El CEO de Puig podrá recibir hasta trece veces su sueldo en acciones hasta 2030

Puig celebrará el próximo 28 de mayo su primera Junta General de Accionistas como empresa cotizada. Uno de los últimos puntos del día que se someterá a votación será la aprobación de un plan de incentivos a largo plazo con el que la empresa de moda y cosmética quiere premiar a sus consejeros ejecutivos y principales directivos. Entre ellos está el presidente y CEO de la compañía, Marc Puig, que, en cada uno de los tres ciclos previstos hasta 2029, podrá percibir en acciones hasta el 440% de su salario fijo. Esto deja una remuneración potencial en títulos de la empresa equivalente a unas 13 veces su salario anual.

El plan tiene una duración de cinco años y está dividido en tres ciclos solapados pero independientes entre sí, según la documentación remitida por Puig a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La primera fase comenzó en 2025 y se extenderá hasta que finalice 2027, realizando el pago que corresponda en 2028. La segunda transcurre desde 2026 hasta 2028 y el desembolso se realizará en 2029, mientras que el último termina en 2029 y el incentivo se abonará en 2030. Es decir, se establecen por trienios los objetivos a cumplir y los resultados de algunos ejercicios, como el de 2027, contabilizan para varios ciclos a la vez.

Para el primero, la compañía ya ha acordado que el CEO podrá recibir un máximo de 522.430 títulos si se cumplen todos los objetivos. Teniendo en cuenta la cotización al cierre del viernes, es un paquete valorado en 8,5 millones de euros. No obstante, el número definitivo de acciones a entregar dependerá de la asignación que apruebe el Consejo de Administración en función del grado de cumplimiento de las metas del plan de incentivos, que no han sido desveladas.

Para calcular ese incentivo máximo al que aspira el CEO en este primer ciclo, tuvieron en cuenta el precio promedio de las acciones —redondeado al segundo decimal— al cierre de las quince sesiones previas al 24 de abril, la fecha en que el Consejo de Administración propuso a la Junta General de Accionistas la aprobación del plan. También tuvieron en consideración otra variable: la retribución fija que ingresará en este 2025, el primer año del ciclo, sin que en ningún caso pueda superarse en un 440%.

Para el primer ciclo, la compañía señala que el CEO podrá recibir un máximo de 522.430 títulos si se cumplen todos los objetivos

Marc Puig percibirá en este 2025 una remuneración fija de 1,8 millones de euros, según expone en el Informe de Remuneraciones de los Consejeros. El ejercicio pasado obtuvo un sueldo de 1,16 millones, a lo que sumó una parte variable de 2,34 millones y otros 9,26 millones como pago extraordinario por haber culminado con éxito la salida a bolsa. En total, se embolsó 12,7 millones, siendo el directivo mejor pagado del Ibex.

Máximo de 167 millones en incentivos

El importe total que destinará la compañía a la totalidad del plan de incentivos, sumando los tres ciclos, es de hasta 167 millones de euros. Por el momento, solo están acordadas las cantidades máximas a repartir al final del primer ciclo, pero no se han hecho públicas. Tampoco se conoce quiénes son los demás beneficiarios, aunque ya han debido recibir una "carta de invitación" por parte del Consejo de Administración, que es quien fija las cuantías, previo informe de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones.

El número final de acciones a repartir al término de cada uno de los tres ciclos se decretará en función del cumplimiento de unos objetivos establecidos previamente. Para el CEO, el 50% de ese incentivo máximo dependerá del ebitda ajustado conseguido durante el periodo en cuestión, mientras que los ingresos netos tendrán un peso del 40%. El 10% restante dependerá de las metas ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo).

El importe máximo total que destinará al plan de incentivos, sumando los tres ciclos, es de 167 millones de euros

La consecución de esos objetivos se medirá a través de parámetros concretos, predeterminados, cuantificables y verificables, que estarán alineados con la estrategia de Puig. Se vincularán, además, "a la rentabilidad, el crecimiento, la sostenibilidad a largo plazo y criterios ESG y, en general, a la creación de valor para los accionistas". Las métricas pueden variar en cada ciclo en función de las prioridades de la compañía.

Las acciones que se entreguen a las personas beneficiarias serán las de Clase B que la sociedad haya adquirido, generalmente por medio de un programa de recompra. Estos son los activos que cotizan sobre el parqué español y tienen un solo derecho de voto, frente a los cinco que tienen los títulos de Clase A. Estas últimas se mantuvieron en manos de la familia fundadora tras la salida a bolsa.

Puig debutó sobre el parqué el pasado 3 de mayo con un precio de salida de 24,50 euros por acción, el más alto de la horquilla contemplada en el folleto de salida a bolsa. Ha pasado casi un año y su cotización se ha depreciado un 33% desde entonces, hasta los 16,28 euros en los que concluyó la jornada del viernes. Esto supone que su capitalización ha pasado de los 13.900 millones del inicio hasta el entorno de los 9.200 millones en el que se mueve ahora.