Chupa Chups mira más allá de los caramelos y se prepara para vender suplementos alimenticios

Chupa Chups mira más allá de sus mundialmente conocidos caramelos con palo. Además de comercializar productos de confitería, la compañía ha ampliado su objeto social para poder vender también suplementos alimenticios, según figura en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME).

Con este movimiento, se prepara para aprovechar el tirón de los suplementos alimenticios. Esta industria alcanzó los 2.000 millones de euros de facturación anual en el territorio nacional, según los datos actualizados en 2023 por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). No obstante, Chupa Chups todavía no tiene a la venta ningún producto concreto.

Su matriz Perfetti Van Melle, que compró Chupa Chups en 2006, ya ha adoptado esta estrategia en Italia. Aún son pocos los suplementos alimenticios que ofrece, pero en el mercado transalpino se pueden encontrar que comercializa chicles para niños con suplementos de vitamina C. Hace unos años también vendía caramelos de gelatina con forma de frutas para todas las edades, que publicitó con un anuncio bajo el lema La cara codiciosa de las vitaminas.

Es una manera de diversificar el negocio en un momento en el que las autoridades sanitarias están instando a reducir el consumo de azúcar. En sus últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, Chupa Chups ya aseguraba que estaba invirtiendo en el desarrollo de nuevos productos porque "el enfoque mundial actual en la salud y el bienestar podría influir en las preferencias de los consumidores y, de esta manera, afectar la demanda de los productos actuales del grupo".

Un impulso para las ventas

Busca así darle un nuevo impulso a su negocio, que fue duramente golpeado por la pandemia del coronavirus, principalmente porque la obligatoriedad de las mascarillas dificultaba el disfrute de sus caramelos. En 2020, el año del confinamiento, sus ventas cayeron un 25% interanual, hasta los 71,3 millones de euros, y el beneficio neto se redujo en un 95%, situándose en 467.000 euros.

Nunca llegó a entrar en pérdidas, pero la elevada deuda a corto plazo que arrastraba le obligó a ejecutar tres reducciones de capital en tres años consecutivos para restablecer el equilibrio patrimonial. Con esas maniobras evitó declararse en quiebra y relanzó su negocio, consiguiendo batir las cifras de ventas prepandemia. Las últimas cuentas conocidas son las de 2023, cuando sus ingresos alcanzaron un récord de 138,8 millones, frente a los 95,5 millones que registró en 2019.

Es una manera de diversificar el negocio en un momento en el que las autoridades sanitarias instan a reducir el consumo de azúcar

Pero conviene recordar que entre medias se ha producido una crisis inflacionaria mundial que obligó a subir los precios a toda la industria. Por lo tanto, no es que venda muchos más chupachups que antes del covid, sino que ahora son más caros. De hecho, el beneficio neto de 2023 aún se encuentra por debajo de las cifras prepandemia. Concretamente, se situó en 6,2 millones, respecto a los 8,6 millones de 2019.

"Las mayores ventas se deben, en parte, al aumento de los volúmenes de ventas en varios países, pero en gran medida se deben a los aumentos de precios que se han implementado", explicaba la propia compañía. Detallaba que se tomó esa decisión "para poder cubrir un mayor coste en materias primas, materiales de embalaje, mano de obra, transporte y servicios públicos". Así se explica que, a pesar de los ingresos récord, el beneficio neto aún esté por debajo de los niveles precovid.

Pueden venderse en el supermercado

Como no se trata de un medicamento, los suplementos alimenticios se pueden comercializar fuera de las farmacias. Por ejemplo, en supermercados, herbolarios o tiendas online. No obstante, aunque no necesitan autorización previa, deben ser notificados a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) antes de ponerse a la venta, para ratificar que cumplen con los requisitos de seguridad que exige la legislación europea y nacional. En ningún caso se le puede atribuir propiedades terapéuticas ni puede contener sustancias farmacológicas.

La industria de los suplementos alimenticios se está valiendo de los influencers para publicitar sus productos. Las empresas eligen, principalmente, a creadores de contenido especializados en nutrición, fitness y vida saludable. En paralelo, algunas instituciones públicas competentes han lanzado advertencias sobre el consumo de este tipo de productos.

Aesan, dependiente del Ministerio de Consumo, publicó en 2015 un decálogo para un uso responsable. Entre otras advertencias, señalaba que "no deben utilizarse como sustitutivo de una dieta equilibrada" y recomendaba consultar con el médico antes de empezar a tomarlos. Por su parte, la Comunidad de Madrid también distribuye unas pautas, en las que recuerda que no se les puede atribuir propiedades curativas.