Relevo en las cúpulas de Seguridad de Iberdrola (con caza de brujas) y de Telefónica

Los departamentos de Seguridad de Iberdrola y Telefónica despiden 2025 con cambios en su organigrama por motivos bien distintos. Por una parte, la eléctrica ha decidido prescindir de José Luis Ródenas, responsable de proyectos e integración de sistemas en España y Portugal, que era mano derecha de Francisco Blázquez, prejubilado el pasado mes de septiembre. Por otra, la operadora ha aceptado la salida de Miguel Sancho, director global adjunto, el número dos del departamento del grupo de telecomunicaciones.

Así lo aseguran fuentes del sector, que agregan que la destitución de Ródenas se produjo poco después de que Blázquez, el jefe de Seguridad de Iberdrola España, se acogiera a la oferta de Iberdrola de dejar la multinacional vasca al cumplir los 58 años de edad. Ródenas era uno de los protegidos de Blázquez, encargado de la seguridad del presidente, Ignacio Sánchez Galán, de la organización de las juntas generales de accionistas y de la infraestructura de la eléctrica en nuestro país.

Sin embargo, su escasa afinidad con José Miguel Gordillo, el máximo responsable global de Seguridad de Iberdrola, y su vinculación con Antonio Asenjo, su antecesor y imputado todavía por los pagos millonarios a José Manuel Villarejo, lo llevaron a dejar la compañía tras más de veinte años en la misma. Gordillo decidió poco después prescindir de Ródenas al considerar que había provocado una división entre el antiguo equipo de Asenjo y las personas que se habían incorporado con el coronel de la Guardia Civil.

De hecho, Gordillo inició un análisis interno para detectar posibles fugas de información relativas a la actividad profesional y personal del presidente, Sánchez Galán, después de que El Confidencial publicase los numerosos vuelos en el avión privado corporativo que hacía entre Madrid y Salamanca. Desplazamientos de poco más de 20 minutos de duración que coincidían en la mayoría de las ocasiones con fines de semana en la ciudad castellano-leonesa, donde el primer ejecutivo de la eléctrica, que tiene como lema crear un mundo más sostenible gracias a las energías limpias, tiene una de sus fincas de caza.

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Las informaciones relativas a las repetidas jornadas cinegéticas que Iberdrola celebraba en cotos de caza pagados a cargo de la compañía, incluidos regalos a los asistentes de miles de euros, también generaron preocupación en Gordillo. Fue, según algunas fuentes de Iberdrola, una especie de caza de brujas que coincidió en el tiempo con la salida de Blázquez y la posterior de Ródenas. Este último fue quien llamó a uno de los testigos del caso Villarejo para ofrecerle "lo que necesites" antes de que fuese a declarar a la Audiencia Nacional por un caso en el que Iberdrola ha sido declarada responsable civil subsidiaria.

Más tranquilo ha sido el relevo en la cúpula de Telefónica, donde, según fuentes del sector, se ha producido la marcha de Miguel Sancho, director global adjunto de Seguridad, una de las áreas que más preocupa a la operadora por los numerosos ciberataques que sufren sus redes y sus equipos de telecomunicaciones. Sancho era hasta la fecha la persona de confianza de Miguel Ángel Sánchez, el ex número dos del Centro Nacional de Inteligencia, fichado en 2016 para hacerse cargo de la protección del grupo.

Su lugar lo ocupará Amador Madejón, director de Seguridad Física, Seguridad Digital y Prevención del Fraude de Telefónica España, según fuentes próximas a la compañía. Madejón, un excomisario de la Policía Nacional de Coslada y San Fernando de Henares (ambas en Madrid), es máster en Dirección Estratégica de Seguridad Pública y director de Seguridad Privada.