La CNMC valora hacer otro test de mercado en la opa de BBVA y retrasar a mayo su OK

La opa de BBVA al Sabadell sigue enquistada en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En las últimas semanas, se daba por hecho que el dictamen sería inminente, pero ahora el organismo presidido por Cani Fernández estudia hacer otro test de mercado y alargar varias semanas la fase 2.

Según fuentes del mercado, Competencia está estudiando la posibilidad de hacer otro test. Es decir, volver a preguntar a los bancos intervinientes en la opa, a los competidores, gobiernos regionales, asociaciones empresariales y otros interesados por la situación de competencia que habría si se produce la opa, teniendo en cuenta los compromisos propuestos por BBVA. Desde ninguna de las partes hay comentarios.

BBVA ha ampliado sus compromisos para contentar a la CNMC y conseguir su aprobación sin nuevas restricciones (remedies). El banco presidido por Carlos Torres apunta a medidas para evitar la exclusión financiera o garantizar la financiación de las pymes que trabajan con Sabadell.

La idea de la CNMC era acabar con la fase 2 ya, en el periodo que va desde las juntas de accionistas que se celebraron la semana pasada hasta Semana Santa. Porque en la tesis que se manejaba en el organismo era que ya se había hecho un test de mercado en la fase 1, y se había recabado mucha información, con lo que no era necesario hacer otro porque, aunque los remedies propuestos por BBVA se han ampliado, no son radicalmente diferentes. Además, ha decidido no tener en cuenta la propuesta del Sabadell de usar otra metodología y no ha permitido a terceros personarse, rechazando casi 80 peticiones.

El informe ya estaba muy avanzado con la fase uno, por lo que todas las partes esperaban que se emitiera sin grandes novedades, pasando a una fase 3 en la que se podrá pronunciar el Gobierno. Sin embargo, en los últimos días ha empezado a ganar fuerza en el seno de la CNMC la posibilidad de hacer otro test de mercado. Expertos en la materia apuntan a que duraría, al menos, dos semanas. Después habría que valorar la información e incorporarla al informe, para decidir si se dan por buenos los compromisos de BBVA o se endurecen. Es decir, el proceso se podría ir hasta mayo.

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La cuestión de la CNMC se considera decisiva para ambos bancos. BBVA trabaja con RBB Economics y con Garrigues para el análisis de competencia, desde la óptica económica y jurídica, respectivamente, mientras que Sabadell está asesorado por Compass Lexecon y por Uría.

La CNMC anunció en noviembre el paso a la fase 2, y publicó una nota sucinta en la que alertó de riesgos en la oferta de crédito a las pymes por la operación, justificando la necesidad de alargar el análisis. En esta nueva fase, Sabadell se personó y pidió usar una metodología diferente a la de CaixaBank y Bankia, que se basa en códigos postales y oficinas, argumentando que para las pymes no sirve por necesitarse un examen del número de bancos que trabajan con las empresas y la oferta disponible. Además, pidió que los remedies incluyan la venta de parte del negocio de pymes en territorios donde las dos entidades tienen cuotas importantes, como Cataluña o Comunidad Valenciana.

Sin embargo, Competencia rechazó estas premisas, y los ejecutivos de BBVA y Sabadell han venido reconociendo públicamente que dan por hecho que el dictamen será en semanas. El presidente del Sabadell, Josep Oliu, y el consejero delegado, César González-Bueno, llegaron a cuestionar la actuación de la CNMC durante la junta de accionistas.

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La CNMC rechazó la personación de casi 80 asociaciones o sindicatos, y Foment y UGT presentaron recursos ante la Audiencia Nacional. Expertos jurídicos creen que no tendrán repercusión en el proceso. “Que no se admita la personación tiene sentido para no retrasar el proceso. Que no hayan preguntado por los remedies potenciales, y eso no hubiera retrasado el proceso, no nos parecería la conducta más eficaz para la defensa de la competencia en España”, dijo González-Bueno la semana pasada.

Y, precisamente, esto es lo que podría cambiar. Que haya un test de mercado en el que se pregunte por los compromisos propuestos por BBVA, que se han ampliado. La entidad presidida por Carlos Torres ha pedido a la CNMC que evite este test por considerar que no es necesario, mientras que Sabadell insiste en su conveniencia en público y privado.

Después de la CNMC todavía quedaría una fase 3, ya que el ministro de Economía puede preguntar al resto de los ministerios y elevar la opa al Consejo de Ministros para validar, ampliar o suavizar los remedies propuestos por Competencia. Cualquier cambio debe ser por razones ajenas a la competencia, pero hay varias vías con las que argumentar propuestas de compromisos, como la cohesión territorial a la que siempre ha aludido el ministro Carlos Cuerpo, un concepto ambiguo en el que juristas consultados consideran que no debería caber ninguna injerencia en la opa, pero que al mismo tiempo es lo suficientemente subjetivo como para utilizarlo.

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Sabadell, que está haciendo oposición a la opa, se ha encomendado al Gobierno: “El Gobierno debe velar por el bien común”, dijo Oliu el miércoles ante la prensa, antes de la junta. También pidió al Ejecutivo que sea claro sobre su futura posición en torno a la fusión, ya que si BBVA adquiriera Sabadell tendría que pedir a Economía la autorización para fusionar las entidades.

“Somos especialmente sensibles a las preocupaciones expresadas por las autoridades y, por ello, hemos presentado a la CNMC, la autoridad de competencia española, unos compromisos eficaces y sin precedentes para garantizar la inclusión financiera y cohesión social, el crédito a las pymes y la competitividad”, dijo Carlos Torres el viernes ante los accionistas, recordando también el compromiso con los “diversos territorios”, que incluye mantener el centro corporativo de Sant Cugat. Torres aseguró estar “plenamente” confiado en el éxito de la operación.

BBVA planteó en la fase 1 compromisos para mantener condiciones comerciales en los que la opa lleve a una situación de monopolio o duopolio, crear una cuenta para clientes vulnerables, limitar el cierre de las oficinas, y mantener el circulante y el volumen de crédito a las pymes que trabajan con Sabadell durante 18 meses, entre otros. En la fase 2 ha ampliado estas propuestas.