Que gane el mejor (o no): buscar trabajo se parece a 'El juego del calamar' más de lo que crees
Si bien ser eliminado en un proceso de selección a un puesto de trabajo no tiene un castigo mortal como el que ilustran en la serie de Netflix, los jugadores van 'fase por fase' con el objetivo de ser el mejor candidato
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'Juegue a un juego conmigo'. Seguro que te suena esta frase. A estas alturas, habrás visto ya la serie El juego del calamar en la plataforma Netflix o, al menos, has tenido que oír hablar de ella. A un grupo de desconocidos hasta arriba de deudas y sin nada que perder, se les recluta para a juegos infantiles. ¿Su final? Acabar muertos o multimillonarios. De lo que, a lo mejor, no te diste cuenta es que la ficción surcoreana se parece más a un proceso de selección de lo que piensas.
La trama de la serie más vista de la historia de Netflix —recién estrenada su segunda temporada— no deja indiferente a nadie. Esta ficción resulta tan perturbadora como adictiva, de la cual se pueden sacar reflexiones morales, sociales y, cómo no, laborales. 456 personas endeudadas están dispuestas a perder la vida jugando a juegos de niños para convertirse en multimillonarios; si no superan las fases serán eliminados, o lo que es lo mismo, asesinados.
Evidentemente, si un aspirante no logra el puesto de trabajo en un proceso de selección, no es ejecutado ni tiene un destino fatal. Sin embargo, se puede observar cómo las mecánicas de selección de candidatos, la forma de funcionar del juego y cómo reaccionan los candidatos a medida que superan fases tienen similitudes.
Salvando las distancias, la serie refleja la importancia del trabajo en equipo, la comunicación, el liderazgo, de establecer una estrategia, gestión del estrés e iniciativa presentes para entrar en un proceso de reclutamiento laboral; y para mantenerse en él hasta el final. De hecho, un proceso de selección y El juego del calamar comparten un mismo objetivo: encontrar al mejor candidato.
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El trabajo de los departamentos de Recursos Humanos (RRHH) va por un camino parecido. "Un reclutador elige a los jugadores. El reparto no es muy diferente al que podemos encontrar dentro de la mayoría de las compañías. Su destino nunca es tan dramático, pero el reto de gestionarlos desde recursos humanos tiene muchas similitudes con nuestra realidad cotidiana", contaba Santiago Heredero, de la consultora de RRHH The Key Talent.
El primer movimiento es similar, tanto para el reclutador como para los aspirantes: identificación de necesidades. La empresa necesita candidatos y ellos un lugar que les ofrezca lo que buscan. A partir de aquí, la primera fase siempre es sencilla, pero con muchos contrincantes. Como lo comenta la profesional en gestión de equipos, Arancha Gayoso en su post El juego del calamar y algunos procesos de selección, solo es rellenar formulario, al igual que han hecho más de 2.000 candidatos. "No esperas que acusen recibo de tu solicitud, y, de cualquier forma, tú sigues interesado y jugando", cita.
Te apuntas al proceso y empiezan las pruebas, pero, ¿cómo pasarlas sin quedar eliminado? Durante el proceso, el reclutador somete al aspirante a pruebas en las que tienen que mostrar sus capacidades. Si no las tienen, o no las demuestran, es difícil que pasen de fase, es decir, eliminados.
"Trabajar bajo presión es una habilidad que, aunque parezca habitual, no todos cumplen"
Una de ellas es aguantar el trabajo bajo presión. "Controlar el estrés en situaciones adversas es una cualidad cada vez más demandada y si uno se siente seguro y cómodo trabajando así, puede destacar entre otros perfiles", expresa Marc Fortea, senior consultant en la firma de talento Robert Walters. "Trabajar bajo presión es una habilidad que, aunque parezca habitual, no todas las personas cumplen".
Muy pocos, de hecho. El 93% de los candidatos se ponen nerviosos antes de una entrevista de trabajo, según una encuesta realizada por la empresa de investigación JDP recogida por la asociación ARPP. En la ficción de Netflix, muchos de los jugadores son eliminados porque les pueden los nervios y fallan. Esto puede ser determinante.
También cuenta el trabajo en equipo. Si el reclutador detecta que tienes pocas capacidades de realizar las funciones laborales en sintonía con el resto, serás probablemente descartado. "La serie pone de manifiesto, desde la primera prueba hasta casi la última, la importancia del equipo. Sin las personas que tenemos a nuestro lado, no podremos llegar lejos. Es fundamental evaluar a las personas que configuran el equipo. Debemos elegir bien a las personas que nos rodean en la organización, y hay que saber atajar las conductas tóxicas y separar de los equipos a los miembros que impiden que funcionen a la perfección", resalta Jesús González, talent media manager en su post El Juego Del Calamar: 5 aprendizajes para la gestión de personas.
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Asimismo, la flexibilidad y la adaptación rápida son claves para pasar las pruebas en un proceso de selección, según la empresa de servicios de ETT (Empleo de Trabajo Temporal) Personal 7. Por ejemplo, en el juego infantil de la serie surcoreana Tira y afloja, los protagonistas consiguen pasar al próximo reto gracias a su agilidad rápida al marcar una estrategia. De lo contrario, habría ganado el otro equipo al ser más fuerte y ágil.
Mencionar, además, el control del riesgo. "Las empresas no deberían ser siempre las primeras en explorar territorios ignotos de alto riesgo y sin necesidades de mercado probadas. Incluso llegando desde atrás, se pueden encontrar con menos retos y menos competidores también (juego de las plataformas de cristal). Cuando la continuidad de una compañía está en juego, debería primar siempre el principio de precaución", comenta Heredero. Muchas veces ir a lo seguro es la mejor opción para pasar.
Cabe destacar la relevancia de la capacidad de liderazgo y tener iniciativa ante las situaciones adversas. "La iniciativa es una ventaja competitiva a todos los niveles. Significa reconocer nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan", asegura la consultora Ayanet RRHH. Y a la capacidad de liderazgo se une la de comunicación, como explica González en el portal de empleo LinkedIn. "Casi todo en este mundo es comunicación. Hasta en situaciones de vida o muerte gana el que tiene un relato más sólido o una visión mejor definida".
"La iniciativa es una ventaja competitiva a todos los niveles. Significa reconocer la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan"
Se pueden añadir muchas otras. Por ejemplo, la gestión del tiempo (los jugadores, así como un candidato a un trabajo, disponen de un tiempo limitado), la capacidad de estrategia, la diversidad o la versatilidad hacia cualquier reto al que te enfrentes. "Las empresas valoran de forma muy positiva aquellos perfiles polivalentes que pueden encajar en diferentes departamentos", cita Fortea. Sin embargo, y pese a que el candidato puede tener muchas de estas habilidades, siempre debe tener presentes dos asuntos: no siempre gana el mejor y no es único en su especie.
El aspirante no debe olvidar que no está solo. "Tus competidores son impredecibles, duros y, en muchos casos, tienen planteamientos igual de válidos que los tuyos. Es importante tener claro que los valores y la cultura son mucho más importantes que la situación financiera a la hora de decidir cómo afrontamos nuestra situación competitiva", expresa Heredero. De hecho, a medida que pasan pruebas, hay jugadores que se vuelven mejores candidatos, ya que la experiencia de haber hecho antes otras pruebas te hace de por sí mejor, al aumentar tu motivación.
"Pasar las distintas fases del proceso de selección e incluso llegar al final, aunque luego no sea el perfil elegido, es motivo de orgullo. Según se avanza en el proceso (en este caso podría tratarse de haber hecho una entrevista y una prueba de acceso), el candidato siente que está más cerca del objetivo final (conseguir el nuevo empleo) y que su perfil destaca frente al resto de los candidatos. Es por ello que aumenta la motivación y el espíritu de superación", señala Fortea.
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Por tanto, hay competencia y, ojo, no siempre gana el mejor; ni de lejos. Ya se ve en la serie. Seong Gi-hun se corona como el vencedor, convirtiéndose así en multimillonario por ser el que mejor ha jugado, sin ser necesariamente el mejor aspirante. Había competidores más rápidos, más fuertes, más ágiles y más listos, pero termina ganando él.
"En el transcurso de un proceso se pueden dar distintos factores que lleven a que una empresa escoja uno u otro candidato. Ante dos candidatos finalistas, uno más cualificado y con algo más de experiencia que el otro, pero menos proactivo y entusiasta, es probable que la empresa elija aquel que muestra más interés por el nuevo proyecto. ¿Por qué pasa esto? En más de una ocasión, la empresa puede apostar por el perfil menos motivado, para evitar así posibles contraofertas y ver que el tiempo invertido en el proceso no ha dado sus frutos", finaliza Fortea. No siempre gana el mejor, pero siempre gana uno.
Se pueden analizar otras muchas cosas de la serie: cómo se puede avanzar si tienes contactos (como el médico que colabora con los 'malos' a cambio de pistas); por qué abandonas un proceso de selección, incluso aunque hayas pasado fases; o cómo la ambición por ser el mejor entre el resto puede hacer que al final lo seas. En cualquier caso, tu destino no va a ser letal si eres eliminado de un proceso de selección, pero hay que pensar que el trabajo será tuyo, aunque nada esté de tu parte.
'Juegue a un juego conmigo'. Seguro que te suena esta frase. A estas alturas, habrás visto ya la serie El juego del calamar en la plataforma Netflix o, al menos, has tenido que oír hablar de ella. A un grupo de desconocidos hasta arriba de deudas y sin nada que perder, se les recluta para a juegos infantiles. ¿Su final? Acabar muertos o multimillonarios. De lo que, a lo mejor, no te diste cuenta es que la ficción surcoreana se parece más a un proceso de selección de lo que piensas.