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La maldición de García Carrión: ningún CEO ajeno a la familia dura más de tres meses
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Rami Aboukhair y Paulo Soares

La maldición de García Carrión: ningún CEO ajeno a la familia dura más de tres meses

Aunque el tiempo que pasaron ambos directivos al frente de la propietaria de la marca de zumos Don Simón es prácticamente calcado, difieren bastante en la manera de decir adiós

Foto: La maldición de Garcia Carrión. (García Carrión)
La maldición de Garcia Carrión. (García Carrión)
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Siempre que García Carrión ha confiado en un directivo ajeno a la familia fundadora para llevar las riendas de la compañía, el elegido apenas ha durado tres meses en el cargo. La maldición comenzó con Rami Aboukhair, que desempeñó las funciones de consejero delegado (CEO) entre febrero y mayo de 2022, y se consumó con Paulo Soares, que este jueves renunció al puesto de director general después de haber sido nombrado en octubre.

Aunque el tiempo que estuvieron al frente de la compañía propietaria de la marca de zumos Don Simón es prácticamente calcado, difieren bastante en la manera de decir adiós. Soares se ha marchado alegando motivos personales —que no han sido desvelados— y ha dejado patente una buena relación con la familia fundadora, que en el comunicado de despedida ha destacado "la excelente relación profesional y personal que ha caracterizado su colaboración".

En cambio, la salida de Aboukhair fue más abrupta. El que fuese previamente consejero delegado de Banco Santander dejó el cargo por las fuertes discrepancias con la familia. Ninguna de las partes ha desvelado públicamente los motivos concretos de los desencuentros que les llevaron a separar sus caminos, pero fuentes del sector apuntan que existían diferencias sobre el enfoque estratégico y que el directivo habría encontrado problemas a la hora de operar de forma autónoma.

El conflicto entre García Carrión y Aboukhair se trasladó a los tribunales, con una disputa judicial que todavía hoy se está dirimiendo. La compañía denunció a su antiguo primer espada por no haber comunicado su marcha con los tres meses de preaviso, como asegura que estaba estipulado por contrato, y le reclama 360.000 euros. Por su parte, el directivo demandó a la empresa por haberle ocasionado daños reputacionales y otros perjuicios derivados de su salida.

El conflicto entre García Carrión y Aboukhair se trasladó a los tribunales, con una disputa judicial que todavía hoy se está dirimiendo

Como adelantó El Confidencial, Aboukhair alegó en su demanda reconvencional, procedimiento por el que un demandado solicita en el mismo proceso una condena para el demandante, que él no se marchó de la empresa murciana, sino que tuvo que dar por terminado su contrato por incumplimiento del mismo. Por este motivo, les reclama el pago de al menos tres años de salario, alrededor de 6 millones de euros.

Durante los dos años y medio que transcurrieron desde que finalizó el mandato de Aboukhair hasta que comenzó el de Soares, fueron los propietarios quienes volvieron a asumir la gestión. Concretamente, las funciones ejecutivas recayeron sobre el Consejo de Administración, con José García-Carrión a la cabeza con el rol de presidente. Su mujer Rafaela Corujo actuó como vicepresidenta y su hijo Luciano como responsable de mercados internacionales, cargos que aún ocupan.

Vuelve la familia fundadora

Lo mismo va a suceder ahora con la marcha de Soares. El comunicado de despedida estaba plagado de halagos entre ambas partes, pero no había ninguna mención a su sucesor. Se entiende, por tanto, que vuelve a ser la familia quien se pone al frente una vez más. Aunque José García-Carrión tiene ya 75 años y no tardará en jubilarse. Pronto decidirá, por tanto, si elige a un tercer directivo externo para ver si va la vencida y hace bueno el refrán o si se decanta por dar el testigo a uno de sus herederos.

En el panorama español son varias las empresas familiares que se han puesto en manos de directivos ajenos con gran experiencia. El ejemplo más evidente es el de Inditex, que ya desde la época de Amancio Ortega colocó a Pablo Isla para dirigir el gigante textil. De hecho, ahora mismo sigue esa misma línea, con la sucesora Marta Ortega sentada en el Consejo de Administración como presidenta no ejecutiva y con Óscar García Maceiras desarrollando las funciones de consejero delegado.

Lo cierto es que García Carrión ha conseguido cifras históricas bajo la dirección de la familia. Las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil corresponden a 2023, ejercicio en el que obtuvo unos ingresos récord de 1.142 millones de euros, aumentando en un 10,2% la facturación del año anterior. Aunque cabe achacar una parte a la subida de precios derivada de la inflación, ya que el beneficio neto fue de 48,7 millones, por debajo de los 49,4 millones que ganó en 2022.

En el panorama español, son varias las empresas familiares que se han puesto en manos de directivos ajenos con gran experiencia

Tres meses son poco tiempo para implementar políticas que se vean reflejadas en la cuenta de resultados, por lo que las cifras de 2022 son más imputables a lo que venía haciendo la familia en años anteriores que a las decisiones que pudiese llegar a tomar Aboukhair. Lo mismo sucede con las de 2024, que todavía no se han dado a conocer. Soares apenas estuvo presente en la recta final del año, aunque es cierto que es el periodo más importante, ya que ahí se producen las ventas de Navidad.

Siempre que García Carrión ha confiado en un directivo ajeno a la familia fundadora para llevar las riendas de la compañía, el elegido apenas ha durado tres meses en el cargo. La maldición comenzó con Rami Aboukhair, que desempeñó las funciones de consejero delegado (CEO) entre febrero y mayo de 2022, y se consumó con Paulo Soares, que este jueves renunció al puesto de director general después de haber sido nombrado en octubre.

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