DKV sale de Muface mientras Asisa y el Gobierno buscan una solución 'in extremis'
El escenario más probable que se contempla es que solo Asisa quiera seguir en el concierto tras la renuncia de Adeslas y DKV a participar
El Ejecutivo busca soluciones contrarreloj para evitar el colapso de Muface, el modelo por el que 1,5 millones de funcionarios y familiares tienen asistencia en la sanidad privada en vez de en la sanidad pública. Asisa es la única aseguradora interesada, tras anunciar DKV este jueves su renuncia a concurrir al concierto.
Asisa y el Ministerio de Función Pública están teniendo conversaciones en las últimas semanas para buscar vías con las que mantener en funcionamiento Muface y para resolver las dudas crecientes de la aseguradora si se queda sola en el concierto, según fuentes conocedoras de la interlocución del Gobierno con el sector asegurador. Es importante tener en cuenta que Asisa posee una cuota en torno al 35% en Muface, lo que supone algo más de 500.000 personas.
Si se queda sola, triplicaría esa cifra, para una aseguradora con un total de tres millones de asegurados y un modelo mixto: trabaja con un cuadro médico y hospitales concertados, compartidos en la mayoría de casos con el resto de aseguradoras, pero también tiene su propia red hospitalaria, el Grupo HLA, con 18 hospitales y 49 centros médicos. El año pasado, la aseguradora de la cooperativa sanitaria Lavinia generó primas por 1.488 millones, un 4% más que el año anterior.
Entre las posibles soluciones podrían figurar un cambio de perímetro por el trasvase de funcionarios a la Seguridad Social o dar más plazo para asumir una cantidad mayor de personas cubiertas, con un periodo de transición que se establezca tras la licitación o, incluso, dejando esta desierta para plantear en los próximos meses un nuevo pliego. Mientras, habría una prórroga obligatoria para las aseguradoras, que puede durar hasta septiembre. La clave es que Asisa pueda tener capacidad para triplicar el número de asegurados que provienen de Muface, y que dispararía el volumen total de clientes en un 33%, hasta los cuatro millones. Ni desde Función Pública ni desde Asisa hay comentarios al respecto.
El Ministerio de Función Pública, que dirige Óscar López, lanzó una nueva licitación que expira el 15 de enero, y no ha servido, ni con la mejora respecto a la anterior —que quedó desierta—, para garantizar la continuidad de Muface. De hecho, la principal aseguradora, Adeslas, comunicó con antelación su renuncia a seguir.
DKV, por su parte, ha confirmado este jueves su decisión de no concurrir al nuevo concierto, algo que se venía descontando en los últimos días, dado que la aseguradora del grupo alemán Munich Re se había mostrado muy crítica con las condiciones. En la licitación anterior rechazó acudir alegando pérdidas de 74 millones si contabilizaba el nuevo contrato. Entonces, la subida era del 17% para dos años. Ahora, del 33% en tres ejercicios. No son cifras suficientes para evitar los números rojos si se toman por buenos estos cálculos. De hecho, DKV siempre ha abogado por un alza del 40% en el contrato.
La aseguradora, que cuenta con una cuota en Muface, inferior al 20%, ha explicado este jueves que calcula que "de continuar, por efecto de la normativa contable IFRS17, en el año 2024 habría que imputar las pérdidas del nuevo contrato, que se estima que serían superiores a las del anterior concierto, de entre 70 y 100 millones de euros". En este sentido, insiste en que "el modelo está infrafinanciado, ya que el gasto de prestaciones médicas en el último concierto ha sido sustancialmente superior a la prima que ha recibido. Asimismo, en los últimos diez años, el gasto sanitario per cápita de las comunidades autónomas y las mutuas colaboradoras ha aumentado un 60,6%, mientras que la prima ponderada de Muface ha crecido tan solo un 31,6%, apenas la mitad del incremento".
Asisa aún no ha tomado una decisión, pero es la única que se ha mostrado favorable a seguir
Asisa aún no ha tomado una decisión, pero es la única aseguradora que se ha mostrado favorable a seguir, aunque también exigiera mejoras. La compañía señaló cuando se conoció la decisión de elevar la remuneración en un 33% que “valora el esfuerzo” de la Administración y que “siempre ha tenido la voluntad de llegar a un acuerdo con la Administración que garantice la viabilidad y la sostenibilidad del modelo a medio y largo plazo. Ese acuerdo debe contemplar, además de la financiación, algunos otros desequilibrios (demografía, coberturas, oferta de servicios, etc)”.
En todo caso, añadió Asisa, “estamos convencidos de que la pervivencia y la estabilidad del mutualismo administrativo es necesaria para el correcto funcionamiento del conjunto del Sistema Nacional de Salud. Es la única referencia alternativa al modelo de gestión directa y resulta por ello imprescindible para evaluar las posibles alternativas y reformas que deben abordarse para hacer sostenible la sanidad pública en nuestro país”.
El intento de salvar Muface por parte del Gobierno, con Óscar López al frente de Función Pública antes de desembarcar en la política madrileña para competir con Ayuso, choca con las intenciones de Sumar, que propone acabar con este concierto y traspasar en los próximos meses a los funcionarios hacia la sanidad pública. Los sindicatos de los funcionarios han defendido en todo momento la permanencia de Muface y han realizado movilizaciones y manifestaciones. Por ahora, el concierto seguirá vigente hasta el 31 de marzo, ya que el pliego establece que el nuevo convenio empezaría el 1 de abril y se mantendrá el servicio hasta entonces. El Gobierno podría prorrogar el concierto hasta nueve meses de forma unilateral.
El hecho de que distintas aseguradoras tengan cálculos diferentes en torno a la potencial sostenibilidad de estar en Muface depende del modelo de negocio, la gestión de los contratos con los proveedores y el poder de negociación para modificarlos. Se considera que un volumen mayor de asegurados debería elevar el poder de negociación con hospitales, clínicas y otros proveedores, aunque Adeslas, líder en salud y también dentro de Muface, ha optado por no seguir porque no le salen las cuentas pese a ello, al igual que DKV. Asisa podría elevar su poder de negociación y presionar para mejorar el precio de los contratos si aumentan su cuota en Muface.
La propuesta del pliego de Función Pública es de un incremento acumulado en tres años del 33,5%, hasta los 4.478 millones, aunque, como empezará en abril, serán 4.134,89 millones, a lo que se suman 71,6 millones para los 80.000 funcionarios destinados o residentes en el extranjero. En el pliego se incluyen nuevas coberturas (como el servicio bucodental o la distribución domiciliaria de medicación en algunos casos), y ajustes por tramos de edad, que habían solicitado DKV y Asisa.
El Ejecutivo busca soluciones contrarreloj para evitar el colapso de Muface, el modelo por el que 1,5 millones de funcionarios y familiares tienen asistencia en la sanidad privada en vez de en la sanidad pública. Asisa es la única aseguradora interesada, tras anunciar DKV este jueves su renuncia a concurrir al concierto.