No será el F-35, pero Marruecos acelera su rearme aéreo y ultima la compra cazas Mirage
Emiratos le transferirá 30 aviones Mirage modernizados y ha comprado 25 cazas F-16 a EEUU. Rabat espera aumentar su capacidad aérea más un 60% para 2027 en plena carrera armamentística con Argelia
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Desde hace semanas, varios medios de la prensa marroquí dan por casi por hecho que su Fuerza Aérea dispondrá pronto del F-35 estadounidense, el avión furtivo más moderno y caro del mundo. Según estas informaciones, el plan sería adquirir 32 aparatos por un importe de 16.500 millones de euros, cifra supera con creces el presupuesto anual en defensa. Sin embargo, la información es, cuando menos, inexacta.
El F-35 no parece al alcance de la Administración de la Defensa, como se llama en Marruecos al ministerio del ramo. No solo por el coste por avión, sino por su armamento, mantenimiento, operación y pilotos. Sin embargo, este no significa que Rabat no esté decidida a acelerar su rearme en el dominio aéreo militar en plena carrera armamentística en el Magreb. Y su premio de consolación llega de la mano del país árabe con el que mantiene una relación más estrecha: Emiratos Árabes Unidos (EAU).
El jeque Mohamed Bin Zayed, presidente los EAU, tiene la intención de transferir a Marruecos la mitad de su flota de cazabombarderos franceses Mirage 2000-9, recientemente modernizados por las empresas fabricantes Dassault Aviation y Thales por importe de 475 millones de dólares, según diversas fuentes. En total serán 30 aparatos que venderá por un precio simbólico a Marruecos, un país al que tiene cariño porque vivió en Rabat de joven. El rey Mohamed VI aprecia también a esa monarquía del Golfo y fue en Abu Dhabi donde inició hace 25 días sus vacaciones de invierno.
La entrega se hará en 2027, el mismo año en que la Fuerza Área marroquí recibirá 25 aviones F-16 Block 70/72Viper estadounidenses, que adquirió en 2019 por 3.590 millones de euros. Ese año Marruecos, incorporará en total 55 nuevos aparatos y sus capacidades aéreas aumentarán de sopetón un 62%. "Marruecos se prepara para una revolución en su defensa aérea", titulaba el diario digital Rue 20. Los nuevos aviones se añadirán a los 40 Mirage F1, a los 26 F-5 y a los 24 F-16 que ya opera. Este poder de combate aéreo le permitirá rivalizar en mejores condiciones con su gran adversario, Argelia.
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La operación para que EAU envíe estos cazas a Marruecos viene gestándose desde 2021. En diciembre de ese año, Abu Dabi cerró la compra de 80 aviones Rafale F4, el más puntero de los aviones franceses, que le serán entregados en 2027. Se fijó como objetivo deshacerse para entonces de sus 60 Mirage 2000-9. Por ahora, solo ha colocado la mitad en Marruecos y busca otros países interesados en el lote restante.
La operación necesitaba el visto bueno del Gobierno de Francia, como estipulaba el contrato. Sin embargo, a finales de 2021 la relación entre París y Rabat no era cordial a causa, entre otros motivos, del espionaje con el software Pegasus de los móviles del presidente Emmanuel Macron y de la mitad de sus ministros. La reconciliación se selló en octubre del año pasado, cuando Macron hizo una visita de Estado a Marruecos y dio luz verde al acuerdo ante el rey Mohamed VI.
Argelia mueve ficha
Argelia no se quiere quedar rezagada y mueve ficha para mantener su capacidad de disuasión. Argel aspira a adquirir el avión Sukhoi Su-57, un caza polivalente furtivo de quinta generación fabricado en Rusia, país al que compra el grueso de su armamento. Las Fuerzas Aeroespaciales rusas recibieron en 2020 los primeros ejemplares de este aparato que aún no ha sido exportado.
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El pasado noviembre, Alexander Mikheev, director de Rosoboronexport, la agencia que coordina las exportaciones de armas rusas, reveló durante la Feria Internacional de Aviación celebrada en Zhuhai (China) que se habían firmado varios contratos de venta del Su-57. No precisó con quién, pero hay motivos para sospechar de Argelia, señala la revista especializada Scramble.
Uno de esos motivos es que, poco antes de la cita de Zhuhai, el diario Rossiiskaya Gazeta, órgano oficial del Gobierno ruso, reveló que el primer extranjero en entrenarse en el simulador de vuelo de la joya de la aviación de combate de Rusia fue un piloto argelino.
A diferencia de Marruecos, cuya Fuerza Aérea cuenta con cazabombarderos estadounidenses y franceses, Argelia solo posee aparatos rusos. El principal componente son unos 70 Sukhoi Su-30MKA, a los que se añaden 36 Sukhoi Su-24 y 25 MiG-29S que la industria soviética empezó a fabricar hace más de medio siglo, aunque después fueron modernizados. Sobre el papel, a día de hoy, las capacidades aéreas de Argelia superan a las del vecino marroquí.
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Argelia se puede permitir mantener esa ventaja. Es el país de África con el mayor presupuesto de defensa, similar al de España, según la clasificación de Global Firepower. En 2025, su inversión militar aumentó un 10% y ronda los 24.270 millones de euros. En segundo lugar figura Marruecos, que este año gastará 13.000 millones de euros, según la misma fuente. Serán unos 874 millones más que en 2024. El Reino tiene además la ambición de convertirse en un productor de armas y con tal propósito ha logrado atraer al indio Tata, que fabricará vehículos militares, y al israelí Elbit Systems, que producirá drones.
Todos los demás países africanos invierten menos en defensa, incluido Egipto. El país que tuvo el mayor ejército de la región tiene un presupuesto para este año de 5.730 millones de euros, lo que le coloca en un tercer puesto continental, detrás de Marruecos. Nigeria, el más poblado de todos, con 237 millones de habitantes, y que lucha contra los terroristas de Boko Haram, apenas gasta 3.067 millones de euros.
Desde hace semanas, varios medios de la prensa marroquí dan por casi por hecho que su Fuerza Aérea dispondrá pronto del F-35 estadounidense, el avión furtivo más moderno y caro del mundo. Según estas informaciones, el plan sería adquirir 32 aparatos por un importe de 16.500 millones de euros, cifra supera con creces el presupuesto anual en defensa. Sin embargo, la información es, cuando menos, inexacta.