La Generalitat vigila el impacto del relevo generacional en el futuro de Mango
Tras la muerte por sorpresa de Isak Andic este fin de semana, el Govern de Salvador Illa está siguiendo de manera atenta la evolución de la compañía y los cambios que llegarán
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La Generalitat sigue con atención el impacto que tendrá el forzado relevo generacional en Mango tras la sorpresiva muerte de su presidente y fundador, Isak Andic, y cómo afectará al futuro de la empresa, según han señalado fuentes del gobierno catalán. Andic no era sólo la segunda fortuna de Cataluña; también presidía una empresa con 15.500 trabajadores, que es una referencia mundial en el sector de la moda y que había hecho apuestas estratégicas por la marca Barcelona.
En este sentido, tanto el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, como otros cargos de la administración catalana han estado en contacto con el consejero delegado de Mango, Toni Ruiz, que se perfila como el nuevo hombre fuerte de la compañía en esta nueva etapa que inicia la empresa. Illa también acudió al tanatorio de Les Corts el domingo por la tarde para dar sus condolencias a la familia. Illa, al salir del tanatorio, valoró que “Andic fue un empresario modélico muy vinculado a Cataluña y a Barcelona, y además se trata de un empresario que ha generado mucha prosperidad. Estamos muy consternados”. Estos días, diversos miembros de la Generalitat han hablado con Toni Ruiz, tanto para mostrarle sus condolencias a la familia por la tragedia vivida como para preocuparse por el futuro de la compañía.
Mango tiene su sede en Palau de Plegamans, Barcelona, un enorme centro logístico en Lliçà de Munt y un importante número de tiendas en Cataluña, que rondan el centenar. Es decir, Mango no es sólo un foco de poder económico, sino también de empleo.
En esta actitud de seguimiento de los cambios en Mango, hay un giro en la política industrial de la Generalitat. Tras el tripartito, el independentismo en todas sus caras –Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra o el propio Pere Aragonès– se había mostrado más liberal, mientras que para la nueva administración Illa, el enfoque de la política industrial es más de "marcaje al hombre", tal y como ha hecho siempre el gobierno vasco.
Precedente Grifols
Cuando Grifols entró en crisis por los ataques de Gotham en enero de este año, Pere Aragonès ya llamó a la empresa para ofrecerles el apoyo de la Generalitat. Sin embargo, dicho seguimiento desapareció cuando se hizo pública la OPA de exclusión que la familia había pactado con el fondo canadiense Brookfield, todavía con ERC en la presidencia de la Generalitat. El precio se intuía a precio de derribo, pero la Generalitat dejó de manifestar preocupación alguna.
Illa quiere una política industrial más preventiva y no sólo en situaciones de crisis
Pero como principio rector, la Generalitat sólo interviene en la industria en casos terminales, como por ejemplo el cierre de Nissan en Zona Franca, que ahora, después de años, empieza a ver la luz.
Cambio generacional
El fallecido Isak Andic siempre mantuvo la sede de Mango en Cataluña, incluso en el punto álgido del procés, durante la crisis política de 2017. Aunque hasta Carles Puigdemont ahora lo elogia, en su biografía el expresident lo señala como uno de los críticos del procés. Sin embargo, lo poco que hizo Andic fue seguir haciendo de empresario y no mover la sede social.
Ahora, tras su muerte, se prevé que el capital quede en manos de sus tres hijos, Jonathan, Judith y Sara, que percibirán los dividendos a través de la firma patrimonial Punta Na. La propiedad quedará separada de la gestión, que seguirá en manos de Toni Ruiz, quien ahora será el hombre fuerte de la compañía. Si antes Mango estaba pilotado por el dúo Andic-Toni Ruiz, ahora el consejero delegado pasará a dirigir solo la orquesta.
La Generalitat sigue con atención el impacto que tendrá el forzado relevo generacional en Mango tras la sorpresiva muerte de su presidente y fundador, Isak Andic, y cómo afectará al futuro de la empresa, según han señalado fuentes del gobierno catalán. Andic no era sólo la segunda fortuna de Cataluña; también presidía una empresa con 15.500 trabajadores, que es una referencia mundial en el sector de la moda y que había hecho apuestas estratégicas por la marca Barcelona.