El lujo de fumar el puro más selecto: por qué el Cohiba se encarece un 540% en cuatro años
El principal problema está en que la producción de esos habanos no puede aumentar al mismo ritmo que la creciente demanda porque la materia prima es muy limitada
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Fumar un Cohiba es un lujo al alcance de muy pocos. Uno de los puros más selectos de esta marca de habanos es el Behike 56, que se vende en cajas de diez unidades a 320 euros. Hasta 2022, su precio solía rondar los 50 euros, un coste algo más asequible para bolsillos mundanos. ¿A qué se debe este encarecimiento del 540% en apenas cuatro años? La respuesta, como casi siempre que se busca una explicación a la fijación de precios, está en la ley de la oferta y la demanda.
Lo que ocurre en la actualidad es que en el mercado asiático hay cada vez más consumidores que están dispuestos a pagar grandes cantidades por estos productos de alta gama, hasta el punto de que la demanda mundial ha superado a la oferta, según explican fuentes del sector. El problema está en que la producción de esos habanos no puede aumentar al mismo ritmo porque la materia prima es muy limitada y los procesos de producción muy laboriosos.
Los cigarros de Cohiba incorporan hojas de Medio Tiempo, que son extremadamente escasas porque solo crecen en la parte más alta de algunas plantas de tabaco. Es un detalle único de esta marca, que surgió en 1966 para consumo exclusivo de Fidel Castro y otros altos funcionarios del gobierno cubano, lo que explica que suelan ser los puros más caros del mercado.
Pero su elevado precio viene, además, determinado por el método de elaboración, que impide también una fabricación en masa que satisfaga la creciente demanda. Al igual que la amplia mayoría de la industria tabaquera de Cuba, sus productos son artesanales, aunque en su caso pasan por un proceso adicional de fermentación en barriles de madera, una etapa extra que no aplican otros habanos.
Incorporan hojas de Medio Tiempo, que son escasas porque solo crecen en la parte más alta de algunas plantas de tabaco
Estas peculiaridades convierten a los Cohiba en la gama más alta del mercado, pero hay otras marcas que también fabrican a mano y son más económicas. El Montecristo n.º 4, que, aunque no se considera premium, está valorado como uno de los mejores puros del planeta, cuesta 12,30 euros. También ha experimentado un repunte de precios, pero bastante inferior. A comienzos de 2021 su precio era de 7,90 euros, con lo que en su caso la subida es del 55%.
Son precios recabados del Boletín Oficial del Estado (BOE), que difundió la última actualización el pasado 3 de enero. En España, los estancos tienen el monopolio de la venta de tabaco y, con el fin de evitar prácticas abusivas, el Estado hace públicas periódicamente las cantidades propuestas por los fabricantes e importadores, sumando los diferentes impuestos de cada territorio.
Inflación desde 2022
Al observar la serie histórica se detecta que, aunque los precios han seguido creciendo, la inflación llegó a la industria de los puros cubanos a partir de 2022, con la guerra de Ucrania. En los cinco años anteriores, el precio del Behike 56 siempre había rondado entre los 40 y 50 euros, mientras que solo un año después del inicio de la invasión escaló un 259%, hasta los 250 euros.
Sin embargo, la crisis inflacionaria derivada del conflicto entre Rusia y Ucrania no fue la única razón del fuerte encarecimiento de los productos de Cohiba en ese momento, ya que por aquel entonces la compañía también decidió homogeneizar los precios en todo el mundo. Tomó como referencia las cantidades que se pagaban en Hong Kong y que eran más caras que en el territorio nacional.
La compañía adoptó esa decisión para luchar contra la reventa de puros premium. Hasta entonces había existido un mercado paralelo dedicado a comprar estos productos en países donde son más baratos para luego venderlos donde son más caros y obtener así un beneficio económico. Es una problemática que golpeaba al resto de las principales marcas, como Trinidad, que también han ido adoptando esa estrategia durante estos años.
Existía un mercado paralelo dedicado a comprar en países donde son más baratos para luego venderlos donde son más caros
Las continuas subidas de precios, junto con las prohibiciones para fumar en espacios públicos que se han venido implementando en España, han convertido a los puros en un producto de disfrute puntual. Ya prácticamente nadie los consume a diario, sino que lo más habitual es que se repartan en ocasiones especiales, como bodas o celebraciones privadas.
Fumar un Cohiba es un lujo al alcance de muy pocos. Uno de los puros más selectos de esta marca de habanos es el Behike 56, que se vende en cajas de diez unidades a 320 euros. Hasta 2022, su precio solía rondar los 50 euros, un coste algo más asequible para bolsillos mundanos. ¿A qué se debe este encarecimiento del 540% en apenas cuatro años? La respuesta, como casi siempre que se busca una explicación a la fijación de precios, está en la ley de la oferta y la demanda.