El aceite de oliva español acelera las ventas en EEUU para sortear los aranceles de Trump
Las ventas del oro verde nacional en el país norteamericano alcanzaron los 1.013 millones de euros a lo largo de 2024, como exponen los datos de Datacomex
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Donald Trump anunció el lunes que impondrá aranceles a los productos agrarios a partir del próximo 2 de abril. Aunque aún se desconoce cómo se articulará el gravamen, porque el presidente estadounidense no dio pistas de la cuantía ni de si afectará por igual a todos los países, en el sector primario español ya se están preparando para paliar el golpe que supondrá para sus exportaciones. Principalmente en la industria del aceite de oliva, que está adelantando e intensificando los envíos al país norteamericano.
"Todo lo que se pueda adelantar, se hará", explican fuentes del sector, que, aun así, confían en poder salvarse de esos aranceles. Su esperanza está puesta en que EEUU produce solo el 1% del aceite de oliva que consume, de acuerdo con los datos del COI (Consejo Oleícola Internacional), por lo que decretar nuevos impuestos sin llegar a abastecerse por sí mismos subiría el precio considerablemente. No obstante, Trump demandó a sus agricultores "producir mucho más producto agrícola para vender dentro" de su territorio.
Pero como el rumbo que tomará la guerra comercial es imposible de predecir con Trump en la Casa Blanca, la industria del aceite prefiere prevenir. Un ejemplo es Deoleo, dueño de marcas como Carbonell y Hojiblanca, que obtiene en EEUU en torno al 26% de sus ventas. Para minimizar el impacto, su director financiero, Enrique Weickert, explicó la semana pasada, en la presentación de resultados, que llevaban trabajando desde hace meses con un hipotético escenario de aranceles del 25%.
"Estamos construyendo un colchón adicional para que, en el momento en que lleguen las medidas, que como vemos será de la noche a la mañana y en un momento absolutamente impredecible, tener al menos tres meses de stock para ir sirviendo", detalló Weickert durante la presentación de resultados. También quiso recordar que el 95% del aceite que se consume en EEUU proviene de la cuenca mediterránea, por lo que los agricultores europeos "no están perjudicando" a los estadounidenses.
Como el rumbo que tomará la guerra comercial es imposible de predecir con Trump en la Casa Blanca, la industria del aceite prefiere prevenir
La ventaja que tiene el aceite de oliva frente a otros productos agrícolas es su fecha de caducidad, porque dura mucho más tiempo en buen estado que, por ejemplo, una naranja. Una botella de virgen extra sin abrir mantiene por completo su calidad durante dos o tres años, siempre que se conserve en lugares frescos y oscuros. Menos duran los aceites refinados o mezclados, porque durante ese proceso pierden parte de sus compuestos protectores, pero, aun así, aguantan entre un año y año y medio.
La industria pretende así sortear los posibles aranceles y sostener al aceite de oliva como el principal producto agrícola español vendido en EEUU. Las ventas del oro verde alcanzaron los 1.013 millones de euros a lo largo de 2024, lo que representó el 30% de todas las exportaciones nacionales, como exponen los datos de Datacomex. Es casi el triple que los 335 millones que supone el segundo negocio en cuestión, el del vino, otra las banderas insignia de la gastronomía nacional que también toma medidas.
El mundo del vino, también previsor
Las bodegas españolas, de hecho, ya comenzaron a actuar poco después de conocerse la victoria de Trump en las elecciones celebradas el pasado 5 de noviembre. Así lo demuestran los datos recogidos por la Organización Interprofesional del Vino (OIVE) en la aduana estadounidense, que arrojan un incremento interanual del 28,2% en volumen en diciembre del año pasado, justo el mes posterior a los comicios. En total, traspasaron la frontera 6,4 millones de litros de vino.
Entre los que tomaron la delantera está Protos, conocida por ser la primera bodega de lo que ahora se conoce como Denominación de Origen Ribera del Duero. Ya a comienzos de febrero, un mes antes de que Trump anunciase los aranceles que esperaba todo el sector, su gerente de exportaciones, Luisa de Paz, señaló en declaraciones recogidas por Reuters que "se adelantaron pedidos para que ellos [sus socios en EEUU] tuvieran mercancía para suministrar durante los 6 primeros meses" de 2025.
Después del aceite de oliva y del vino, la aceituna de mesa es el tercer producto agrícola español con mayor peso en el país norteamericano, con un negocio que alcanzó los 200 millones durante el año pasado. Los agricultores dedicados al olivo, no obstante, están acostumbrados a los aranceles estadounidenses, ya que durante el primer mandato de Trump, se impuso a la aceituna negra un castigo impositivo del 35% que se mantuvo durante la legislatura de Joe Biden y que, por lo tanto, perdura a día de hoy.
Donald Trump anunció el lunes que impondrá aranceles a los productos agrarios a partir del próximo 2 de abril. Aunque aún se desconoce cómo se articulará el gravamen, porque el presidente estadounidense no dio pistas de la cuantía ni de si afectará por igual a todos los países, en el sector primario español ya se están preparando para paliar el golpe que supondrá para sus exportaciones. Principalmente en la industria del aceite de oliva, que está adelantando e intensificando los envíos al país norteamericano.