ICG inyecta 75 M para apuntalar Konecta, con 120.000 empleados y 1.000 M de deuda
El fondo británico y José María Pacheco, su fundador, aportan capital nuevo a la compañía de call center, un sector que ha vivido la graves crisis de Atento y de Afiniti
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb63%2F82b%2Fcab%2Fb6382bcab981b93969a5dcb0ce17b9e2.jpg)
Los 'call center' están con respiración asistida. Tras la grave crisis de Atento, la antigua empresa de Telefónica, y la quiebra de Afiniti, la compañía de inteligencia artificial en la que trabajó Alonso Aznar (hijo del expresidente del Gobierno José María Aznar), la industria de la atención telefónica asiste ahora a los problemas de Konecta, la multinacional española propiedad del fondo británico Intermediate Capital Group (ICG). Según aseguran fuentes financieras, el ‘private equity’ ha inyectado 75 millones de euros para acelerar la transformación de la empresa fundada por José María Pacheco.
ICG compró Konecta en marzo de 2019 a Banco Santander, PAI Partners y a Pacheco por un precio que no hizo público. Pero, para la adquisición a Pacheco y al resto del equipo directivo, se endeudó en 380 millones, que le concedieron entidades como JP Morgan, BNP Paribas, Deutsche Bank y Crédit Agricole. Posteriormente, en 2022, la fusionó con la italiana Comdata, que ya arrastraba dificultades financieras, como demuestra que una de sus divisiones estaba en concurso de acreedores. Para ello solicitó financiación adicional de casi 1.000 millones, por la que pagaba el Euribor más un diferencial de 5,75%. Es decir, más de un 8% actualmente y casi un 10% hasta que el Banco Central Europeo comenzó a bajar los tipos el verano pasado.
Aquella integración se saldó con unas pérdidas netas de casi 150 millones en 2023, primer año de la integración. Ese ejercicio, el último publicado, reflejó unas ventas de 1.900 millones y un beneficio operativo o Ebitda de apenas 223 millones, frente a una deuda total de casi 1.000 millones. A falta del cierre oficial de las cuentas de 1024, esta partida se ha acercado a los 300 millones.
El pasado mes de octubre, Moody's le rebajó su calificación crediticia “por su endeudamiento más alto de lo esperado, el modelo de sus ingresos y los altos costes de la integración que han provocado un prolongado periodo de generación de caja negativa”. La firma de 'rating' le recortó su calificación desde B2 a B3, penúltimo escalón antes de ser considerada casi irrecuperable. En su último informe, Moody's aseguraba que Konecta apenas contaba con 70 millones de liquidez y 38 millones adicionales de su línea de RCF, mientras tenía que hacer frente a la renovación de varias líneas de crédito. Además, agregaba que su generación de caja o free cash flow seguiría siendo negativa este año.
Caja negativa
“En los próximos 12-18 meses, esperamos que Konecta redujese su endeudamiento bruto a 5,5 veces su deuda, frente a las 6,2 veces de 2023, que es peor a nuestra previsión anterior, de situarla en cinco veces o menos”, resumía Moody's para explicar que el grupo de ‘call center’ tendría problemas para atender sus obligaciones financieras. Desde Konecta se asegura que la ratio de deuda al cierre de 2024 es ligeramente superior a las 3,6 veces, si bien no se especifica si es resultado operativo final o proforma.
La nueva aportación de ICG demuestra que el fondo británico, que gestiona unos 100.000 millones de dólares en todo el mundo, va a echar el resto para que Konecta se aproveche de las crisis de Atento y de Afiniti. La primera, la que fue filial de 'call centers' de Telefónica, con cerca de 90.000 empleados. tuvo que acometer una reestructuración en la que los inversores perdieron el 95% del dinero. La segunda se acogió el pasado mes de diciembre a la ley de quiebras estadounidense.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F89d%2F279%2F086%2F89d2790861dd5f5fbc2b8866138d6c05.jpg)
Al contrario, fuentes de los accionistas aseguran que este desembolso de 75 millones, más el repago de una cifra similar de su línea revolving que hizo el pasado viernes, es para acelerar el crecimiento de Konecta gracias al uso de la Inteligencia Artificial. Aunque a los fondos de capital riesgo no suele gustarle meter dinero nuevo sobre dinero viejo, especialmente después de seis años en una inversión, tanto ICG como Pacheco, que mantiene cerca del 20% del capital, han considerado que debían apostar dinero nuevo para transformar una compañía en la que la IA se ha convertido en una herramienta vital. Por un lado, para aumentar los márgenes. Y, por otro, para reducir progresivamente la fuerza laboral, que supone el mayor coste operativo.
Konecta cuenta con cerca de 120.000 empleados y en el nuevo plan estratégico lanzado en diciembre contempla la no renovación de los contratos que vayan venciendo, sin medidas traumáticas para la plantilla. El pasado año, la compañía con sede en Madrid firmó dos acuerdos con Google y con Uniphore para aplicar la nueva tecnología, con una previsión de ingresos de 500 millones de euros adicionales gracias a la apertura de los mercados de Estados Unidos y Reino Unido.
Los 'call center' están con respiración asistida. Tras la grave crisis de Atento, la antigua empresa de Telefónica, y la quiebra de Afiniti, la compañía de inteligencia artificial en la que trabajó Alonso Aznar (hijo del expresidente del Gobierno José María Aznar), la industria de la atención telefónica asiste ahora a los problemas de Konecta, la multinacional española propiedad del fondo británico Intermediate Capital Group (ICG). Según aseguran fuentes financieras, el ‘private equity’ ha inyectado 75 millones de euros para acelerar la transformación de la empresa fundada por José María Pacheco.