La Casa de Alba liquida la sociedad que controla su negocio de alimentación 'gourmet'
Los números rojos han sido recurrentes desde su fundación, obteniendo beneficios solo en dos ejercicios. En sus casi diez años de vida, ha acumulado unas pérdidas de 1,1 millones
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La Casa de Alba ha solicitado la disolución voluntaria de Alba Fine Food, la sociedad con la que gestiona su negocio de alimentación gourmet. Después de casi una década inmersos en este proyecto, vendiendo principalmente jamón y aceite, esta decisión llega en un momento financiero complicado. La compañía no ha conseguido recuperarse de la crisis del covid, que redujo de forma notable su facturación, y ha acumulado números rojos en cuatro de los últimos cinco ejercicios.
El proceso de liquidación, que suele demorarse entre dos y seis meses, comenzó a mediados de enero, según figura en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME). Mientras tanto, la página web sigue activa y todavía es posible adquirir productos, aunque ya hay algunos que tienen colgado el cartel de "agotado". Es el caso de todos los tarros de miel, además de algunas legumbres, embutidos y quesos.
La familia sostiene que se trata de una reestructuración empresarial para adaptarse al cambio de poder. El negocio surgió como una idea de Cayetano Martínez de Irujo, pero el duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, le compró su parte y concedió las riendas a su hijo menor, el conde de Osorno, Carlos Arturo Fitz-James Stuart y Solís. También apunta que la sociedad que verdaderamente explota la marca Casa de Alba es CBA, que ahora se encargará de centralizarlo todo.
No obstante, en el Registro Mercantil no figura ninguna sociedad de la familia aristocrática que se denomine CBA o responda a esas siglas. Además, el sitio web de su negocio gourmet sigue vinculado a Alba Fine Foods, la entidad en disolución. Por otra parte, el cambio en la gestión se produjo en 2020, con lo que el conde de Osorno lleva casi cinco años al frente de la compañía.
Pérdidas recurrentes
Sus últimas cuentas disponibles corresponden a 2023, cuando las ventas se situaron en casi 363.000 euros. Es una cifra similar a la que obtuvo en los tres ejercicios anteriores, pero muy alejada de los registros previos a la pandemia. En 2019, justo el año previo a la aparición del coronavirus, su facturación superaba ligeramente el millón de euros, con lo que se ha reducido en un 66% desde entonces.
Sin embargo, ya en 2019, sin pandemia de por medio, había registrado un resultado negativo de 387.047 euros. De hecho, los números rojos han sido recurrentes desde su fundación en 2015, obteniendo beneficios únicamente en dos ejercicios completos. En total, en sus casi diez años de vida, ha acumulado unas pérdidas superiores a 1,1 millones.
Los números rojos han sido recurrentes desde su fundación en 2015, obteniendo beneficios únicamente en dos ejercicios completos
Para intentar relanzar su proyecto, la Casa de Alba ejecutó en octubre de 2023 una ampliación de capital de 1,85 millones. Utilizó la mayoría de esa inyección económica para diversificar el negocio, que en su nacimiento se concibió para comercializar aceite de oliva e ibéricos (jamón, lomo, salchichón y chorizo) a través de internet. No obstante, a partir de entonces comenzó a vender también miel, quesos, legumbres y cerveza.
La otra parte de esa ampliación de capital fue empleada para hacer frente a los préstamos que solicitó tras el golpe del covid. Concretamente, solicitó dos avales al Instituto de Crédito Oficial (ICO), por valor de 160.000 y 40.000 euros, respectivamente. De acuerdo con sus últimas cuentas públicas, redujo notablemente su pasivo entre 2022 y 2023. Suprimió por completo su deuda a largo plazo, mientras que sus obligaciones a corto plazo disminuyeron en un 80%, hasta los 186.000 euros.
La Casa de Alba ha solicitado la disolución voluntaria de Alba Fine Food, la sociedad con la que gestiona su negocio de alimentación gourmet. Después de casi una década inmersos en este proyecto, vendiendo principalmente jamón y aceite, esta decisión llega en un momento financiero complicado. La compañía no ha conseguido recuperarse de la crisis del covid, que redujo de forma notable su facturación, y ha acumulado números rojos en cuatro de los últimos cinco ejercicios.