El Private Equity pone el foco en las firmas de servicios y apunta a las grandes del sector
El sector de servicios profesionales atrae a fondos de inversión por su estabilidad y oportunidades de consolidación. Sin embargo, enfrenta retos como la digitalización, la presión regulatoria o la fuga de talento
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Las firmas de servicios profesionales siempre han sido un caramelito para los fondos de inversión. Sin embargo, en los últimos años, la fiebre por las firmas no ha hecho nada más que dispararse. La tendencia viene impulsada por el auge de adquisiciones en Estados Unidos, donde un tercio de las treinta principales firmas ya cuentan con participación de fondos de inversión. Este fenómeno también ha cobrado fuerza en Europa, especialmente en el norte, con Reino Unido a la cabeza, y con países como España entrando con más timidez.
Volviendo a Estados Unidos, el capital privado está ganando terreno en el sector, y es que hay multitud de casos, los más recientes son el de PKF O’Connor con la entrada de Investcorp, PSP Investments; la compra de Davies y Carr, Riggs & Ingram por parte dey Centerbridge Partners, Baker Tilly con Hellman & Friedman o incluso con el ejemplo de Grant Thornton y New Mountain Capital, firma que en Reino Unido ha llegado a un acuerdo similar con Cinven.
España no ha quedado al margen de esta tendencia. Un ejemplo claro es la reciente adquisición de Auren por parte de Waterland. Aunque no se han revelado detalles económicos de la operación, considerando el ticket medio del fondo europeo y su participación minoritaria, la firma española podría estar valorada entre 200 y 250 millones de euros.
No es la única transacción que ha estado sobre la mesa. Fuentes financieras consultadas señalan que EQT mantuvo conversaciones en 2023 para entrar en el capital de una de las Next Four que tiene sede en Madrid. Y aunque las negociaciones no prosperaron, evidencia que los fondos grandes tienen interés.
Riesgo de pérdida de talento
No obstante, no es oro todo lo que reluce. Fuentes del sector advierten de un riesgo significativo, salvo que la inversión se dirija a firmas con una marca consolidada y poca dependencia del factor humano. En operaciones de mid-market como las de Auren, Baker Tilly o Grant Thornton, el riesgo de pérdida de talento es muy grande.
A pesar de los mecanismos de retención para profesionales senior y con mayor capacidad organizativa, una vez finalizados estos periodos, si los resultados no cumplen las expectativas, muchos optan por marcharse.
Se trata de profesionales con una alta movilidad en el mercado. Hasta ahora, no ha habido grandes ejemplos de inversiones exitosas en el sector, y casos como Kroll o Interpath han tenido resultados modestos. La principal dificultad radica en movilizar y consolidar nuevas marcas cuando los profesionales siguen vinculados a sus firmas anteriores.
"Aunque esta tendencia ha sido más común en firmas de tamaño medio, cada vez vemos movimientos más grandes"
Richard Holden, socio de Alantra en Londres, y Carlos Rodríguez-Viña también socio de Alantra en Madrid, explican a El Confidencial que las estrategias como la consolidación de empresas (roll-ups) y el crecimiento a través de adquisiciones (build-ups) están en auge, debido a la fragmentación histórica del mercado y la oportunidad de crear grandes grupos.
"Aunque esta tendencia ha sido más común en firmas de tamaño medio, cada vez vemos movimientos más grandes, especialmente en torno a las operaciones de Grant Thornton en varias regiones", señalan.
Sobre por qué este sector atrae a las firmas de capital privado, ambos socios de Alantra indican que las firmas de servicios profesionales generan ingresos estables y recurrentes, lo que las hace negocios predecibles y resistentes a crisis. "El sector está altamente fragmentado, lo que abre oportunidades para la consolidación y además, permite diversificar inversiones en un contexto donde sectores tradicionales como el retail o el inmobiliario enfrentan incertidumbre", indican.
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Holden y Rodríguez-Viña explican que este fenómeno está cobrando más fuerza ahora porque el entorno es más desafiante debido a una mayor presión regulatoria para separar contabilidad y consultoría, escasez de talento y, sobre todo, la necesidad de invertir en digitalización e inteligencia artificial para seguir siendo competitivos.
Apuntan que estas necesidades requieren inversiones significativas para transformar los modelos de negocio y mejorar capacidades. La necesidad de líquido se suma a que muchas firmas enfrentan restricciones de capital debido a su estructura de sociedad (partnership) y su escala limitada. Sin olvidar que muchas se enfrentan al desafío de la sucesión en el liderazgo.
Sofía Mendes, socia responsable de FIG en Arcano, señala que, debido a la naturaleza de estas compañías, el proceso de venta es distinto al tradicional y requiere una precisión casi quirúrgica. "Aquí hablamos de empresas cuyo valor reside en su capital humano, lo que las hace más complejas. Generalmente, no se realizan procesos de venta abiertos, sino que terminan en negociaciones bilaterales".
"En España, aunque existen restricciones, el negocio sigue siendo atractivo para los fondos debido a su rentabilidad y estabilidad"
También apunta que otro factor importante que hay que tener en cuenta, es la estructura global de la compañía. Indica que hay dos modelos principales. Mientras que firmas, como Kroll, operan bajo una única entidad legal en múltiples países. Otras, como las Big Four, funcionan bajo un modelo de asociación en el que cada país es una entidad independiente, pero comparten marca y metodologías. "Esto influye en cómo se estructuran las adquisiciones".
¿Camino de una Big Five?
No obstante, matiza que en España, aunque existen restricciones, el negocio sigue siendo atractivo para los fondos debido a su rentabilidad y estabilidad. Precisamente, para mitigar los conflictos de interés en estas operaciones, añade que una opción puede ser vender o separar unidades de negocio que generen conflictos, enfocándose en el core business de la firma. "Esto permite maximizar el valor sin comprometer la integridad del negocio".
En resumen, aunque ya se han dado movimientos significativos, aún queda mucho margen para la consolidación. Si analizamos los porcentajes de crecimiento a nivel global en el entorno de las Next Four, estas firmas están experimentando un crecimiento de doble dígito interesante. Por ello, cabe preguntarse si en pocos años podríamos ver el surgimiento de una Big Five.
Las firmas de servicios profesionales siempre han sido un caramelito para los fondos de inversión. Sin embargo, en los últimos años, la fiebre por las firmas no ha hecho nada más que dispararse. La tendencia viene impulsada por el auge de adquisiciones en Estados Unidos, donde un tercio de las treinta principales firmas ya cuentan con participación de fondos de inversión. Este fenómeno también ha cobrado fuerza en Europa, especialmente en el norte, con Reino Unido a la cabeza, y con países como España entrando con más timidez.