CNMC prevé endurecer a BBVA los requisitos en pymes si quiere opar al Sabadell

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), donde la opa de BBVA al Sabadell sigue empantanada desde hace casi un año, está a punto de dar el visto bueno definitivo. Pero lo hará con compromisos (remedies) ampliados respecto a la última versión aportada por el banco vasco, según fuentes del mercado. Desde ninguna de las partes hay comentarios.

El organismo presidido por Cani Fernández está a punto de concluir la fase dos del análisis. Se espera una aprobación con condiciones. BBVA planteó varios compromisos que llegan hasta 2030, como adelantó este medio. A partir de los mismos, la CNMC cambió de criterio y optó por hacer un test de mercado, dilatando el proceso. La institución ha terminado de recibir las 40 respuestas esta semana.

A partir del análisis del test de mercado y ante las dudas que permanecen en la CNMC respecto a la competencia, el organismo prevé endurecer el compromiso relacionado con la financiación a las pymes. Aunque la decisión formal se tomará en la Sala de Competencia la semana que viene junto a la aprobación, los técnicos ya han evaluado esta posibilidad y desde la CNMC se ha trasladado esta intención a BBVA, según fuentes del mercado.

En la última propuesta de compromisos de BBVA a la CNMC, que ya es la quinta, se incluye mantener el volumen de crédito de las pymes que tengan el 100% de su cuota con BBVA y/o Sabadell cuando se produzca la compra. Este compromiso sería de tres años, con una posible prórroga adicional de otros dos años.

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En este compromiso se quedarían fuera las pymes que tengan el grueso del crédito con Sabadell y/o BBVA, pero que de forma minoritaria tengan también préstamos con un tercer banco. Por ejemplo, si una pyme depende en un 50% de su financiación del Sabadell, en un 40% de BBVA, y en un 10% de CaixaBank –banco con más presencia donde hay solapamiento si triunfa la opa–, quedaría desprotegida de este compromiso.

BBVA ha argumentado ante la CNMC que poner trabas en este sentido no protegería la competencia, sino todo lo contrario, porque si la pyme ya trabaja con un tercer banco quiere decir que tiene acceso a la financiación de más entidades que podrían querer crecer a costa de la opa. Por su parte, Sabadell advierte del riesgo de falta de oferta de crédito para el grueso de las pymes, porque alega que la mayoría trabaja con tres o cuatro bancos.

De hecho, en una entrevista con Efe, César González-Bueno, consejero delegado del Sabadell, defendió recientemente que se debería imponer a BBVA la obligación de mantener estable la cuota de crédito a las pymes que trabajan en más de un 20% de la financiación conjunta con BBVA y con Sabadell.

El banco catalán ha presentado alegaciones en el test de mercado en esta dirección. También varias asociaciones empresariales que se han posicionado abiertamente en contra de la operación. Y también la asociación de consumidores Asufin, que señala: “Mantener el crédito a los que tengan un 100% de cuota CIRBE limita la competencia, discriminando al que tenga parte de su crédito en otra entidad. Es conveniente que se mantenga el crédito a pesar de que no se tenga la totalidad en estas dos entidades”.

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La CNMC no tiene previsto llegar tan lejos como lo que pide Sabadell, pero sí prevé un gesto para ampliar el compromiso de BBVA con la financiación a las pymes que son clientes del banco catalán. Sería un endurecimiento que no tendría implicaciones relevantes en la opa, y que mostraría que ha estudiado y aceptado algunas de las sugerencias del test de mercado. Según expertos consultados, cuando hay un test de mercado en la fase dos, es habitual que se amplíe algún compromiso.

Además, en el test de mercado la CNMC ha reconocido que ha identificado riesgos para la competencia en banca minorista en zonas donde BBVA quedará en situación de monopolio o duopolio, concretamente por la amenaza de “empeoramiento de condiciones comerciales para particulares y pymes, de exclusión financiera y de reducción de crédito a pymes”. De hecho, reconoció que estos riesgos y los posibles compromisos para solucionarlos son “específicos del mercado de pymes y adquirencia y no han sido analizados en precedentes nacionales del sector bancario”. También alertó de riesgos en el mercado de TPVs y con los cajeros automáticos.

La aprobación, a punto

La institución que preside Cani Fernández dejó en la fase uno muy avanzado el informe de análisis de la competencia, y publicó una nota sucinta en noviembre, advirtiendo de riesgos para la competencia en segmentos como pymes o TPVs. Inicialmente, trasladó a los bancos su intención de publicar el informe, pero finalmente cambió de parecer, y lo ha mantenido en secreto.

Durante la fase dos, trabajó con la intención de publicar su dictamen antes de Semana Santa, pero al final optó por hacer un test de mercado. Aun así, ha ido estudiando las respuestas según han ido llegando, con la intención de desatascar el proceso en abril. Según ha publicado Efe, prevé aprobar el dictamen el lunes, día que se reunirá la Sala de Competencia.

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A partir de ese momento se abrirá una fase 3 en la que interviene el Gobierno. El ministro de Economía tiene 15 días para elevar la autorización de la CNMC al Consejo de Ministros, y todos los ministerios pueden pronunciarse. El Ejecutivo puede validar, suavizar o endurecer los remedies por cuestiones ajenas a la competencia, pero la Ley es lo suficientemente ambigua para dar margen a Moncloa si quiere torpedear la operación, sobre la que se ha mostrado siempre en contra. También podría advertir de que, en el futuro, si sale la opa, no aprobará la fusión, afectando a las potenciales sinergias.

Los compromisos de la CNMC ya podrían golpear a la rentabilidad de la operación, según los analistas de Kepler, que calculan que reducirían las sinergias en un 30%, desde 850 millones hasta 590 millones. No obstante, desde el entorno del Sabadell se considera que son remedies que afectarán a muy pocas pymes.