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De Miguel: "Cuerva habla más de Garamendi que de pymes. Yo las pondré en el centro"
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Candidata a presidir Cepyme

De Miguel: "Cuerva habla más de Garamendi que de pymes. Yo las pondré en el centro"

La empresaria vallisoletana rechaza rotundamente la reducción de la jornada y la revalorización del SMI por ley, aunque cree que las empresas se han adaptado a la reforma laboral de 2021

Foto: La candidata a presidir Cepyme y presidenta de CEOE Valladolid, Ángel de Miguel, posa para El Confidencial. (G. G. C.)
La candidata a presidir Cepyme y presidenta de CEOE Valladolid, Ángel de Miguel, posa para El Confidencial. (G. G. C.)
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Ángela de Miguel Sanz (1971, Valladolid) es presidenta de CEOE-CEPYME Valladolid desde diciembre de 2014 y miembro de las juntas directivas de ambas organizaciones. Es abogada por la Universidad de Deusto y socia fundadora de Abogados Negotia, despacho especializado en asesoramiento legal a empresas. Aspira a arrebatar la presidencia de Cepyme a Gerardo Cuerva en las elecciones del 20 de mayo tras llevar vinculada al entorno patronal desde 2011. Defiende que Cepyme se profesionalice con un representante totalmente dedicado a la causa y reprocha a Cuerva no haber visitado a las empresas valencianas tras la DANA. Cuenta con más de una veintena de apoyos públicos procedentes de las grandes organizaciones más cercanas a CEOE, aunque el sistema electoral da más protagonismo relativo a los pequeños. En la entrevista, De Miguel se muestra dispuesta a cambiar el sistema de voto delegado, que será la clave para determinar el ganador. Asegura que Cuerva fue el mayor beneficiado la última vez que se usó.

PREGUNTA: ¿Cuál es la principal diferencia entre el proyecto de Gerardo Cuerva para Cepyme y el de Ángela de Miguel?

RESPUESTA: Yo puedo hablar de mi proyecto para Cepyme porque el de Gerardo Cuerva no sé si lo acabo de comprender porque habla casi más de Antonio Garamendi que de pymes. Nuestro proyecto va dedicado a trabajar por y para la pyme, queremos poner a la pyme en el centro. Es un proyecto que no va de personas, que no va de Juego de Tronos. Lo que queremos realmente es apoyar a la pyme en un momento que es realmente complicado. Hay dos cosas que nos preocupan muchísimo. Tenemos menos empresas de menos de diez trabajadores, y esas empresas son más pequeñas. En los últimos seis años han contratado un 38% menos. Significa que se están destruyendo empresas y que estas empresas son más pequeñas. En nuestra candidatura lo que queremos tener es un discurso claro y firme de defensa de la pyme: escuchar a la pyme, estar presente en el territorio y trabajar en proyectos concretos para mejorar y que esas pymes ganen tamaño y puedan sobrevivir. El 50% no sobrevive ni cinco años de media.

P. ¿Cuáles creéis que pueden ser los motivos detrás de la destrucción de pequeños negocios? También puede haber una resignación hacia empresas más grandes y hacia el asalariado.

R. El tema es que, independientemente de que algunas vayan ganando tamaño, necesitamos que entren pequeñas, que serán las grandes del futuro. Si tú estás cortando la entrada de nuevas empresas, al final, el problema es que aunque las que tienes ahora algunas se vayan haciendo más grandes, hay menos. La realidad es que tenemos un ecosistema donde la empresa no puede germinar, con una carga fiscal absolutamente insoportable, con unos costes laborales altísimos y unas cargas burocráticas. Al año hay más de un millón de páginas de BOE. Ninguna empresa, ni grande, ni pequeña ni mediana, tiene tiempo y capacidad de poder estudiarse y mirarse ese millón de páginas de BOE que están llenas de requisitos y cargas para las empresas que les impiden funcionar y seguir generando. Al final tenemos un modelo que está impidiendo que la empresa más pequeña sea competitiva, pueda crecer y sobrevivir.

P. En el desayuno de hace unas semanas comentó que la pyme se siente abandonada por la actual dirección ¿Por qué?

R. En estos momentos nosotros creemos que Cepyme tiene que estar muchísimo más cerca de esa empresa que se siente abandonada y en unas circunstancias realmente dramáticas y complicadas. Cepyme tiene que estar con muchísima más presencia, que la pyme sienta que hay alguien que le está defendiendo, que todos los días está hablando de pymes y proponiendo medidas positivas para las pymes, que se están desarrollando proyectos concretos de internacionalización, de ayudar a la financiación y a la formación.

placeholder Ángela de Miguel en un momento de la entrevista. (G. G. C.)
Ángela de Miguel en un momento de la entrevista. (G. G. C.)

P. Si Ángela de Miguel hubiera estado negociando la reducción de jornada en la mesa tripartita con el Gobierno, ¿habría tratado de alcanzar un acuerdo paliando los efectos de la reducción o la habría rechazado directamente?

R. Para la empresa más pequeña española es inasumible. Hablamos de 23.000 millones, lo que les va a costar si realmente se aplican las 37,5 horas, pero también es un tema organizativo. Al final, la empresa más pequeña que tiene uno, dos o tres trabajadores, si reduces la jornada tienes que prestar menos servicios; no puedes atender exactamente igual. O esas horas las cubre el autónomo o trabajas menos: tienes el negocio abierto menos tiempo, lo que redundará en menores ingresos. Y si los ingresos no dan, tienes que cerrar. Es malo para todas, pero especialmente para las más pequeñas, que no van a poder hacer frente a esta situación económicamente. Y las que puedan, económicamente, no lo van a poder hacer de manera organizativa porque es muy complejo gestionarlo cuando tienes tan poquitos trabajadores.

Pero es que además, el problema que tenemos con las 37,5 horas es que es una absoluta injerencia del Gobierno en lo que es la negociación colectiva. Nuestro modelo democrático habla de que los acuerdos referidos a temas laborales se negocian en los convenios colectivos con acuerdo de la empresa y de los trabajadores en cada territorio y en cada sector. Eso le da muchísima flexibilidad al sistema. La empresa española ya está llegando a esas 37,5 horas, hay muchos convenios que están por debajo, pero se está haciendo con las condiciones en el momento, en el lugar y en el sector en el que la empresa española lo puede hacer. De facto, si tú aplicas esta medida lo que estás dejando es inutilizado el convenio colectivo. Nos parece muy grave porque se cargan nuestro modelo democrático, con lo cual no se puede aceptar en ninguna circunstancia.

P. Es decir, que la postura hubiera sido la misma de Cepyme con Ángela de Miguel que de Cepyme con Cuerva, un rechazo frontal a que esto se negocie.

R. Sí, yo creo que no puede haber posiciones diferentes en este sentido.

Estamos muy por encima de muchas de las recomendaciones de Europa

P. ¿Qué le parecen las ayudas directas y las bonificaciones que se están proponiendo en contrapartida de esta reducción de jornada?

R. Nosotros creemos que, en cualquiera de los casos, va a ser absolutamente insuficiente. No contemplan el tema de la organización, no contemplan la realidad de cada uno de los sectores. Habrá que ver cómo puede quedar el modelo, porque no lo sabemos muy bien, pero la realidad es que en Europa la mayoría de los países están en 48 horas en el marco. Al final esto es poner un parche a un problema muy gordo. El problema es que no se pueden implantar en España las 37,5 horas y que no lo está haciendo ningún país europeo. Estamos hablando de 48 horas que tienen Alemania y Dinamarca, países de nuestro entorno, que además tienen una media de trabajadores por empresa de 11; en España es de 4,8. La empresa, cuando puede llegar a las 37,5, llega; donde no se puede, va a ser la ruina para el sector por muchas tiritas que queramos poner.

P. ¿Cree que Cepyme hizo bien en firmar la reforma laboral de 2021?

R. Yo creo que ese momento ya pasó. Quiero decir, no lo sé, porque yo en ese momento no estaba y no sé lo que, como presidenta de Cepyme, podría haberse hecho; habría que haber analizado las cosas en ese momento.

P. Pero cuál es su opinión sobre la reforma firmada.

R. Creo que eso ya es una cosa que en su momento se firmó: lo firmaron Cepyme y CEOE. Es algo que tenemos que asumir. Hay que hablar de futuro y, lo hecho, hecho está.

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Foto: G. G. C.

P. Pero el debate se reabre constantemente.

R. Bueno, yo creo que realmente al final han pasado cuatro años desde que se aprobó y las empresas se han adaptado. Tenemos que mirar al futuro. Evidentemente, los modelos son flexibles, la realidad de las empresas está cambiando y constantemente tenemos que ir modificando las normas. Yo creo que lo que hay que hacer es un diagnóstico de la foto de hoy, del 2025, y ver qué cosas tenemos que mejorar de esa legislación laboral y, sobre esas, tenemos que estar trabajando. Siempre vamos a defender mayor flexibilidad y una bajada de los costes laborales, menos cotizaciones sociales y una bajada de la fiscalidad. Estamos en récords de recaudación. Nunca se ha recaudado tanto y nunca la empresa ha estado tan asfixiada.

P. Se está negociando una ley para, de alguna manera, indexar las subidas del salario mínimo. ¿Cree que debe revalorizarse anualmente? Hay una directiva que dice que hay que establecer un procedimiento.

R. El problema que tenemos con el salario mínimo es que en algunos sectores, sobre todo en aquellos más débiles, está afectando mucho porque en algunas zonas de España cubre más del 80% del salario que se ha negociado en los convenios. Se está dejando sin efecto a la negociación colectiva. Independientemente de las recomendaciones que pueda haber en Europa, la realidad que tenemos en España es que en algunas zonas ya estamos por encima del 80%, cuando esa no es la recomendación, que está en el 60%. Estamos muy por encima de muchas de las recomendaciones europeas. Aquí lo que queremos es que haya espacio en la negociación colectiva para que el sector y el territorio puedan negociar empresarios y trabajadores. El problema es que no tiene ninguna capacidad el sector de autorregularse si le quitas toda la libertad a la empresa y al trabajador para fijar las condiciones laborales. No vamos a estar nunca a favor de cualquier medida que vaya en esa línea.

P. ¿Qué opina sobre la delegación de voto que actualmente es ilimitada en Cepyme, tanto en las asambleas generales como en las electorales?

R. Soy una persona que para mí la seguridad jurídica es un valor fundamental. Hay que respetar las normas y esta es la norma que tiene Cepyme desde hace 40 años. Me podrá gustar más o menos y es verdad que, cuando se ha utilizado, que fue en una Junta Directiva, al que más benefició con mucha diferencia —que era el que más votos delegados llevaba— es al presidente Gerardo Cuerva. Lo normal es que el voto delegado beneficie al presidente, que no hay que olvidar que yo al final soy, digamos, la alternativa al que tiene la presidencia. Normalmente este tipo de normas siempre benefician al presidente o al que controla el aparato de la organización, que es el que tiene acceso a muchos más contactos con todos los miembros. Llevan seis años y conocen bien todo el proceso, pero, independientemente de que pueda considerar que me favorezca más o menos, lo que yo creo es que las normas están para cumplirlas y no se pueden cambiar justo antes de unas elecciones porque uno piense que le beneficia o le perjudica. Si queremos cambiar algo tan importante, creo que hay que escuchar la sensibilidad de toda la organización y hay que hacerlo como hacemos la mayoría de los cambios estatutarios: con una comisión donde están representados todos los intereses.

Si uno le pregunta, por ejemplo, a las personas que tienen que venir desde Canarias —que son empresas pequeñas; no olvidemos que esto es Cepyme—, quizá tener que traerse a un montón de gente a la península y pasar una noche aquí suponga un coste muy importante. Son representantes de empresas pequeñas que no pueden dejar en muchos casos su negocio vacío. Que decida la organización, pero no el presidente o los candidatos. Desde luego, lejos de cualquier proceso electoral y con la tranquilidad que pueda llevar cualquier modelo que uno elija. Hay que elegir el modelo que se quiere, pero no podemos elegirlo nunca en función de un interés personal.

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Foto: G. G. C.

P. Si llega a ser presidenta, ¿va a proponer que se abra el debate sobre si se limita el voto delegado o se elimina?

R. La verdad es que no lo tengo pensado. Si la mayoría de la organización considera que existe esa sensibilidad y se quiere hacer, se discutirá sin ningún problema. No es algo que crea que tenga que nacer de la presidencia.

Si quieres que alguien esté comprometido es importante que tenga compensación

P. En las últimas semanas también se ha debatido sobre cómo tienen que ser las organizaciones empresariales, a nivel de si los cargos tienen que cobrar un sueldo y tienen que tener una jornada determinada. ¿Qué opina?

R. Creo que no se puede establecer una regla general, porque cada momento es totalmente distinto. Yo vengo de una organización que me permite perfectamente compatibilizar mi trabajo con el trabajo de la organización y he estado muchísimos años sin tener ningún tipo de remuneración. Es verdad que, en un momento tan complicado como el que estamos viviendo, en el que hay que tener una presencia muy firme en Bruselas y hay que estar viajando por todo el territorio para que la pyme no se sienta abandonada, evidentemente, si quieres que alguien haga ese esfuerzo extra y esté comprometido, es importante que tenga algún tipo de compensación. Pero es que, además, creemos que es un tema de transparencia.

Es importante saber cuál es el retorno que tiene el presidente para que no haya lugar a errores o busquemos el retorno por otras vías. Por ejemplo, tener una remuneración y que la gente sepa lo que te cuesta, puede ser más barato que tener unos gastos en dietas y tener que vivir en un hotel 365 días al año. Tal vez esta segunda opción sea mucho más cara que la primera; por un criterio de transparencia y también porque, en este momento, necesitamos a alguien —eso es lo que consideramos nosotros— que tenga una dedicación 365 días al año. Lo que no puede pasar es lo que ha pasado con las empresas de la DANA, que nadie de Cepyme ha ido a visitarlas. En cinco meses no ha habido tiempo. Yo cqureo que es importante que haya equipo o una presidencia en Cepyme que tenga tiempo para poder ir a escuchar y estar al lado de las empresas y las pymes que más lo necesitan.

P. En el desayuno de Cuerva, Ayuso dijo textualmente que hay una “manta de silencio, comodidad y conformismo” tanto en las instituciones como en las empresas con la política del Gobierno. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?

R. Yo creo que conformismo no hay; la empresa no se conforma con lo que hay. Sí que creo —y esa es una de las razones por las que yo he dado el paso— que Cepyme no ha estado presente en estos seis años y que ese discurso y esa problemática que tiene la pyme no han tenido la suficiente presencia en el debate público. Esa es una de las cosas que yo vengo a paliar para que esa voz que existe se oiga y la conozca toda la opinión pública.

Ángela de Miguel Sanz (1971, Valladolid) es presidenta de CEOE-CEPYME Valladolid desde diciembre de 2014 y miembro de las juntas directivas de ambas organizaciones. Es abogada por la Universidad de Deusto y socia fundadora de Abogados Negotia, despacho especializado en asesoramiento legal a empresas. Aspira a arrebatar la presidencia de Cepyme a Gerardo Cuerva en las elecciones del 20 de mayo tras llevar vinculada al entorno patronal desde 2011. Defiende que Cepyme se profesionalice con un representante totalmente dedicado a la causa y reprocha a Cuerva no haber visitado a las empresas valencianas tras la DANA. Cuenta con más de una veintena de apoyos públicos procedentes de las grandes organizaciones más cercanas a CEOE, aunque el sistema electoral da más protagonismo relativo a los pequeños. En la entrevista, De Miguel se muestra dispuesta a cambiar el sistema de voto delegado, que será la clave para determinar el ganador. Asegura que Cuerva fue el mayor beneficiado la última vez que se usó.

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