Las cuatro tendencias tecnológicas de 2025 para las empresas españolas
Si el tejido empresarial quiere seguir siendo competitivo, debe apostar por la tecnología. Recopilamos un amplio abanico de tendencias que van a marcar este año
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Pudimos verlo en la reciente edición del CES en Las Vegas: la tecnología no es una opción o una ventaja para las empresas, sino prácticamente una obligación. Es imprescindible innovar para no perder competitividad, tanto de puertas para afuera, de cara a los servicios que ofrezca a sus clientes; como de puertas para adentro, en sus propios procesos y operaciones diarias.
En este contexto, la decisión no es si recurrir o no a la tecnología, sino discernir cuáles son las que realmente pueden ayudar a un negocio. Porque, dentro de un abanico tan amplio, ¿cuáles pueden ser verdaderamente útiles de cara a las compañías españolas? De la mano de Minsait (Indra Group), analizamos varias de las tendencias tecnológicas empresariales para este 2025.
1.- Inteligencia artificial y robótica: un salto cualitativo
Huelga decir que la inteligencia artificial es la tendencia del momento. La explosión de herramientas como ChatGPT ha hecho que esta tecnología sea accesible para el ciudadano medio, pero lo cierto es que los diversos sectores empresariales llevan años recurriendo a ella. Como analiza un informe de Red.es, el 6% de las empresas españolas emplea esta tecnología en 2023, una cifra que, en el caso de las que tienen más de 10 empleados, asciende hasta el 9,6%.
Y su uso no va a hacer más que crecer, especialmente en el ámbito de la IA generativa y en su derivado físico: la robótica. El informe La oportunidad económica de la IA generativa en España, realizado por Implement Consulting Group a instancias de Google, indica que una correcta implantación de esta tecnología en el tejido empresarial generaría un impacto de entre 100.000 y 120.000 millones en el PIB de España. Esto vendría provocado por el aumento de la productividad, el tiempo ahorrado por la automatización de procesos y la reinversión de dicho tiempo en actividades que generen un mayor valor.
Por sectores, los servicios empresariales basados en el conocimiento (finanzas, derecho, información...) serían los más beneficiados, con un impacto cercano a los 35.000 millones de euros.
2.- Gestión de datos: el nuevo oro de las empresas
La eclosión de la IA va íntimamente ligada a otra tecnología bastante más asentada en las empresas españolas: el big data y la gestión de los datos en general. En un momento en que los datos son la gran fuente de información para todas las compañías, estas deben aprender a manejar una cantidad ingente de volúmenes de datos, no solo para poder analizarlos, sino también para sacar conclusiones para que su negocio mejore.
El informe de Red.es, de hecho, refleja que sus ventajas son transversales a prácticamente todos los sectores empresariales. El tecnológico es el que atesora un mayor grado de adopción, seguido de cerca por el de información y comunicaciones. Pero otros tan variados como el transporte, el energético o el de servicios también están recurriendo a dicha tecnología.
"Sacar valor a grandes volúmenes de información será determinante para liderar los sectores más competitivos", aseguran desde Minsait. "La gestión del conocimiento interno de las compañías se configura además como la piedra angular para la implantación exitosa de cualquier solución de IA adaptada a la realidad de cada organización".
3.- Nube: el principio de la innovación
Hace tiempo que la nube o el cloud computing están asentados en la realidad empresarial de nuestro país. Para Minsait, además, en 2025 "se consolidará como el entorno esencial para el despliegue de soluciones como el Internet of Things (IoT), la realidad aumentada y los robots multifuncionales". Estas soluciones no son un asunto menor, precisamente. Ya en 2021, último año del que Red.es recoge datos, el 44,1% de las grandes empresas de nuestro país utilizó dispositivos conectados en sus operaciones diarias. Incluso en las empresas de entre 0 y 2 empleados, la cifra fue de un meritorio 6,6%.
"La nube es el camino para que las organizaciones maximicen el valor de sus sistemas antiguos (legacy) y evolucionen digitalmente sin los elevados costes de infraestructuras tradicionales", afirman desde Minsait. Asimismo, "la capacidad de habilitar ámbitos virtuales propios (y de datos seguros) permitirá acelerar los procesos en entornos únicos y seguros: desde la gestión energética de todo un país hasta la ordenación aérea de toda la red de aviación europea".
4.- Ciberseguridad: confianza y reputación
La ciberseguridad es esencial para cualquier empresa. Por supuesto, para proteger la integridad de sus datos y de su negocio, pero también para evitar el riesgo de sufrir mermas en su reputación corporativa. Esto se hace especialmente relevante si tenemos en cuenta que, según el Informe de cibercriminalidad del Ministerio del Interior, los ciberdelitos no paran de aumentar, sobre todo, aquellos que pueden afectar a las empresas (accesos ilícitos, fraudes informáticos, interceptaciones...).
Y esto se puede agravar, como recuerdan desde Minsait, por el hecho de que "la digitalización de los últimos años ha favorecido la apertura de los entornos operacionales (OT) y su conexión con los activos IT, internet o la nube... pero también desvela visibles vulnerabilidades y dispara los niveles de riesgo de ciberseguridad en infraestructuras relevantes".
Los desafíos de la innovación
Desde la perspectiva de la innovación, "2025 se presenta como un año cargado de oportunidades. Para aprovechar el máximo potencial de la tecnología", afirma Luis Abril, consejero ejecutivo de Indra y director general de Minsait. "Las empresas tendrán que avanzar hacia el futuro con una visión clara y decidida, priorizando esfuerzos en las áreas de mayor impacto, asegurando algunos resultados tangibles en el corto plazo y utilizando soluciones flexibles que permitan un escalado rápido y sólido".
En el terreno de la IA, por ejemplo, "las entidades deben garantizar que cumpla objetivos empresariales claros y generen valor cuantificable. Esto incluye la integración de IA en los procesos internos, dando respuesta a cuestiones éticas, legales y operativas". Y es que "sigue siendo necesario abordar los retos legales, éticos y operativos de los sistemas de inteligencia artificial para garantizar su transparencia y el cumplimiento normativo. La aplicación de la AI ACT, que entrará en vigor en 2026, será uno de los grandes desafíos en Europa".
"Es necesario abordar los retos legales, éticos y operativos de los sistemas de IA para su transparencia y el cumplimiento normativo"
La evolución tecnológica también exige dirigir los esfuerzos y asegurar un retorno positivo. "Además de invertir en las herramientas adecuadas, otras variables a tener cuenta para maximizar la inversión son la capacitación del personal en habilidades digitales, la creación de ecosistemas colaborativos, el fomento de sinergias internas y, por supuesto, un liderazgo que promueva la innovación y la experimentación", afirman desde la compañía.
En línea con el punto anterior, la visión a largo plazo "es clave para aprovechar plenamente las tecnologías. Incorporar soluciones escalables, adaptarse al entorno de forma ágil y buscar siempre el valor añadido son indispensables para una transformación digital coherente y constructiva para las organizaciones".
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Todo ello, por último, sin olvidarse de la sostenibilidad, que "debe integrarse también en los procesos tecnológicos, priorizando aquellas soluciones que minimicen el impacto ambiental y mediante la habilitación de sistemas energéticamente eficientes y modelos operativos optimizados como la nube". Por eso, en definitiva, "las empresas capaces de ligar la sostenibilidad a sus estrategias de negocio mejoran su acceso a financiación, puesto que numerosos inversores están optando por proyectos con estándares elevados de ESG".
Pudimos verlo en la reciente edición del CES en Las Vegas: la tecnología no es una opción o una ventaja para las empresas, sino prácticamente una obligación. Es imprescindible innovar para no perder competitividad, tanto de puertas para afuera, de cara a los servicios que ofrezca a sus clientes; como de puertas para adentro, en sus propios procesos y operaciones diarias.