Gil y Louzán, la discreta comida en un reservado top (con el caso Dani Olmo en el menú)
El consejero delegado del Atlético de Madrid se reunió con el presidente de la RFEF en 'El Paraguas' para conocer al nuevo jefe del fútbol español y manifestarle su malestar
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Sandro Silva, el dueño, junto a su pareja, Marta Seco, de Grupo Paraguas, es un gran aficionado al Atlético de Madrid. Hasta el punto de que, además de dejarse ver de vez en cuando por el palco del Metropolitano, ha abierto un restaurante en los bajos del coliseo rojiblanco. "El Gran Escenario", como se llama, no tiene el glamour de Amazónico, Quintín, Ten con Ten, Arde, Numa Pompilio o The Library, pero funciona bien, según distintas fuentes, especialmente los días de partido importante.
No obstante, Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid, prefiere, para las reuniones de nivel Champions League, el local emblemático de Sandro, El Paraguas, el que da nombre al mayor grupo de restauración de España. Así, el pasado martes, el primer ejecutivo y primer accionista del club rojiblanco acudió a la antigua casa de comidas situada en la calle Jorge Juan, calle principal para los ricos latinoamericanos que han desembarcado en España y para los empresarios del Ibex 35.
Gil Marín se citó en El Paraguas con Rafael Louzán, el flamante nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), elegido tras un largo y polémico proceso electoral. Ni el hijo de Gil y Gil conocía al empresario pontevedrés, ni el nuevo jefe de la Selección Española se había visto antes con el dirigente rojiblanco. Por tanto, se trató de un primer encuentro protocolario, que tuvo como embajador a un antiguo ministro de Fomento y de Justicia durante la etapa de Mariano Rajoy en la Moncloa.
El que hizo de cicerone fue Rafael Catalá, también gallego, atlético de corazón y presidente de la Fundación Atlético de Madrid. Según otras fuentes próximas a la RFEF, Louzán le ha pedido al ahora consejero de varias compañías que le ayude a conocer los mentideros de Madrid, parajes más complicados que los de Ribamunia, donde nació hace 57 años, con minas antipersona, como ya vivieron en sus propias carnes sus dos antecesores, José María Villar y Luis Rubiales.
Louzán quiere llevarse bien con todos. El gallego no ocultó su posición sobre el caso de los jugadores del FC Barcelona
Louzán quería conocer a Gil Marín porque en la reciente Supercopa de España, celebrada en Arabia Saudí, ya tuvo la oportunidad de conversar con Florentino Pérez y con Joan Laporta, los presidentes del Real Madrid y del Fútbol Club Barcelona, respectivamente. Y el dirigente del actual líder de LaLiga EA Sports, aprovechó la ocasión para exponerle lo que pensaba del caso Dani Olmo y Pau Víctor, además de pedirle a la Federación que presente también, si procede, el recurso contra la inscripción en la prórroga de los dos jugadores del Barça.
Porque para el Atleti se trata de un agravio comparativo que afecta al 'fair play' de la competición. Especialmente porque los dueños del club rojiblanco, con los Gil a la cabeza, han tenido que hacer ya varias ampliaciones de capital para pagar deudas, recapitalizar el patrimonio y poder hacer una plantilla con opciones de ganar. De hecho, ahora, como adelantó El Confidencial el pasado 23 de diciembre, van a tener que hacer una nueva de otros 70 millones para tapar el agujero dejado por Morata y hacer frente a las inversiones en Sorloth, Gallagher, Julián Álvarez y Robin Le Normand.
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Louzán, que de momento quiere llevarse bien con todos, le dio la razón a Gil Marín. Madridista confeso y admirador de Florentino Pérez, el gallego no ocultó su posición sobre el caso de los jugadores azulgranas. Pero dejó caer que todavía no está en condiciones de hacerle frente al Consejo Superior de Deportes (CSD), que le dio la medida cautelar a Laporta, y aún menos al Gobierno.
La comida se celebró en uno de los pocos reservados de El Paraguas, para tratar de mantener la privacidad del encuentro. Gil Marín fue acompañado de Carlos Bucero, su nuevo director general deportivo, un ex agente de futbolistas y ex directivo del Real Madrid, que se ha convertido ahora en el arquitecto de la nueva plantilla del Atleti. La reunión, según otras fuentes, fue cordial y quedaron en mantener la comunicación a futuro, siempre y cuando el Tribunal Supremo no confirme la condena por inhabilitación que pesa sobre Louzán y cuya primera vista está prevista para el próximo mes de febrero.
Sandro Silva, el dueño, junto a su pareja, Marta Seco, de Grupo Paraguas, es un gran aficionado al Atlético de Madrid. Hasta el punto de que, además de dejarse ver de vez en cuando por el palco del Metropolitano, ha abierto un restaurante en los bajos del coliseo rojiblanco. "El Gran Escenario", como se llama, no tiene el glamour de Amazónico, Quintín, Ten con Ten, Arde, Numa Pompilio o The Library, pero funciona bien, según distintas fuentes, especialmente los días de partido importante.