Hacienda estrecha el cerco al Ibex para perseguir la planificación fiscal agresiva

Hacienda sigue dando pasos para impulsar a las empresas a prepararse para un nuevo contexto de más exigencias fiscales, al tiempo que estrecha el cerco para las multinacionales que tienen una planificación fiscal agresiva con el fin de eludir el pago de impuestos. La Agencia Tributaria empezará a inspeccionar a las multinacionales para comprobar que están preparándose.

El Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2025 advierte al Ibex y a otras grandes multinacionales de que la Agencia Tributaria iniciará ya este año planes de actuación para comprobar que se aplican las nuevas normas, que tienen su origen en un acuerdo marco en la OCDE bajo el Proyecto BEPS. Europa ha ido más lejos al establecer ya una directiva con una imposición mínima del 15% para las grandes empresas, que España adoptó a última hora en diciembre.

La normativa afecta a las empresas que facturen más de 750 millones al año. El Pilar II, como se conoce en la jerga fiscal, quiere que no haya planificación fiscal agresiva en las multinacionales, obligando a que tributen un mínimo del 15% en cada país. Si hay un estado donde tributan menos, la diferencia se tributa en el país donde está la sede del grupo. Por ejemplo, si una multinacional española tributa el 12% de su beneficio en otro país, Hacienda puede reclamar que se tribute en España la diferencia entre ese 12% y un hipotético 15%. Así, hay una doble comprobación. En cada filial, se debe constatar que se tributa más del 15%. Y, en la matriz, hacer un test de que se cumple en todos los países.

Esto obliga a las empresas a tener un mayor control de la tributación que realizan en cada mercado, además de que se incrementan las exigencias de información, con la exigencia de tener datos homogéneos de todas las filiales. Por eso, las grandes empresas se han cargado de un ejército de asesores en los últimos meses, tanto con consultoras como con despachos de abogados. Las empresas tendrán que hacer un reporte 15 meses después del cierre de cada ejercicio fiscal.

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"Aun cuando las primeras declaraciones por este impuesto se presentarán en 2026, la novedad y complejidad del mismo supondrá un importante reto organizativo para los contribuyentes y la Agencia Tributaria durante 2025", señala la Agencia Tributaria en su plan anual.

De hecho, Hacienda avisa de que "las actuaciones de inspección velarán por la aplicación efectiva" de las nuevas normas. "Uno de los resultados del proyecto BEPS fue el reforzamiento, a nivel global, de las medidas antielusión, tanto de carácter interno como internacional. Estas medidas se despliegan sobre un conjunto variado de materias, tales como las denominadas asimetrías híbridas, la transparencia fiscal internacional, la deducibilidad de los gastos financieros o el abuso de los Convenios fiscales", explica la Agencia Tributaria.

"La entrada en vigor del Convenio Multilateral para aplicar las medidas relacionadas con los tratados fiscales está permitiendo implantar de modo progresivo todas aquellas medidas derivadas de los trabajos del proyecto BEPS que requieren la modificación de Convenios internacionales", agrega el plan anual de la Inspección.

La nueva normativa en torno al impuesto mínimo global del 15% y los requisitos de información suponen un desafío por carga de trabajo y costes regulatorios para los departamentos fiscales de las grandes empresas, que han contratado asesores de las big four y de despachos especializados.

"Es un esfuerzo de revisión muy grande para darse cuenta de que solo incumplen regiones muy concretas e incluso poco relevantes"

"Los grandes grupos llevan tiempo trabajando en obtener un entendimiento suficiente de la norma y en estimar el potencial impacto de la misma", explica Mar Sánchez Mercader, directora de Fiscalidad Internacional de PwC Tax & Legal. "Estamos ayudando a estos grupos en la correcta adopción e implementación de la norma, no solo desde una perspectiva técnica, sino también desde el enfoque operativo", agrega.

"Es un esfuerzo de revisión muy grande para darse cuenta de que solo incumplen regiones muy concretas e incluso poco relevantes para el negocio", afirma David Vilches, counsel de fiscal de Uría Menéndez e inspector de Hacienda en excedencia. "En el fondo lo que están descubriendo las empresas del Ibex es que realmente ellas no están por debajo del 15%", señala el experto. Pero aun cuando ya se cumple formalmente, como ocurre en la mayoría de los casos, según los asesores consultados, está el desafío de demostrarlo cuando se tienen figuras impositivas o realidades fiscales diferentes, especialmente en el este de Europa o en Latinoamérica, donde el Ibex está muy presente.

"La imposición de un piso mínimo de tributación restringe el margen de maniobra que tenían los Estados para diseñar sus sistemas fiscales con el objetivo de atraer inversiones hacia sectores y geografías estratégicas", explica Manuel Alonso, socio de fiscal de Baker McKenzie que califica Pilar II como una normativa compleja, que con sus múltiples reglas y excepciones, está generando una demanda creciente de servicios especializados. "Los clientes requerirán un asesoramiento integral, desde el diseño de estructuras fiscales hasta el cumplimiento continuo".

Pelayo Oraa, socio del departamento de Impuestos Corporativos de KPMG Abogados, explica que aún quedan dudas técnicas por resolver. Entre ellas, comenta, "cabe considerar dudas básicas como cuáles son los impuestos cubiertos en España y otras jurisdicciones, es decir, qué impuestos deben considerarse para confirmar si la tributación es de, al menos, el 15%. Como dudas más complejas, entre las que cabe mencionar si las concesiones contabilizadas como inmovilizado intangible o como activo financiero deben considerarse como activos materiales a determinados efectos, calificación de las Uniones Temporales de Empresas, cuál debe ser el efecto de las deducciones de I+D y de las deducciones del cine en este cálculo, requisitos para que el gasto de personal permita determinados beneficios, etc".

También hay dudas prácticas, apunta Oraa: "Una vez se tenga clara la información necesaria, debe trasladarse a todas las entidades del grupo a nivel internacional, respondiendo dudas que podrían ser propias de su normativa y no resultar de aplicación en España, lo cual dificulta la contestación. Asimismo, será necesario que la información que se reporte desde cada jurisdicción sea homogénea y se facilite en plazo. Una vez obtenida la información, será necesario procesarla para realizar los cálculos exigidos por la normativa y confirmar si deben realizarse pagos adicionales de impuestos, para lo que sería de utilidad una herramienta tecnológica que se haya creado específicamente al efecto".

"Muchas de las empresas afectadas por Pilar 2 llevan trabajado desde hace más de dos años en el análisis de los impactos derivados de esta nueva normativa. Los principales retos actualmente consisten, en primer lugar, en la complejidad técnica de la normativa y su encaje con las normativas fiscales locales de los países donde los grupos multinacionales están presentes y, en segundo, desde un punto de vista operativo y de cumplimiento, recabar toda la información necesaria en tiempo y forma, lo que obliga a revisar reportes fiscales, procesos, inversión en automatizaciones y tecnologías y sistemas de información financiera", arguyen Jon Díaz de Durana e Irene Reoyo, socios de Deloitte Legal. "Es clave la monitorización de las novedades legislativas a nivel mundial para poder cumplir con las obligaciones de registro y presentación de modelos de Pilar Dos. Y, por lo general, cabe esperar que el Pilar 2 esté presente en las decisiones estratégicas de los grupos impactados", añaden.