Competencia al Consejo de Ministros, que luego tendría un mes para decidir si suaviza, endurece o confirma los 'remedies' de la CNMC por cuestiones ajenas a la competencia.

Los financieros consulados coinciden en que ahora es imposible predecir la opa. Hasta hace una semana, había opiniones en las dos direcciones, al contrario que hace un año. Cuando BBVA lanzó la opa, había consenso entre los banqueros en que cuando un banco inicia este proceso, es para ganarlo, por mucha oposición que haya en Sabadell. Y más con una prima del 30% sobre las cotizaciones del 29 de abril de 2024. Conforme se ha ido alargando el proceso en la CNMC y la prima pasó a ser negativa, han surgido las dudas, dando por hecho que BBVA tendrá que mejorar la oferta. Aunque lo niegue. El manual ortodoxo para lanzar una opa establece que hay que esperar hasta al último momento para hacerlo. El problema es que esta opa es todo menos ortodoxa. Y la incertidumbre se ha multiplicado en los últimos días.

Los financieros coinciden en que ahora no se puede hacer cábalas, porque es imposible saber qué va a salir de la consulta. Se da por hecho que, una vez que se lanza, el Consejo de Ministros intervendrá. Una opción es que sean 'remedies' cosméticos y sin apenas impacto en la rentabilidad de la opa. La otra es que se endurezcan tanto que hagan la operación económicamente inviable.

Cuesta ver que el Gobierno haya tirado de una opción tan exótica como la consulta pública de una opa -con el impacto que tiene en la seguridad jurídica percibida-, si no es para cargarse de argumentos para tumbarla. Pero tampoco hay que subestimar el empeño de BBVA en hacerse con el Sabadell. Onur Genç, consejero delegado, ha dicho varias veces que se retirarán si dejan de cuadrar los números. Y los compromisos, inevitablemente, afectan a la rentabilidad. Pero si la operación falla, será la segunda vez en menos de cinco años que BBVA fracasa en la adquisición de la misma entidad. Ni Torres ni el propio Genç lo tendrán fácil para dar explicaciones al consejo y a los accionistas, que podrían llegar a exigir responsabilidades. Por mucho que la opa caiga por motivos políticos, la política intrínseco a la realidad económica actual, y pocas cosas politizaron más la compra del Sabadell que lanzarla a escasos días de unas elecciones autonómicas en Cataluña.

Precedentes peligrosos

La forma en la que el Gobierno ha planteado su posible intervención con la consulta pública no ha gustado en el sector privado, por miedo al precedente que se crea. Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, calificó la consulta como “incomprensible” porque “descalifica a la CNMC". Aunque lo cierto es que el Ejecutivo está pidiendo respuestas y argumentos sobre posibles problemas para el interés general, no por competencia, tal y como recoge la ley. Pero en algunos profesionales de la CNMC hay malestar.

Banco Sabadell confirmó este jueves que acudirá a la consulta, aunque su CEO, César González-Bueno, no quiso dar más detalle: “Evidentemente, Banco Sabadell va a contestar a las preguntas que ha lanzado el Gobierno con los intereses generales que están en juego, con mucho detalle. Se está elaborando un borrador, y será el consejo el que decida si lo hacemos público o no”.

Foto: El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila (i), y el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo (d). (Europa Press/Ricardo Rubio)
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Óscar Giménez Marcos Lamelas. Barcelona

El banco catalán confía en que esta consulta tenga impacto, según dijo su CEO, César González-Bueno, el jueves: “Hay un rechazo unánime a la operación. Los actores principales, que son las asociaciones de empresarios, fundamentalmente de pymes, se han mostrado inequívocamente en contra, pensando que afecta a la financiación futura. También se han opuesto de la misma forma los sindicatos, que han expresado claramente que no solo por el impacto directo en el empleo, sino también indirecto, no sería deseable. Veremos dónde termina esto, pero lo que es cierto es que debe tener influencia en el resultado final”.

Por su parte, BBVA todavía no ha decidido qué va a hacer en torno a la consulta. Sus argumentos han estado claros desde el principio sobre que se creará un banco con más capacidad y que mantendrá la sede operativa de San Cugat. También ha recordado varias veces que ha habido un escrutinio profundo sobre la operación en la CNMC, atendiendo a la competencia y a temas como la inclusión social. El banco, junto con sus asesores, estudia contra reloj si participará en la consulta.

El lunes, cuando Sánchez hizo el anuncio, el presidente de BBVA señaló que en el banco se respetan las decisiones que se están tomando desde las instituciones, como ya ocurrió con la CNMC, “que ha llevado a cabo un análisis largo y profundo, del que han resultado unos compromisos importantes, que no solo preservan la competencia, sino que favorecen la inclusión social, la cohesión territorial y el crédito a las pymes, especialmente aquí en Cataluña”.

Desde el punto de vista financiero, la prima ahora es negativa. Aunque Genç se esmeró en argumentar hace dos semanas, con la presentación trimestral de resultados de BBVA, que es porque la oferta es muy atractiva en comparación con otras ofertas que hay en el mercado europeo, el sector financiero interpreta que se espera una mejora de la oferta. Desde el lanzamiento de la opa, ajustando la evolución bursátil por dividendos, Sabadell se ha revalorizado un 60%, frente al 23% de BBVA. El resto de los bancos españoles ha subido más que BBVA y menos que Sabadell, mientras que los bancos mexicanos han caído más de un 10%, y los turcos un 30%, mercados donde BBVA tiene una presencia relevante. De hecho, entre el 40% y el 50% del beneficio viene de México.

González-Bueno aseguró que las acciones de BBVA se han devaluado respecto al resto, lo que a su juicio resta atractivo a la oferta, que se basa, principalmente, en un canje de acciones. Los ejecutivos de la entidad aún tienen esperanza de que BBVA retire la opa: “Pido que no se considere fracaso a BBVA si retira la opa. A veces es muy sensato, y se ha hecho en miles de ocasiones, porque puede iniciarse una opa con unas premisas que luego cambien”, dijo el consejero delegado del Sabadell el jueves.

El Gobierno ha desatado una tormenta en torno a la opa hostil de BBVA a Banco Sabadell. Una tormenta con un marcado carácter político, pero con ramificaciones empresariales evidentes. Prácticamente ningún partido del arco parlamentario ha desaprovechado la oportunidad de dar su opinión sobre la operación. Por si la opa no estuviese ya suficientemente disputada, la consulta pública lanzada por Economía, y que anunció el propio Pedro Sánchez delante de Carlos Torres, ha disparado la incertidumbre en torno al calendario de la opa y, sobre todo, sobre de qué lado caerá la moneda.

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