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El sector energético mira a Galán (Iberdrola) para salvar la central nuclear de Almaraz
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El Gobierno espera una iniciativa

El sector energético mira a Galán (Iberdrola) para salvar la central nuclear de Almaraz

Los dueños tienen hasta el mes de junio para pactar la ampliación de su vida útil. Iberdrola, como accionista mayoritario, tiene en su mano lograr un pacto de ‘mínimos’ hasta 2030

Foto: La central nuclear de Almaraz. (EFE/Eduardo Palomo)
La central nuclear de Almaraz. (EFE/Eduardo Palomo)
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La central nuclear de Almaraz tiene hasta el mes de junio para sobrevivir. El Gobierno espera que Iberdrola, Endesa y Naturgy, sus dueños, presenten oficialmente una propuesta para sentarse en la mesa a negociar una extensión de su vida útil que finaliza en 2027. La llave la tiene Iberdrola. La empresa que lidera Ignacio Sánchez Galán, máximo accionista de la central extremeña, es la esperanza del sector energético para activar un ‘plan de mínimos’ que permita a la central sobrevivir tres años más, hasta 2030, y aplazar el debate del resto de centrales en la próxima legislatura.

Iberdrola y Endesa necesitan, de nuevo, que les salgan los números con sus centrales. En 2019, cuando se firmó el cierre ordenado de los siete reactores entre los dueños y el Gobierno, las grandes energéticas veían una salida a un negocio deficitario por el desplome de los precios eléctrico y la carga fiscal a las nucleares que había iniciado el Gobierno de Mariano Rajoy que remató el de Pedro Sánchez. Pero los tiempos han cambiado. La demanda de electricidad no se puede digerir con la red actual y los precios eléctricos hace que la producción de las nucleares necesite una ‘leve’ corrección de su fiscalidad para que salgan los números.

El primer paso se espera por parte de Iberdrola. La energética que preside Ignacio Sánchez Galán, que ha preferido no valorar a El Confidencial esta posibilidad, contempla una ampliación de la central de Almaraz hasta 2030, que cuenta ya con el beneplácito del Consejo de Seguridad Nuclear, un organismo que dió el visto bueno a la central extremeña para operar hasta 2030 pero que limitó su actividad a 2027/2028 para cumplir con el calendario de cierre. Una vida útil que permitiría a los dueños, entre otras cosas, prorrogar el pago de 2.000 millones ‘extra’ que tienen que pagar por el plan de cierre de las nucleares, la denominada ‘tasa Enresa’.

Primero, se necesita que los dueños estén de acuerdo de forma unánime. En el caso de Almaraz, Iberdrola tiene que contar con el respaldo de Endesa, con el 36% de la central, y con Naturgy, dueño del 11,3%, para solicitar esta ampliación. Iberdrola exige rentabilidad para Almaraz, Endesa ve clave Almaraz para sus intereses en las dos centrales que lidera en Cataluña y Naturgy es un minoritario que ven en el cierre nuclear una oportunidad de negocio para sus ciclos combinados de gas. Pero, según informan fuentes conocedoras, la posición está mucho más unificada que en 2019.

Una propuesta de mínimos necesita que el Gobierno central y Extremadura respondan con una bajada de impuestos que permita a la central reducir sus impuestos que, actualmente, se sitúan cerca del 50% de sus costes fijos. Almaraz paga 176 millones de euros de la tasa Enresa, otros 82 millones de euros a las arcas de Extremadura y los ayuntamientos.

Foto: Central nuclear de Almaraz (CNA). (EFE/Eduardo Palomo)

Además, aporta 165 millones de euros de otros gravámenes como el impuesto sobre el valor de la producción de energía eléctrica y el impuesto del combustible gastado. Si se reducen los impuestos regionales y se prorroga la ‘tasa Enresa’ hasta 2030, la rentabilidad estaría cerca de las exigencias de los dueños y podría cuadrar con los planes del Gobierno, ya que el cierre nuclear genera un estrés en el sistema y otro frente político.

Urgencia de plazos

Una fecha señalada por Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT), la empresa que controla esta central, es el 31 de marzo de 2026. Esa es la fecha límite para solicitar la extensión. Aunque antes, Iberdrola y Endesa tienen que recibir el permiso de CSN para la extensión, formar a sus operadores de la centrales para este nuevo período y solicitar un combustible de uranio que, actualmente, maneja plazos de cerca de tres años para su entrega.

Un pacto de última hora permitiría que el resto de centrales cediera combustible para este aplazamiento y que centrales como Ascó, que son gemelas de Almaraz, tuviera algunos de las piezas de mantenimiento preparadas para extender la vida útil de su 'compañera extremeña'. Una urgencia que necesita que los dueños, Extremadura y el Gobierno central alcancen un acuerdo antes de junio. Si no se produce, el cierre de Almaraz, salvo milagro, no tiene vuelta atrás.

La central nuclear de Almaraz tiene hasta el mes de junio para sobrevivir. El Gobierno espera que Iberdrola, Endesa y Naturgy, sus dueños, presenten oficialmente una propuesta para sentarse en la mesa a negociar una extensión de su vida útil que finaliza en 2027. La llave la tiene Iberdrola. La empresa que lidera Ignacio Sánchez Galán, máximo accionista de la central extremeña, es la esperanza del sector energético para activar un ‘plan de mínimos’ que permita a la central sobrevivir tres años más, hasta 2030, y aplazar el debate del resto de centrales en la próxima legislatura.

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