Pequeñas aseguradoras se plantean acudir a Muface si siguen Adeslas y Asisa
Al menos dos aseguradoras de salud de menor tamaño están estudiando en la sombra la posibilidad de presentarse a la licitación si tienen garantías de que estarán también las grandes
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Muface no solo es una fuente de números rojos, como ha sido en los últimos tres años para Adeslas, Asisa y DKV, sino una vía para crecer rápidamente y generar marca en el ramo de seguros de salud. Esta es la premisa con la que trabajan pequeños operadores.
Al menos dos aseguradoras de salud de menor tamaño están estudiando en la sombra la posibilidad de acudir a la licitación del Ministerio de Función Pública para el nuevo concierto de Muface, según asesores del sector, que conocen estos planes. La fecha máxima prevista para el pliego era el 27 de enero, pero el ministerio ha suspendido el plazo para cambiar condiciones de la licitación tras las negociaciones con Asisa y Adeslas. El requisito que se autoimponen estos operadores es que Adeslas y Asisa permanezcan en el concierto.
La idea que tienen estas aseguradoras de menor tamaño es dar un impulso a su cuota de mercado. Hay que tener en cuenta que el ramo de salud ha aumentado el atractivo para muchos jugadores, pero que tres aseguradoras concentran casi el 60% del mercado: SegurCaixa Adeslas (31%), Sanitas (17%) y Asisa (12,6%). Si se suman DKV, Mapfre y AXA, según datos de ICEA, la cuota acumulada de estas seis aseguradoras es del 80%. Ningún otro jugador pasa del 2%.
Entrar en Muface permite dos cosas. Crecer rápidamente en clientes y aumentar cuota de mercado, por una parte, y generar marca, por otra. Ganar escala es importante en la medida en que aumenta el poder de negociación con los proveedores (hospitales, clínicas, etc). Además, cualquier aseguradora que entre en Muface recibirá un impulso a su notoriedad y, posteriormente, los 1,5 millones de usuarios de la mutualidad recibirían información cada seis meses de la entidad, ya que pueden elegir entre las aseguradoras del concierto.
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La pega de estar en Muface son las pérdidas del último concierto que, según Adeslas, Asisa y DKV, ascienden a más de 400 millones de euros. Hay cierto temor a que vuelva a ocurrir algo similar en un contrato a tres años, lo que alarga la incertidumbre sobre la siniestralidad y los costes.
Además, Adeslas y DKV anunciaron su renuncia, mientras que Asisa ha seguido estudiando su capacidad para permanecer en Muface y negociando opciones con Función Pública. Las presiones y las cesiones del Gobierno han provocado que Adeslas se replantee su permanencia, tal y como publicó este medio el viernes. El sábado, Función Pública suspendió el plazo y desde Adeslas confirmaron que vuelven a estudiar mantenerse en Muface, tras las presiones del Ejecutivo a sus accionistas, Mutua y CaixaBank. "Adeslas ha estado manteniendo a lo largo de esta pasada semana diferentes contactos con el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública y fruto de estas conversaciones podemos confirmar que se han producido avances significativos que permitirían resolver la situación actual y definir un modelo justo, equilibrado y sostenible para Muface", señalaron fuentes de Adeslas.
"Si estos avances se consolidan en una propuesta adecuada por parte de la Administración, la compañía, que siempre ha estado a favor de este modelo sanitario por los beneficios que ofrece a los funcionarios públicos y sus familiares y las ventajas que supone para el conjunto del sistema sanitario, reconsideraría la posición actual y daría los pasos necesarios para dar continuidad de forma favorable a su presencia en Muface", añadieron las mismas fuentes de Adeslas.
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La permanencia de Adeslas, que además garantizaría la continuidad de Asisa, es un requisito para que otras pequeñas aseguradoras puedan entrar en Muface. Según fuentes conocedoras, la clave para estas entidades que están haciendo números en la sombra, es que tienen poca estructura y son más ágiles, por lo que analizan si pueden limitar el riesgo de pérdidas y, a cambio, ganar masa y notoriedad a través de Muface.
Sería un caso similar al de Nueva Mutua Sanitaria, que tiene menos del 1% de cuota de mercado en salud y no está entre las 20 primeras aseguradoras del ramo, pero ha entrado en la licitación de la mutualidad Mugeju, de los jueces y otros funcionarios del Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, en la que hay 650.000 usuarios, y a cuya licitación acudieron Adeslas, Asisa y, por sorpresa, Nueva Mutua Sanitaria. Por el contrario, se cayeron DKV, Mapfre y Sanitas.
Precisamente, Mapfre y Sanitas, así como Caser, estuvieron en el pasado en Muface. Pero no se plantean volver, ante el deterioro financiero de la principal mutualidad de funcionarios. Por otro lado, también está en el aire el contrato de Muface en el exterior, del que dependen 8.000 funcionarios y familiares en el extranjero que no tienen la alternativa de la sanidad pública. En este caso solo está DKV, que no quiere seguir, aunque ha comunicado al ministerio que podría continuar un año más, al precio para 2025 de la licitación, si no hay alternativas. Allianz está estudiando entrar y ha pedido varios detalles técnicos a Función Pública que, además, ha confirmado que la restitución de pérdidas propuesta en Muface España también se aplicaría en Muface exterior.
Muface no solo es una fuente de números rojos, como ha sido en los últimos tres años para Adeslas, Asisa y DKV, sino una vía para crecer rápidamente y generar marca en el ramo de seguros de salud. Esta es la premisa con la que trabajan pequeños operadores.