Bancos y asesores se vuelcan en que los clientes no vendan bolsa tras pérdidas
Las entidades están sacando del armario todos los manuales de psicología financiera y datos para convencer a los inversores de que sigan con la visión de largo plazo
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F659%2F54c%2F722%2F65954c7227706f77aa8e79fd9cc38172.jpg)
Cuando tus ahorros, en parte, se evaporan porque hiciste lo que se te recomendó, es difícil tener paciencia. Bancas privadas, gestoras, boutiques de asesoramiento y todos los asesores financieros están volcados estos días en convencer a los inversores de que sigan fieles a su estrategia de largo plazo y que no vendan tras el crash bursátil de la última semana.
Las pérdidas son de dos dígitos en apenas tres días, con tregua este martes, pero sin rebote. Warren Buffett, el inversor más exitoso de los últimos 100 años con Berkshire Hathaway, hace referencia a que el mercado es un sitio en el que los inversores pacientes ganan dinero a costa de los impacientes. Algo que se cumpliría estos días si hay rebote.
Y en eso están los asesores financieros españoles, pegados al teléfono o con reuniones presenciales y telemáticas con los clientes para evaluar la situación, analizar los diferentes escenarios a corto y medio plazo, y recomendar tener paciencia. No obstante, si hay inversores que no están durmiendo tranquilos, quizás deban reevaluar su exposición a la renta variable, porque no se les ha perfilado adecuadamente. "La primera recomendación a nuestros clientes es siempre mantener la calma y evitar tomar decisiones en caliente que luego lleven a arrepentirse y pensar en sus inversiones con perspectiva de largo plazo", expone Jaime Zumalacarregui, socio director de Banca Privada en atl Capital.
Zumalacarregui cree que "tras estos niveles de volatilidad, parece razonable que las caídas se moderen e incluso podamos ver un rebote de las cotizaciones de mayor o menor intensidad. Este comportamiento dependerá de las noticias y las reacciones que vayamos conociendo y que ayuden a despejar la incertidumbre, gran enemigo del mercado. De todas formas, nuestro consejo es que si los clientes/inversores disponen de liquidez o tienen las carteras algo cortas en renta variable, compren o aumenten sus posiciones en bolsa".
"Más que anticipar el fondo del mercado, lo relevante es verificar que la cartera está alineada con el perfil de riesgo de cada cliente. Si es así, no tiene sentido reaccionar de forma impulsiva. Quien no necesita liquidez inmediata debe evitar salir del mercado, y quien tiene liquidez o está por debajo de su nivel objetivo de riesgo, puede plantearse empezar a entrar poco a poco. Las ventas forzadas de los últimos días han generado movimientos que poco tienen que ver con los fundamentales, y es ahí donde pueden aparecer buenas oportunidades para posicionarse con visión de medio y largo plazo", defienden desde Abante.
Esta fue la advertencia de Ignacio Dolz, director de soluciones de inversión de Mutuactivos, que mantuvo un encuentro especial este lunes con los inversores. ING, en un comunicado a sus clientes, señala que “a pesar de que la primera reacción natural es la del miedo no es aconsejable deshacer una estrategia de largo plazo, bien pensada y diversificada, según tu perfil, por unos días de pánico en las bolsas, ya que esto puede acabar teniendo un coste importante para tu patrimonio”.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fe39%2F674%2F974%2Fe3967497424314d896afcf8ff41d4bd9.jpg)
En la misma línea, en Value Tree recuerdan que la historia demuestra que “los inversores han sufrido más al esperar nuevas caídas tratando de buscar un punto de entrada atractivo, que manteniendo su inversión, soportando la volatilidad durante esos descensos. Así, por ejemplo, si en los últimos 30 años un inversor se hubiera perdido los 10 mejores días de bolsa (S&P 500) su rentabilidad habría sido un 50% menor que la del índice. De igual manera, si se hubiera perdido los 30 mejores días, esta rentabilidad habría sido un 83% más baja”.
Además, si se pone en perspectiva, estas pérdidas solo son un mordisco a las ganancias acumuladas durante los dos últimos años. Precisamente por ello, es “un escenario propicio para que se produzcan correcciones más rápidas ante un evento inesperado. Nuestros clientes, por suerte o por desgracia, han atravesado ya situaciones complejas: la pandemia, las tensiones energéticas, los cortes en las cadenas de suministro o episodios inflacionarios, entre otros. En todos estos casos, el mercado ha demostrado capacidad de recuperación; salir de activos de riesgo en momento de caídas no ha sido la mejor elección. Por tanto, el mensaje ahora debe ser de tranquilidad y paciencia”, comenta Javier Puerto, director de inversiones de Caser Asesores Financieros.
El mercado se ha puesto en lo peor: recesión en Estados Unidos, menos comercio global y un deterioro económico a lo largo del planeta. Donald Trump impuso aranceles a los socios comerciales, del 20% en el caso de la Unión Europea, y estos están respondiendo. Desde Bruselas a China. Una incipiente guerra comercial que no se veía desde los años 30. El VIX, conocido como índice del miedo, que mide la volatilidad en Wall Street, se ha ido a máximos desde el confinamiento.
Los bancos han apostado en los últimos siete años por vender carteras de gestión discrecional, en las que los clientes no pueden hacer cambios, solo deshacer posiciones. Y esto ha evitado movimientos más comunes en el pasado de traspasos desde renta variable cuando había caídas hacia la renta fija. Con ello, muchos inversores se comían minusvalías y no se aprovechaban de la recuperación, que a veces es inmediata y, otras, tarda en aparecer. De hecho, las pérdidas pueden servir para elevar posiciones en bolsa: “En momentos de volatilidad e inestabilidad, surgen buenas oportunidades de inversión con visión de largo plazo”, recuerdan desde Ibercaja Gestión a los clientes.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F445%2F60a%2Ff8a%2F44560af8a1297e99d49456ac829bd6a5.jpg)
“En estos momentos y con la elevada volatilidad que están teniendo todos los mercados de acciones del mundo, los clientes deben mantener la calma y evitar movimientos bruscos en la composición de sus carteras”, insisten, en la misma línea, desde Sabadell Urquijo. “Hasta que no se sepa si dichos aranceles se aplican en su totalidad en los plazos indicados o si, por el contrario, hay margen para su negociación o un retraso en su implantación, no se podrá tener una visión clara sobre el impacto de los mismos en la economía de cada país y tampoco sobre la futura evolución de los mercados de renta variable”, añaden.
"Estamos recomendando a nuestros clientes que eviten las decisiones emocionales en estos momentos de tan baja visibilidad. Las caídas recientes reflejan más un choque de confianza que un deterioro real de los fundamentales, y creemos que en el actual contexto es muy difícil, por no decir imposible, tomar decisiones informadas. Apostamos por mantener una visión de medio y largo plazo", indica Álvaro Manteca, responsable de estrategias de inversión de banca privada de BBVA. "La historia demuestra que los episodios de volatilidad suelen generar oportunidades para aquellos que saben mantener la calma y actuar con criterio", insiste.
Esto es importante, porque intentar adelantarse al mercado puede suponer elevar las pérdidas o perderse una recuperación. Por ello, el mensaje siempre es de mantener la estrategia, normalmente con aportaciones periódicas y visión de largo plazo. “Es fundamental mantener la calma y respetar los horizontes de inversión establecidos por cada cliente. A lo largo de la historia, los mercados han atravesado numerosos eventos socioeconómicos adversos (guerras, pandemias, crisis económicas...) que han provocado correcciones significativas, pero que, a largo plazo, han tendido a recuperarse. Por ello, una vez producidas estas bajadas, es clave mantener la inversión para no comprometer las potenciales recuperaciones”, añaden desde Unicaja Banca Privada.
"Los momentos de pánico hay que aprovecharlos"
El problema, por lo tanto, puede surgir si el inversor no tenía un perfil adecuado de riesgo. También hay muchas carteras excesivamente conservadoras, con lo que ahora puede haber una oportunidad para elevar el sesgo a las acciones. “Estamos recomendando a los clientes que aprovechen la liquidez que les sugerimos acumular a primeros de marzo, porque ya se estaban complicando las cosas en relación con los aranceles. Obviamente, no pensábamos que se fueran a complicar tanto, pero la liquidez la tienen, principalmente en forma de bonos de corto y medio plazo. Y los momentos de pánico hay que aprovecharlos”, arguye Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep.
En resumen, hay dos posibilidades, enumera Guillermo Santos, socio de iCapital: “Optar por la cautela, en anticipación de un goteo de malas noticias macro y microeconómicas que, probablemente, llegue en los próximos meses, o aguantar la volatilidad y esperar a que se impongan esos datos fundamentales que cuadran con los niveles actuales de mercado. La aversión al riesgo de cada inversor determina por qué optar”.
"Los mensajes más relevantes en una situación tan compleja se basan en dos principios. En primer lugar, la diversificación entre diferentes clases de activos y sectores, porque la erraticidad en las decisiones de Trump y la dificultad de predecir sus movimientos no aconseja tomar posicionamiento con grandes sesgos y las carteras necesitan tener activos que actúen como contrapeso y generen cierta descorrelación. En segundo lugar, modular los niveles de exposición, pero mantenerlos dentro de los rangos de cada perfil de clientes", argumentan en la banca patrimonial de Bankinter.
Cuando tus ahorros, en parte, se evaporan porque hiciste lo que se te recomendó, es difícil tener paciencia. Bancas privadas, gestoras, boutiques de asesoramiento y todos los asesores financieros están volcados estos días en convencer a los inversores de que sigan fieles a su estrategia de largo plazo y que no vendan tras el crash bursátil de la última semana.