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El sistema electoral de Cepyme beneficia a Cuerva, pero el voto delegado le perjudica
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Elecciones reñidas

El sistema electoral de Cepyme beneficia a Cuerva, pero el voto delegado le perjudica

Los apoyos públicos recibidos por Ángela de Miguel suponen en torno al 10% de los votos, pero el actual presidente tendría partidarios ocultos. La posibilidad de transferir el voto refuerza a la candidatura con más peso institucional

Foto: El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EP/Carlos Luján)
El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EP/Carlos Luján)
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Cepyme celebrará sus elecciones el próximo 20 de mayo en una cita electoral que estará previsiblemente ajustada y a la que la organización se presenta con una división poco habitual. Las dos candidaturas, encabezadas por el actual presidente, Gerardo Cuerva, y la presidenta de CEOE Valladolid, Ángela de Miguel, batallan por ganar la mayoría de los 508 votos, de los cuales 233 proceden de 56 organizaciones territoriales y 275 de 91 sectoriales.

El sistema de votación de Cepyme difiere considerablemente del de CEOE a pesar de su integración organizativa. Los estatutos de Cepyme fijan un reparto de votos y unos límites de delegación distintos con el objetivo de dar más protagonismo a las pequeñas patronales provinciales y a las sectoriales. Esto lleva a que, generalmente, las organizaciones provinciales tengan cuatro votos y las regionales otros cuatro, aunque ascienden a ocho en el caso de Cataluña y de Madrid por el elevado peso en el PIB. Las organizaciones sectoriales suelen tener cuatro votos, aunque hay algunas con dos y otras con seis, como Confemetal.

Este reparto por organización en vez de por el peso representativo a nivel de afiliación hace que Castilla y León, con nueve provincias, sea la región con más votos (40), seguida de Andalucía (36) y de Castilla-La Mancha (24), mientras que Cataluña y Madrid solo tienen ocho, respectivamente. La distribución territorial beneficia a Cuerva porque precisamente son las tres grandes regiones las que más divididas están en los apoyos por el momento, según fuentes empresariales, aunque le perjudica la delegación ilimitada del voto.

Fuentes cercanas a la organización aseguran que Cuerva tendría partidarios ideológicos en los territorios en los que más impacto tienen las subidas del salario mínimo y más enfado hay con la política laboral del Gobierno, pero solo se ha manifestado públicamente a su favor la asociación de gestores administrativos. En cambio, De Miguel ha conseguido el respaldo explícito de 12 organizaciones que suman en torno al 10,2% de los votos. La candidata de Garamendi cuenta con el peso institucional de la organización principal, lo que le facilita la ventaja actual.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva. (EFE/ Chema Moya).

No obstante, ningún apoyo por explícito que sea está totalmente asegurado dado el tiempo que todavía queda para las elecciones y las fuertes presiones. Fuentes internas trasladan que la organización está dividida en dos y que, debido a que la victoria del candidato respaldado por CEOE no es clara, cargos elevados (como Santiago Aparicio, presidente de CEOE Castilla y León y vicepresidente de Cepyme) decidieron no dar el paso de presentar su candidatura.

Dada la situación, el uso del voto delegado será clave para decantar la balanza hacia uno u otro lado. El reglamento de régimen interno de Cepyme permite que los miembros llamados a participar activamente deleguen el voto de manera ilimitada. Cuerva trató de modificar el sistema hace unas semanas reduciendo a seis las delegaciones en las asambleas ordinarias y a cero en las asambleas electorales, pero el cambio solo fue aprobado en la Junta Directiva, sin ratificación en una Asamblea General (que no se convocó), por lo que la dirección actual dejó sin efecto el cambio y las elecciones se celebrarán con el sistema de siempre. Los críticos habían amenazado con denunciarles ante los tribunales si seguían adelante.

La actual dirección de Cepyme ya denunció hace semanas presiones económicas con las sedes y el presupuesto para delegar el voto. CEOE también juega con la representatividad en las comisiones de trabajo y otra de las claves es la elección de las vocalías, que se está produciendo y no se cerrará hasta 20 días antes de las elecciones. Al no ser un sistema de voto directo de los afiliados, son las propias patronales los que eligen a las personas (vocales) que votan en la Asamblea Electoral. Cepyme ya ha mandado la carta a las organizaciones pidiéndoles que informen de quiénes son los elegidos y es posible que haya cambios interesados respecto a los que votaron en las elecciones de 2021.

CEOE va a hacer todas las presiones del mundo para que deleguen el voto. El voto sincero favorecía a Cuerva, pero se les va a exigir”, señalan las fuentes empresariales consultadas, que creen que las elecciones estarán reñidas. En Castilla y León, Cuerva contaría con el apoyo de León y de Segovia, y De Miguel con el de Soria y Valladolid. El resto de provincias están más en duda a pesar de que la candidata respaldada por Garamendi es autóctona. En Andalucía, Cuerva (nacido en Granada) tendría el apoyo de la mayoría de las provincias, a excepción de Málaga y Cádiz, que estarían con De Miguel, candidata que también contaría con los votos de Madrid y de las tres provincias vascas.

La última vez ganó el candidato de CEOE

La delegación del voto permite que este se concentre en la candidatura con más poder a nivel organizativo, ya que una sola persona se puede presentar con una cantidad muy elevada de votos para un candidato. Según fuentes empresariales, esto ya sucedió la única vez anterior (2010) en la que se enfrentaron dos candidatos en Cepyme: Jesús Bárcenas (que se presentaba a la reelección) y Jesús Terciado, candidato escogido por la CEOE de Gerardo Díaz Ferrán. El resultado fue la victoria de Terciado.

En CEOE no existe el voto delegado para elegir a la persona que preside la organización, es intransferible, por lo que son posibles las sorpresas. Es lo que pasó cuando Antonio Garamendi arrebató la presidencia de CEOE a Juan Rosell en 2018. Aunque el hándicap de CEOE es que los votos están muy concentrados en las grandes organizaciones y territorios, por lo que contando solo con las 15 mayoritarias de un total de 220 se ganan las elecciones.

Fuentes empresariales sostienen que las diferencias entre los candidatos son ideológicas y de estrategia respecto al Gobierno. A Garamendi se le atribuye una postura de “lealtad institucional”, término usado en múltiples ocasiones por el presidente, que no convence a los partidarios de Cuerva, que prefieren una patronal más crítica y enfrentada con el Ejecutivo.

Foto: Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme. (Carlos Luján / Europa Press)

En Cepyme se reitera que Cuerva estaba en contra de firmar la reforma laboral de 2021 y de la subida del salario mínimo de 2020, medidas que finalmente sí tuvieron el apoyo de las dos patronales porque se impuso Garamendi. Los críticos tampoco están de acuerdo con la reforma de las cotizaciones de los autónomos firmada por ATA. Por otra parte, varios miembros de Cepyme valoran el perfil empresarial de Cuerva, con negocios a su cargo, frente al de otra serie de líderes que se dedican completamente a su cargo representativo o ejecutivo en la patronal, a los que les critican tener una falta de contacto con el mundo empresarial real.

La relación entre Garamendi y Cuerva ha pasado de sintonía absoluta a una división que incluso ha partido al PP. Ayuso, que asistió al duro manifiesto de la pyme en 2024, presentará la candidatura de Cuerva en un desayuno informativo el próximo 5 de mayo, mientras que Mañueco apoyó públicamente a Ángela de Miguel hace unas semanas. No obstante, la división en Cepyme aún no ha llegado a su punto álgido; se terminará de consumar cuando ambos candidatos presenten sus listas de miembros para el Comité Ejecutivo, en las que pueden incluir a un máximo de 30 personas.

Cepyme celebrará sus elecciones el próximo 20 de mayo en una cita electoral que estará previsiblemente ajustada y a la que la organización se presenta con una división poco habitual. Las dos candidaturas, encabezadas por el actual presidente, Gerardo Cuerva, y la presidenta de CEOE Valladolid, Ángela de Miguel, batallan por ganar la mayoría de los 508 votos, de los cuales 233 proceden de 56 organizaciones territoriales y 275 de 91 sectoriales.

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