Renfe se reúne con el equipo de Teresa Ribera en plena expansión por Europa

Renfe busca más negocio internacional. La empresa pública, que depende del Ministerio de Transporte, tiene ya una pica en Francia, Italia o República Checa. Pero no quiere perderse ninguna oportunidad del transporte de 'moda' en Europa. El negocio de los trenes es la movilidad preferida por la Comisión Europea y Renfe ha podido conocer de primera mano los planes que tiene el equipo de Teresa Ribera, máxima responsable de Competencia en Bruselas.

La empresa pública que, desde hace un mes preside Álvaro Fernández Heredia, se reunió el pasado 17 de febrero en privado con su equipo y tomó nota de la hoja de ruta de la Comisión con su negociado, también tuvo la oportunidad de poner encima de la mesa sus necesidades para seguir con esta expansión. A la cita acudieron Paloma Baena, directora de estrategia global de Renfe, David Martínez, responsable de asuntos de la UE de Renfe y Miguel Gil, jefe de Gabinete de Teresa Ribera.

Ambas partes analizaron, en primer lugar, la cofinanciación de programas de infraestructuras europeos, en línea con el actual CEF (Connecting Europe Facility). Otro de los puntos clave de sus conversaciones fue la puesta en marcha de los tramos ferroviarios transfronterizos, que son estratégicos para que la red ferroviaria española se conecte con el resto de países miembros.

Unos puntos que son clave para el futuro de Renfe. La compañía pública, mientras pelea en España con Iryo y Ouigo, pretende aprovechar las nuevas infraestructuras europeas y tiene abierta la búsqueda de oportunidades que le ofrece el proceso de liberalización que se está produciendo en el continente. A través de su filial Renfe Proyectos Internacionales, la compañía dependiente del Ministerio de Transportes ha tomado posición como operador directo, como es el caso de Francia, donde ha iniciado operaciones con trenes AVE este año.

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También tiene cuenta con el control del 33% de la italiana Longitude, su alianza con Leo Express (República Checa, Eslovaquia y Polonia) y la actividad de ‘consultor de proyectos’ en el caso de Rail Báltica (Letonia, Estonia y Lituania).

Red Transeuropea

Además, Renfe y Miguel Gil abordaron la finalización de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) ferroviaria. Un asunto que aprobó el Consejo Europeo en junio de 2024 y que sigue sin avances. El operador ferroviario espera novedades sobre cómo se van a abordar los tramos fronterizos y los avances sobre tecnología para su puesta en marcha.

Esta discusión va de la mano del futuro Marco Financiero Plurianual (MFP) y sus prioridades en el ámbito de transporte. El equipo de Teresa Ribera se ha comprometido a tener un diálogo amplio con Renfe, ya que ve en el ferrocarril “un pilar fundamental de las transiciones ecológica y digital”.

Seguir con la internacionalización

Explorar nuevos mercados es un punto clave para la nueva dirección que busca, entre otras cosas, animar la cuenta de resultados. Renfe cuenta con dos proyectos fuera de Europa. El principal proyecto internacional de la compañía es el Haramain Highspeed Railway, en Arabia Saudí, donde Renfe lleva 10 años trabajando en un consorcio de empresas hispano-saudí.

Y, en América, la empresa pública sigue participa en la alta velocidad de Texas, mantiene una estrecha colaboración con el Tren Maya mexicano y se mantiene en un consorcio de empresas internacionales para optar al proyecto de Tren de Alta Frecuencia que modernizará el servicio ferroviario entre Toronto y Quebec, en Canadá.