Las 80 (y pico) opiniones contra la opa de BBVA al Sabadell que recibirá el Gobierno
Decenas de asociaciones, instituciones y sindicatos van a dar argumentos a Moncloa para poder torpedear el intento de compra de BBVA
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Jarro de agua fría para Carlos Torres, presidente de BBVA, que estuvo presente en el Cercle d'Economia de Barcelona cuando Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, anunció este lunes una consulta pública en torno a la opa. Una opa que, recordó, es “hostil”. Y es una operación que nunca ha gustado al Ejecutivo.
BBVA ha conseguido superar el largo análisis de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) con una sexta versión de compromisos ('remedies') que, inevitablemente, afectarán a la rentabilidad de la operación, pero que son asumibles para el banco vasco. Una alegría que ha durado poco.
Economía lanzará este martes una consulta pública dentro del periodo de 15 días que tiene el ministro Carlos Cuerpo para decidir si eleva la resolución de la CNMC con siete grandes 'remedies' al Consejo de Ministros. La consulta es para ciudadanos y operadores económicos, entre los que figuran asociaciones de empresarios o consumidores, sindicatos e instituciones. Es decir, cualquiera que quiera opinar. En paralelo, los ministerios pueden decir si quieren que se eleve o no la cuestión al Consejo de Ministros.
Yolanda Díaz ya ha pedido que se pare la opa, así que es de esperar que el Ministerio de Trabajo pida que se lleve al Consejo de Ministros. También lo hará el resto de ministros de Sumar. Desde fuera del Gobierno, socios como Junts han criticado la opa, pero incluso desde la oposición, el PP estará en contra si no hay garantías para las pymes, según ha dicho su ideólogo económico, Juan Bravo.
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La opa ha entrado en una fase tres que comprende el barro político, sobre el que se entrelazan mensajes que, en realidad, no dicen mucho. Porque ya hay compromisos en torno al crédito a las pymes o la inclusión financiera, dentro de los siete 'remedies' exigidos por la CNMC y aceptados por BBVA. ¿Por qué Sumar o Sabadell hablan de parar la opa si la ley no lo permite? ¿A qué garantías se refiere el PP? ¿Quiere que BBVA tenga que mantener todo el crédito a todas las pymes del Sabadell, incluso si el banco catalán quisiera dejar de trabajar con algunas de ellas por rentabilidad o riesgo en caso de seguir en solitario?
Pero los argumentos van a ir, sobre todo, en esta dirección. Las asociaciones de empresarios quisieron explicar a la CNMC que cuantos más bancos haya, mejor. Que las pymes, y también empresas grandes bajo el criterio de la Comisión Europea, pero que tampoco tienen acceso a los mercados de capitales, se quedarían con una oferta de crédito más reducida, porque, pese a la existencia de muchas opciones financieras para particulares, en el caso de las pymes el abanico es reducido, especialmente desde que dejó de existir Banco Popular. Según Foment, se perderán 75.000 millones de oferta de crédito a las pymes. La patronal traslada el ejemplo del Popular al Sabadell, a pesar de que entonces Santander integró un banco que se consideró inviable y tuvo que hacer una ampliación de 7.000 millones para tapar agujeros. Es decir, son casos muy diferentes.
Desde BBVA se pondrá encima de la mesa que la propia lógica de la competencia impulsará a otros bancos a elevar la oferta, y que, como mucho, hace falta un periodo transitorio en algunos territorios para el que el banco ya se ha comprometido ante la CNMC. De hecho, hasta cinco años, tal y como avanzó este medio, algo nunca visto en operaciones bancarias.
Las asociaciones de consumidores advertirán del riesgo para la inclusión financiera y argumentarán que se reducirá la competencia y que ya hay problemas al respecto, como se vio en la falta de traslación de la subida de tipos a los depósitos –aunque la banca española recuerda que, a cambio, ofrece las hipotecas más baratas de Europa–. Y los sindicatos pondrán el foco en el empleo, ante la potencial destrucción de 4.000 puestos de trabajo si, como ha asegurado BBVA, aspira a 300 millones de sinergias en personal. UGT y CCOO estimaron un recorte potencial de empleo de entre 7.000 y 10.500 trabajadores, lo que implicaría ahorros de costes mayores. No obstante, hasta ahora los ERE de la banca siempre han sido pactados con los sindicatos y con más solicitudes de adhesión que las plazas acordadas.
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En cualquier caso, y pese a lo que pidan Díaz u otros, el Gobierno no puede parar la opa, pero sí endurecer, confirmar o suavizar los compromisos de la CNMC. Es la primera oportunidad de Moncloa, que siempre se ha opuesto a la operación, para torpedearla. Si los compromisos son suficientemente agresivos, BBVA podría plantearse retirar la opa, como han sugerido sus ejecutivos, o los accionistas podrían dudar en aceptar el canje. También podría lanzar un mensaje de que no aceptará la fusión en el futuro si sale adelante la opa.
La consulta pública va a cargar al Gobierno con argumentos contra la opa. Más de 70 instituciones o asociaciones quisieron personarse en la fase 2 de análisis de la CNMC y Competencia rechazó sus peticiones porque consideró que no había interés legítimo para ello, y solo aceptó la personación del Sabadell, al que no hizo mucho caso. Ni con sus peticiones de 'remedies' ni con su argumento de usar una metodología diferente a la utilizada en la fusión de CaixaBank y Bankia.
Fuentes del mercado apuntan a que todas estas asociaciones, instituciones o sindicatos que quisieron personarse ante la CNMC presentarán sus argumentos en la consulta pública de Economía. De hecho, de forma no oficial, Sabadell va a estar disponible para quien quiera recibir asesoramiento en torno a posibles argumentos o, sobre todo, para el argumentario técnico que haya detrás. También habrá accionistas, ejecutivos y otras asociaciones que no intentaron personarse y que ahora van a posicionarse.
Sabadell y BBVA siempre han dado mucha importancia al análisis de la CNMC y a la posible fase 3 con el Gobierno. Sabadell trabaja con Uría y Menéndez como asesor financiero y con Compass Lexecon para competencia, además de Llorente y Cuenca como lobbista y Roman en comunicación. BBVA, por su parte, contrató a Garrigues, RBB Economics, Kreab y Atrevia, respectivamente.
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A favor de la opa presentarán sus argumentos BBVA, junto con sus asesores. Pero no está previsto que otras entidades financieras se pronuncien. Sí lo hicieron ante la CNMC, pero porque lo pidió Competencia en el test de mercado. Y no es lo mismo responder a una pregunta sobre el grado de competencia tras ser interpelado que exponerse en una consulta pública.
Foment y UGT han llevado a la Audiencia Nacional que la CNMC rechazara sus personaciones. No se prevé nada relevante al respecto. Pero son dos ejemplos de la beligerancia de distintas asociaciones contra la opa. Cepyme, Pimec, Cecot, la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana, Asufin o CCOO son algunas de las asociaciones que también quisieron personarse ante Competencia.
La CNMC consideró que solo Sabadell tenía interés legítimo para opinar. El organismo presidido por Cani Fernández ya ha concluido su trabajo, pero aún no ha publicado el informe completo del análisis de la operación y los resultados de la misma. Se espera que lo haga en las próximas dos semanas, con lo que podría coincidir con la consulta pública.
Desde BBVA "vemos que la unión es un proyecto, no solo de crecimiento, sino que conduce a beneficios para Cataluña, España y Europa"
Dicho informe recogerá valoraciones a favor de la opa, que podrían contrarrestar las opiniones contrarias de la consulta pública de Economía. “La CNMC ha detectado riesgos en los mercados de banca minorista, tanto en servicios prestados a particulares, como pymes y autónomos, así como en mercados de medios de pago. Con el fin de solventar los riesgos observados, BBVA ha presentado compromisos que han permitido autorizar la operación”, dijo la CNMC, aunque antes, en el test de mercado, reconoció que para el segmento de las pymes las amenazas a la competencia y los 'remedies' para aplacarlas no tienen precedentes en el sector financiero español.
Carlos Torres, que se llevó en directo el jarro de agua fría de Pedro Sánchez, señaló en Barcelona que desde BBVA “como siempre, hay un máximo respeto a las decisiones, como el que hemos tenido con la CNMC, que ha llevado a cabo un análisis largo y profundo, del que ha resultado unos compromisos importantes, que no solo preservan la competencia, sino que favorecen la inclusión social, la cohesión territorial y el crédito a las pymes, especialmente aquí en Cataluña. Y por eso vemos que la unión es un proyecto, no solo de crecimiento, sino que conduce a beneficios para todos, aquí en Cataluña, en España, y en Europa”.
La noticia ha sido percibida como positiva para el intento del Sabadell de que descarrile la opa, incluso antes de que tengan que decidir los accionistas. El Gobierno puede elevar los compromisos que han salido de la CNMC, obligando a BBVA a ampliar la protección de las pymes, deshacerse de negocios para comprar Sabadell, o blindar su presencia y condiciones comerciales en ciertos territorios.
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El sector financiero interpreta que la consulta pública es un primer paso para que el Gobierno utilice el margen que da la Ley de Competencia para intervenir en la operación. Y aunque siempre es por cuestiones ajenas a la competencia, la normativa enumera ejemplos con la suficiente ambigüedad para que quepan cuestiones como la cohesión territorial a la que siempre apelan Pedro Sánchez y Carlos Cuerpo, aunque sea difícil saber cómo casa esto con una operación financiera entre bancos.
El Ejecutivo también podría limitarse a ampliar de forma limitada algún compromiso, como el que protege a las pymes que son clientes del Sabadell. De esta forma, intervendría en la operación sin tener un impacto relevante en la rentabilidad. En cualquier caso, se añade incertidumbre al proceso, y esto perjudica a BBVA, porque siguen añadiéndose dudas entre los accionistas del Sabadell antes de que tengan que tomar una decisión.
En caso de que se decida pasar por el Consejo de Ministros, el Gobierno tendría 30 días para decidir si valida, suaviza o endurece la lista de compromisos. Es decir, la fase tres puede durar 45 días hábiles, casi dos meses al no contabilizar festivos.
Jarro de agua fría para Carlos Torres, presidente de BBVA, que estuvo presente en el Cercle d'Economia de Barcelona cuando Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, anunció este lunes una consulta pública en torno a la opa. Una opa que, recordó, es “hostil”. Y es una operación que nunca ha gustado al Ejecutivo.