La crisis de Muface pilla a la sanidad privada en un parón de fusiones y reestructurándose
El sector de la sanidad privada se ha consolidado, pero aún quedan muchos pequeños jugadores que sufrirían sin Muface. Los expertos anticipan más operaciones
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El sector de la sanidad privada ha sido uno de los más activos en protagonizar adquisiciones y fusiones (M&A) en los últimos años, aunque lleva varios meses estancado. Ha habido un parón en la actividad mientras la industria se reestructura entre los fondos que hacen números para comprar o vender grandes jugadores y, por otro lado, pequeños operadores que sufrirán sin Muface.
La posibilidad de colapso de Muface, la mutualidad por la que 1,1 millones de funcionarios y 400.000 familiares tienen sanidad privada a través de aseguradoras, en vez de pública, ha sido un riesgo creciente durante los últimos meses. Y esto pone en jaque a los empleos del sector sanitario privado y también afecta al negocio de muchos jugadores.
El sector de la salud es, desde el covid, uno de los que más gusta a los inversores. Tanto a gestores de fondos de inversión y de pensiones que compran acciones cotizadas y bonos, como a los fondos de capital riesgo, que han protagonizado compras y un proceso de concentración que ha sufrido un parón en España, y que se prevé que continúe en los próximos meses.
Quirónsalud, Vithas, Viamed o Blauclinic son ejemplos de grupos de hospitales o clínicas que han crecido con la inversión del capital riesgo y operaciones para la consolidación. De hecho, las aseguradoras de Muface sostienen que una de las claves de la crisis del modelo es que algunos proveedores han aumentado el poder de negociación, presionando al alza los costes.
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En efecto, varios grupos hospitalarios y de clínicas han ganado escala. Los expertos creen que, por su tamaño, afrontarían con un impacto limitado una posible desaparición de Muface, en el supuesto de que el grueso de los mutualistas aceptara quedarse únicamente con la sanidad pública y no optara por contratar un seguro privado. Sin embargo, sufrirían clínicas y hospitales de tamaño más reducido, que no han participado en procesos de concentración y que están lejos de las grandes ciudades, donde se depende más de Muface.
"Vithas, Sanitas, Adeslas, Hospiten, Mapfre, Asisa o Viamed, que son compradores naturales, se encuentran también en procesos de digestión tras una actividad alta de adquisiciones o inversiones en hospitales y centros de nueva creación", explica Pablo Martínez, socio de iCapital. "Por otro lado, el sector ha sufrido mucho los últimos años. El covid golpeó con fuerza los ingresos de muchos centros y también obligó a gastos excepcionales que debilitaron mucho los márgenes y que han obligado a los grupos privados a buscar fórmulas de fuerte ajuste de los costes", apostilla.
Múltiplos exigentes
"Las grandes compras fueron hace unos años, con múltiplos elevados, entre 10 y 14 veces el Ebitda. Los fondos que compraron ahora están en situación de salida, pero ha habido intentos de vender en secundario (a otro fondo) y no han conseguido hacerlo, porque han cambiado los múltiplos. Por eso, ahora los operadores están intentando aligerar balances para reestructurarse, con ventas de real estate o troceando para vender líneas de negocio, y así mejorar el margen y conseguir desinvertir a los múltiplos a los que se compró", resume Rocío García, socia de Squire Patton Boggs.
Cuando se produjo el primer proceso de consolidación, entre 2016 y 2019, había un boom de la sanidad privada. Tras el covid, volvió a haber apetito. En los dos procesos, los tipos estaban al 0%, con lo que había financiación barata. Y el número de usuarios de la sanidad privada, así como los precios de los servicios, aumentaron. El crecimiento continúa, pero se ha moderado, los márgenes se han reducido por el aumento de costes, y la financiación es más cara, aunque en los últimos meses se ha empezado a abaratar. Pero sin llegar a los niveles previos.
Por eso cuesta más ver operaciones, ya sea de nuevas compras para consolidar, o de desinversiones. Muface no ayuda, porque añade incertidumbre. Las aseguradoras, además, cada vez son más reticentes a la hora de pagar a los proveedores, sabedoras de que no pueden seguir subiendo los precios de las pólizas sin riesgo de que se dé la vuelta la tendencia de crecimiento de los clientes en el ramo de salud, que son más de 12 millones.
Fresenius, dueño de Quirónsalud, puso el grupo a la venta en 2023, aunque al final no hubo operación. Sí ha realizado algunas desinversiones, como la venta de sus oficinas en Madrid a Ardian. Portobello protagonizó una de las pocas operaciones de 2024, al comprar el 49% de Clínicas Mi. El resto del sector está a la espera de un nuevo proceso de concentración. Mientras, hay pequeñas compras, para las que sí afecta más Muface. Hospitales y clínicas independientes que tienen incertidumbre sobre el número de clientes en los próximos tres años por su dependencia del colectivo mutualista.
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La situación de Muface "genera incertidumbre e inseguridad" para el sector salud, y es un factor adicional a la ralentización de M&A. Este parón se debe a varias razones, enumera Juan José Ruiz, socio de Cuatrecasas. La primera, expone, es que ha habido años intensos en M&A. La segunda es que, a raíz de esto, "cada vez hay menos oportunidades u objetivos", reduciéndose el número de operadores pequeños o independientes en las grandes ciudades, que son los que buscan los fondos. Por último, "Debido a la saturación de la sanidad pública, la sanidad privada tiene buenas expectativas de crecimiento, lo cual hace que aquellos hospitales independientes tengan menos apetencia por ponerse a la venta".
"Muface ha generado incertidumbre en el modelo de sanidad privada en España y podría afectar la actividad de M&A si esos potenciales pacientes dejan de utilizar los servicios de hospitales privados", explica en la misma línea Isaac Millán, director gerente del Hospital La Milagrosa de Vithas. Aun así, algunos grandes grupos están construyendo nuevos hospitales por la creciente demanda. Nuevamente, una cosa son las grandes ciudades donde cada vez hay más pólizas de salud por capacidad de renta y por la sensación de deterioro de la sanidad pública, y otra las ciudades pequeñas o áreas rurales donde Muface tiene un peso elevado en la escasa oferta de sanidad privada.
"Quirónsalud está ultimando hospitales nuevos en Zaragoza y Badajoz; Vithas, en Barcelona y Valencia; Sanitas, en Madrid (Valdebebas y Arganzuela) y en Barcelona; Hospiten, en Madrid; etc. Esto obedece simplemente al cruce de oferta y demanda actual de hospitales privados y al nivel de madurez del sector hospitalario. Las operaciones de concentración ya se han realizado en gran medida y de los poco más de 300 hospitales privados que hay en España, los grandes grupos ya han integrado a la mayoría de hospitales singulares o independientes. Así que con una oferta de hospitales individuales reducida (y probablemente, más cara), el volumen de operaciones de M&A no va a incrementarse", arguye otro experto.
Además, añade el mismo experto, "teniendo en cuenta que el período de consolidación de un hospital puede llegar a ser de cuatro o cinco años desde el inicio de su construcción, como mínimo, no parece lógico pensar que vayamos a ver una proliferación de nuevos hospitales privados promovidos por operadores distintos a los grupos hospitalarios actuales. Así que probablemente esta es la nueva realidad: un contexto en el que se producen menos operaciones de M&A en hospitales individuales y donde, tal vez, lo que veamos a futuro sea la concentración de algunos grupos hospitalarios de tamaño medio, para mantener competitividad".
El sector de la sanidad privada ha sido uno de los más activos en protagonizar adquisiciones y fusiones (M&A) en los últimos años, aunque lleva varios meses estancado. Ha habido un parón en la actividad mientras la industria se reestructura entre los fondos que hacen números para comprar o vender grandes jugadores y, por otro lado, pequeños operadores que sufrirán sin Muface.