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Puente tomará el control de Renfe para subir el tono con Madrid y buscar una tregua con Talgo
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Una dimisión 'forzada'

Puente tomará el control de Renfe para subir el tono con Madrid y buscar una tregua con Talgo

La salida de Raül Blanco se produce tras varios desencuentros con el ministerio. Su secretario general de Movilidad Sostenible será el elegido

Foto: El presidente de Renfe, Raül Blanco, y el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. (Europa Press/Fernando Sánchez)
El presidente de Renfe, Raül Blanco, y el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. (Europa Press/Fernando Sánchez)
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Óscar Puente llevará la semana que viene al Consejo de Ministros el sustituto de Raül Blanco en la presidencia de Renfe. El ministro colocará a un presidente de su máxima confianza al frente del ente público. Según señalan fuentes conocedoras a El Confidencial, Puente y Blanco habrían mantenido varios desencuentros que han forzado la salida del presidente de Renfe al sector privado.

El principal candidato para ocupar esta plaza es el actual secretario general de Movilidad Sostenible, Álvaro Férnandez. Una persona que se ganó la confianza de Óscar Puente como máximo responsable de la Sociedad Autobuses Urbanos de Valladolid en su alcaldía y al que se le otorga un papel fundamental en la creación de Madrid Central durante la alcaldía de Manuela Carmena, una de las manzanas de la discordia en la capital.

El Ministerio de Transportes prefiere no confirmar la elección de Álvaro Fernández ante la pregunta de este medio. Fuentes no oficiales aseguran que, a una semana del Consejo de Ministros, no existe otro nombre y que se trata de una apuesta por una persona de la “máxima confianza” de Puente frente a la relación “distante” que mantenía el ministro con el actual presidente del operador ferroviario.

Blanco, miembro del PSC, que llegó al cargo de la mano de Salvador Illa y la ministra Raquel Sánchez, dejará de ser presidente de Renfe el 14 de enero, aunque su nueva etapa profesional en el sector privado tardará algunas semanas más. El nombre de la empresa lo mantiene en secreto, por respeto a su próxima empresa, pero da por hecho que pasará el filtro de la Oficina de Conflicto de Intereses tanto por su etapa en Renfe como por su antiguo cargo de secretario general de Industria.

Otro frente en Madrid

Álvaro Fernández tiene vía libre para librar la batalla del transporte en Madrid. "Me congratula el entusiasmo del alcalde de Madrid con los resultados y beneficios que produce Madrid Central, es bueno evolucionar y reconocer las políticas que funcionan", celebraba el gran candidato a la presidencia de Renfe el pasado viernes.

Tras su etapa de concejal por Más Madrid y consejero de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, Fernández asume el mando de una de las compañías que mayor discordia genera entre las administraciones madrileñas y el Gobierno que lidera Pedro Sánchez.

El Ayuntamiento y la Comunidad culpan directamente a Óscar Puente del caos que vive el servicio de Cercanías madrileño que, según sus cifras, ha duplicado las indicencias en 2024. Por su parte, el Ministerio asegura que esta estrategia es "tóxica" y que "dinamita" los puentes institucionales necesarios para un buen servicio de transportes en la capital.

Uno de los principales frentes es el Consorcio Regional de Transportes de Madrid. Renfe Cercanías tiene voz, pero sin voto, en un consejo de administración que está integrado por los principales líderes tanto del equipo del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, como de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Una crisis reiterada con Talgo

Otro de los temas calientes de Renfe es Talgo. La empresa pública vinculada al Ministerio sufrió el primer día del año una nueva incidencia en el servicio de Alta Velocidad. Los trenes Avril, que Transportes compró a Talgo, sufrieron un fallo informático que los mantuvo paralizados en el día de Año Nuevo, provocando retrasos en cuatro líneas de AVE.

Foto: Logo de Deloitte en sus oficinas de Varsovia en Polonia. (Reuters/Kacper Pempel)

La incidencia fue un episodio más de "la relación tan compleja y difícil que tenemos con Talgo", explicaba Blanco. Una mala relación que está marcada por los 116 millones de euros que Renfe pide a Talgo por incumplimiento de contrato.

El fabricante de trenes está inmerso en un cambio de propiedad donde el Gobierno tiene un papel protagonista. Moncloa bloqueó la oferta del consorcio húngaro Ganz-Mavag por el fabricante de trenes y Puente desveló públicamente la intención de encontrar una “solución española” a esta crisis. Un proceso de negociación donde, según informan fuentes conocedoras, la beligerancia de Renfe no ha ayudado, pese a que el operador ferroviario no tenía otra opción que recurrir el incumplimiento de contrato.

Dos tareas políticas que tendrá que asumir el presidente de confianza de Puente mientras Renfe busca, entre tanto ruido, cerrar un ejercicio sin pérdidas.

Óscar Puente llevará la semana que viene al Consejo de Ministros el sustituto de Raül Blanco en la presidencia de Renfe. El ministro colocará a un presidente de su máxima confianza al frente del ente público. Según señalan fuentes conocedoras a El Confidencial, Puente y Blanco habrían mantenido varios desencuentros que han forzado la salida del presidente de Renfe al sector privado.

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