DHL trasladará sus envíos entre México y Canadá por barco y avión para evitar los aranceles
La mayor parte de las exportaciones de México pasan por EEUU incluso si el destino final es Canadá. Una pequeña parte de su comercio se podría salvar de los aranceles a través de rutas alternativas
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Las empresas exportadoras y las que se dedican a la logística están diseñando nuevas estrategias para tratar de minimizar el impacto de los aranceles anunciados por Donald Trump, aunque la mayor parte de ellos todavía no hayan entrado en vigor. Ese es el caso de los que afectan a México y a Canadá, que tras dos días en funcionamiento a principios del mes de marzo volvieron a ser aplazados hasta el dos de abril por la presión de las empresas de la automoción.
A pesar de la incertidumbre, el sector empresarial empieza a trabajar con un escenario de encarecimiento de los transportes para el que ya adelantan planes a corto y a largo plazo. En el caso de DHL, una de las principales empresas de paquetería y transporte de mercancías a nivel global, la estrategia pasa por esquivar en la medida de lo posible el territorio y las aduanas estadounidenses, aunque esto solo salvará de los aranceles al comercio bilateral que no tenga como destino final EEUU.
La empresa envía normalmente todas las mercancías comerciadas entre México y Canadá por vía terrestre, atravesando EEUU, debido al actual marco de libre comercio entre los tres estados por el tratado T-Mec. De hecho, el 78% de las exportaciones de México se hacen por vía terrestre, el 66% por carretera y el 12% por tren, frente a solo el 17% por vía marítima y al 4% por aérea. Si entran en vigor los aranceles del 10% a todas las importaciones, el coste de cruzar el país por tierra se disparará, por lo que Antonio Arranz, CEO de la división Express de DHL en México, plantea “una oportunidad de empezar a contemplar que sea por la vía aérea o la marítima”. Varios clientes se estarían interesando ya especialmente por esta segunda vía.
Según ha explicado Arranz en el marco de la presentación del informe anual de comercio de DHL en México, “estamos ideando soluciones y esperamos comercializarlas a la mayor brevedad”, aunque el comercio bilateral entre Canadá y México es mucho más reducido que el que hacen cada uno de estos dos países por separado con EEUU. En las últimas décadas, los tres países han llevado a cabo una estrategia de nearshoring integrando las cadenas de valor y eliminando barreras comerciales, pero también ha generado dependencias que ahora ponen en riesgo las tres economías con el cambio en la política comercial tras la vuelta de Trump.
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El 80% de las exportaciones de México y el 76% de las de Canadá se destinan a EEUU, mientras que el volumen entre ellos es mucho más reducido. Solo el 2,9% de las exportaciones de México tienen como destino Canadá y el 1,2% % en el caso contrario. Las importaciones están más diversificadas, pero también tienen como principal origen EEUU en ambos casos. La situación pone en riesgo especialmente a la economía mexicana porque ha basado su crecimiento económico en este flujo comercial. En los años 70 México tenía unos aranceles a las importaciones por encima del 20% y el comercio suponía menos del 15% de su PIB, actualmente los aranceles implícitos a las compras del exterior están por debajo del 2% y el comercio de bienes ha alcanzado el 35% del PIB.
Teniendo en cuenta estas características de los flujos comerciales, la vía marítima y la aérea para el comercio bilateral solo solventarán una pequeña parte del problema de los aranceles, además, en muchos casos supondrá un aumento de los tiempos de envío pasando de unas 9 horas del camión a entre 3 y 7 días en barco, según advierte Aranz. Si esta redirección de los flujos comerciales se llevara a cabo, supondría una pérdida de ingresos para la administración estadounidense.
Según señala en conversación con El Confidencial John Person, CEO de DHL Express Global, “lo que más me preocupa es que estas tarifas se apliquen y se mantengan”, aunque sugiere que “tal vez el mercado de valores le hará revertir sus decisiones”, refiriéndose a Trump. En general, Person se muestra muy optimista respecto a la escalada del proteccionismo defendiendo que “la globalización es demasiado grande para caer” y que “la política comercial es más volátil que el comercio”. Todavía no hay datos disponibles de comercio para estos meses, pero la incertidumbre generada, en máximos históricos, ya estaría perjudicando a la economía por la vía de las expectativas, según advirtió el BCE en sus últimas proyecciones.
Preguntado por si DHL reducirá sus márgenes ante un posible descenso del volumen de envíos, Person lo descarta de entrada, aunque reconoce que la empresa optaría por hacer más eficientes los costes. “Si una ruta se vovliera menos viable, tendríamos un avión más pequeño en ella, aunque los tiempos de recogida y entrega serían exactamente los mismos”, señala. También pone de ejemplo la posibilidad de fusionar rutas y medios de transporte para optimizar los recursos.
Producir más en México
DHL percibe por el momento que el flujo comercial entre México y EEUU continúa siendo robusto a la espera del 2 de abril, aunque los días previos a la entrada en vigor de los aranceles del pasado 4 de marzo ya se produjeron movimientos anómalos con “un gran pico de inventarios”, señala Arranz, porque las empresas americanas adelantaron las compras para que entrara el mayor volumen posible de mercancía sin aranceles.
“No podemos sustituir a EEUU sin más, pero hay oportunidades con otros países”, defiende el directivo, y reconoce que “México tiene mucho más que perder que Canadá” por lo que llama a la calma y a tratar de cerrar “un buen trato” a nivel político con Trump. No obstante, ya sugiere planes para tratar de sustituir el peso de EEUU en las exportaciones y en las importaciones mexicanas: un mayor enfoque a mercados europeos y sudamericanos y la puesta en marcha de programas de incentivos a las empresas locales mexicanas para producir localmente bienes que actualmente se importan a EEUU.
Las empresas exportadoras y las que se dedican a la logística están diseñando nuevas estrategias para tratar de minimizar el impacto de los aranceles anunciados por Donald Trump, aunque la mayor parte de ellos todavía no hayan entrado en vigor. Ese es el caso de los que afectan a México y a Canadá, que tras dos días en funcionamiento a principios del mes de marzo volvieron a ser aplazados hasta el dos de abril por la presión de las empresas de la automoción.