Iberdrola y Endesa confían en salvar Almaraz a pesar de los avances para desmantelarla
Los dueños de las centrales acercan posturas para un pacto de mínimos para ampliar la central hasta 2030. Un propuesta que haría sentarse en la mesa al Gobierno
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El próximo 20 de mayo se producirá un ‘cónclave nuclear’ en Madrid entre Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP. Los cuatro dueños de las centrales de Almaraz y Trillo celebran su encuentro anual decisivo. Si nada lo impide, habrá ‘fumata blanca’ con el anuncio de un acuerdo de mínimos para solicitar una ampliación de la vida útil de Almaraz tres años más hasta 2030. Un pacto al que el Gobierno ha querido anticiparse.
“Las empresas y el Gobierno están moviendo ficha para una inminente negociación”, explican fuentes del sector a El Confidencial. El consejo de ministros de este martes anunciaba un contrato de 23 millones para desmantelar la central de Almaraz que, si los dueños no dan el primer paso, empezará a enfriarse en 2027. Ese contrato, que adelantó El Periódico, abarca la preparación de estudios iniciales o la elaboración de la documentación para la autorización de desmantelamiento de la primera central afectada por el plan de cierre ordenado que pactaron las empresas con el Gobierno en 2019.
Desde el Gobierno se interpreta que ese acuerdo del consejo de ministros es una evidencia de que sigue trabajando en lo pactado en 2019. Hasta entonces, tanto la exministra Teresa Ribera como la actual Sara Aagesen han defendido sobre el ‘tema nuclear’ que “ninguna empresa ha solicitado formalmente una ampliación de la vida útil de las mismas. Ahora se acerca esa petición y los dueños ven “un cambio de discurso” con un contrato que tiene “un valor testimonial”.
El ambiente se ha caldeado según se acerca ese 20 de mayo. Los dueños de las centrales nucleares han activado a sus consultoras y empresas de asuntos públicos para llenar el calendario con eventos que alerten del impacto que tendrá el cierre en el suministro eléctrico y en el precio que pagarán los consumidores. El Gobierno también ha activado sus ‘think tanks’ y bases para que alerten de la fortaleza de las energías renovables y el derroche de dinero público que supone el acuerdo que piden empresas como Iberdrola y Endesa.
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El otro tema de reproche es ejemplos como el de Bélgica. La comisión parlamentaria de energía belga ha aprobado esta semana al proyecto de ley para cancelar el calendario de cierre de las centrales y habilitar la construcción de nuevas centrales. Las empresas quieren que el Gobierno copie a sus ‘colegas’ socialistas belgas, que se han abstenido por el "bien del suministro y la energía asequible" del país.
Para el Gobierno, el ejemplo belga demuestra ese derroche. Los ‘anti nucleares’ aseguran que ese plan requiere 15.000 millones públicos para los residuos, que se añaden a los 17.000 millones ya provisionados. Es decir, un gasto total del ‘dinero de todos’ de 32.000 millones de euros. A lo que hay que sumar garantías públicas y una rentabilidad garantizada.
¿Qué van a proponer los dueños?
Como informaba este medio, los dueños de Almaraz plantearán una ampliación hasta 2030. Una propuesta que crea una encrucijada al Gobierno ya que cuenta con el beneplácito del Consejo de Seguridad Nuclear, un organismo que dio el visto bueno a la central extremeña para operar hasta 2030 pero que limitó su actividad a 2027/2028 para cumplir con el calendario de cierre. Una vida útil que permitiría a los dueños, entre otras cosas, prorrogar el pago de 2.000 millones ‘extra’ que tienen que pagar por el plan de cierre de las nucleares, la denominada ‘tasa Enresa’.
Primero, se necesita esa ‘fumata blanca’. En el caso de Almaraz, Iberdrola tiene que liderar la propuesta ya que es el socio mayoritario con un 52% de la central, pero necesita el respaldo unánime del resto de socios. Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT), la empresa que aglutina a los cuatro dueños, tiene hasta el 31 de marzo de 2026 para solicitar la extensión.
Aunque las empresas ven que, si antes de verano no hay acuerdo, el cierre de Almaraz es inevitable. Por eso, la cita del 20 de mayo es clave y los cuatro competidores tienen que cuadrar sus intereses. Iberdrola exige rentabilidad para Almaraz, Endesa ve clave Almaraz para sus intereses en las dos centrales que lidera en Cataluña. Naturgy es un minoritario que ve en el cierre nuclear una oportunidad de negocio para sus ciclos combinados de gas y EDP, por último, mantiene otro papel de minoritario y no se descarta que, sin apoyar el plan, no obstaculice el acuerdo de las tres grandes energéticas españolas.
El próximo 20 de mayo se producirá un ‘cónclave nuclear’ en Madrid entre Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP. Los cuatro dueños de las centrales de Almaraz y Trillo celebran su encuentro anual decisivo. Si nada lo impide, habrá ‘fumata blanca’ con el anuncio de un acuerdo de mínimos para solicitar una ampliación de la vida útil de Almaraz tres años más hasta 2030. Un pacto al que el Gobierno ha querido anticiparse.