Ryanair viste de payaso al ministro Bustinduy para pedir que retire la multa a las aerolíneas
El ministro no ha tardado en responder y ha señalado desde el Senado que no es su "estilo" participar en las "excentricidades de un millonario extranjero"
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Ryanair eleva el tono contra el Gobierno de España por la multa a las aerolíneas low cost. Concretamente, contra el ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, a quien ha vestido literalmente de payaso en una ilustración de cartón pluma. Trata de presionarle así para que retire la sanción de 179 millones de euros que impuso a cinco compañías (Ryanair, EasyJet, Vueling, Volotea y Norwegian) por cobrar el equipaje de mano, la impresión de billetes en los aeropuertos y la reserva de asientos.
El consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, suele caracterizarse por este tipo de iniciativas salidas de tono. En esta ocasión ha viajado hasta Madrid para ofrecer una rueda de prensa en la que previamente se ha fotografiado con la ilustración de Bustinduy vestido de payaso. Durante la performance también le ha colgado un delantal en el que se podía leer la frase "Yo (corazón) sube precios", para manifestar que dejar de cobrar por la maleta de mano supondrá un encarecimiento de los billetes. Además, le ha dedicado repetidamente calificativos como "estúpido" o "loco".
En paralelo, ha sacado 179.000 plazas —guiño al importe de la sanción— a 19,99 euros, que estarán a la venta durante los próximos tres días. El lema de esta campaña es "reserva precios locos antes de que el payaso suba precios". Y es que el directivo sostiene que "el ministro Bustinduy debería retirar sus multas ilegales por el equipaje de mano y permitir que todas las aerolíneas que operan en España reduzcan las tarifas aéreas y aumenten el tráfico".
La respuesta del ministro no se ha hecho esperar. Pocas horas después, ha señalado desde el Senado que no es su "estilo" participar en las "excentricidades de un millonario extranjero". También ha recalcado que, "honestamente", no le ofende esta estrategia y que lo que de verdad le importa es cómo Ryanair trata a los consumidores españoles. "Ninguna campaña de insultos, de difamación ni de mala educación que se califica por sí sola me va a distraer de ese objetivo ni me va a amedrentar", ha afirmado.
La compañía irlandesa defiende que la multa a las aerolíneas es contraria a la legislación europea, que permite la libre fijación de precios
La compañía irlandesa defiende que la multa a las aerolíneas es contraria a las leyes europeas, que permite la libre fijación de precios, según el Reglamento 1008/2008. "La legislación de la UE protege a las compañías áreas de estas intervenciones equivocadas de ministros ingenuos, disfrazados de protectores de los consumidores", ha remarcado O'Leary. Sobre esta cuestión, como adelantó El Confidencial y Politico, la Comisión Europea ha pedido información al Gobierno de España para determinar si la sanción incumple o no la normativa comunitaria.
También se apoya en una sentencia del TJUE del año 2014, en la que se daba la razón a Vueling. En esa resolución se exponía que las compañías aéreas tienen libertad a la hora de fijar sus precios, incluido en el equipaje. No obstante, también se expone la prohibición de cobrar por las maletas de mano, sobre lo que Ryanair que ellos ya permiten subir al avión con un bulto de menores dimensiones que un trolley, como un bolso o mochila. La cuestión es que la UE no especifica las medidas.
El Ministerio de Consumo considera que es ilegal cobrar por la maleta de mano o la elección de asiento. Entiende que es una falta "muy grave", lo que le habilita para imponer sanciones de entre 6 y 8 veces el beneficio obtenido. Como cada una de las compañías en cuestión obtiene unas ganancias diferentes con esas prácticas, el castigo económico es desigual, afectando en mayor medida a las que gozan de mejor salud financiera. De hecho, Ryanair tendría que asumir alrededor del 60% de la sanción, es decir, unos 107 millones.
Consumo vs. aerolíneas
Consumo basa su decisión en el artículo 97 de la ley española de Navegación Aérea, donde se estipula la obligación "a transportar de forma gratuita en cabina" el equipaje de mano y los objetos que el viajero lleve consigo. Pero las aerolíneas apuntan al Reglamento 1008/2008, que establece "la libertad de fijación de precios", y que, como es una ley europea, prevalece sobre la española.
Las compañías agotaron los recursos administrativos y ahora acuden a la justicia, aunque en los tribunales también hay desavenencias. Ya tienen sentencias favorables basadas en que, aunque la ley española marca la gratuidad del equipaje, se puede negar por "razones de seguridad, vinculadas al peso o al tamaño del objeto". Es decir, se entiende que pueden cobrar por los trolleys porque ya dejan introducir un bulto (bolso o mochila de menores dimensiones). En cambio, otras resoluciones dan la razón a los pasajeros, como la que dictó el Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Palma de Mallorca en 2021 para obligar a Ryanair a devolver a una pareja 50,74 euros.
Ryanair eleva el tono contra el Gobierno de España por la multa a las aerolíneas low cost. Concretamente, contra el ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, a quien ha vestido literalmente de payaso en una ilustración de cartón pluma. Trata de presionarle así para que retire la sanción de 179 millones de euros que impuso a cinco compañías (Ryanair, EasyJet, Vueling, Volotea y Norwegian) por cobrar el equipaje de mano, la impresión de billetes en los aeropuertos y la reserva de asientos.