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¿Te llegan WhatsApp de tu jefe fuera del horario laboral? Dónde está el equilibrio (y el límite)
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¿Te llegan WhatsApp de tu jefe fuera del horario laboral? Dónde está el equilibrio (y el límite)

La Inspección de Trabajo impone sanciones de hasta 7.500 euros a la empresa por contactar con el empleado fuera de jornada, y podría subir a 983.000 euros si se entiende que se incumple la normativa de prevención de riesgos laborales

Foto: Desconexión digital en el empleo. (Pixabay)
Desconexión digital en el empleo. (Pixabay)
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Los españoles usamos el móvil 5 horas y 45 minutos al día, según el estudio Digital: Global Overview Reporter. Posiblemente, estés leyendo este artículo desde el móvil en tu tiempo libre, pero, aun estando en tus horas de descanso, puede que recibas algo así: "Hola. Supongo que te has desconectado ya, pero necesito una cosa y es para mañana". Un WhatsApp de tu jefe, cuando ya no toca.

En España, está muy normalizado recibir mensajes de trabajo fuera del horario laboral. De acuerdo con una encuesta realizada a más de 1.000 empleados españoles realizada por la empresa de software de RRHH Personio, el 80% de empleados son contactados por el trabajo fuera del horario laboral. De ellos, un 23% de los trabajadores recibe mensajes incluso cuando están de vacaciones o en fines de semana.

Entre los afectados, el 54% de los mensajes son por WhatsApp, el 26% por llamadas, el 13% vía email a su cuenta personal y el 4% de los directivos se pone en contacto por mensajes de texto. Sin embargo, el problema no es solo recibirlo. Casi seguro que lo has respondido, aunque ni tengas la obligación de hacerlo.

El 94,6% de los trabajadores atiende mensajes de trabajo fuera de su horario laboral, según el estudio Desconexión digital, un derecho laboral imprescindible para la salud, llevado a cabo por el Observatorio de Liderazgo en la Empresa de la UPF Barcelona School of Management. Aunque no debería ser así, por ley incluso, ellos escriben y sus empleados les responden. ¿Dónde está el límite?

Casi el 95% de los trabajadores atiende a mensajes de trabajo fuera de su horario laboral

Aunque se haya normalizado, la ley de desconexión digital protege al empleado en estos asuntos. El derecho a la desconexión digital se garantiza en el artículo 18 de la Constitución Española ("CE") cuando obliga a que la ley limite el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos. Además, el derecho a la desconexión digital forma parte del derecho a la integridad física, en tanto que puede ser el origen de riesgos psicosociales que se amparan bajo la protección constitucional del derecho a la integridad física (artículo 15 CE).

De este modo, recibir mensajes de trabajo fuera del horario laboral infringe la ley. "El artículo 20 bis del Estatuto de los Trabajadores ("ET") reconoce expresamente el derecho a la intimidad en el uso de los dispositivos digitales puestos a su disposición por el empleador y el derecho a la desconexión digital", dice Marta Gimena Morales, asociada senior del departamento de laboral del despacho Eversheds Sutherland. "Por tanto, en lo que a posibles infracciones y sanciones se refiere, el hecho de que tu jefe te escriba fuera del horario laboral, cuando se vulnera el derecho a la desconexión digital, las empresas pueden enfrentarse a una violación simultánea de diversas normas".

Al estar infringiendo la ley, como es obvio, lleva consigo su correspondiente multa. "La empresa ha incurrido en una infracción grave por incumplimiento de las condiciones de trabajo y las obligaciones en materia de jornada y descanso y, por tanto, la Inspección de Trabajo podría imponer una sanción de hasta 7.500 euros. Pero estos importes se podrían incrementar hasta 983.736 euros si el Inspector actuante entiende que la empresa además incumple la normativa de prevención de riesgos laborales", aclara Silvia Palacios, socia directora del área laboral de Selier Abogados.

La Inspección de Trabajo podría imponer una sanción de hasta 7.500 euros, pero se podría incrementar hasta 983.736 euros

También supone una indemnización al empleado afectado. "Cuando la empresa no pruebe que se han observado las obligaciones que le incumben y el trabajador hubiera acreditado la existencia de mensajes en su tiempo de descanso, no acreditando la empresa la razón justificativa de tal envío de correos al actor fuera del horario laboral, podría entenderse que el juzgador apreciara vulneración del derecho a la desconexión digital, lo que en este caso —y no de forma automática— conllevaría aparejada una indemnización por daños y perjuicios", explica Morales.

Esto ya está sucediendo, como en el caso que de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia el 4 de marzo de 2024, que expone Palacios. En este supuesto, un trabajador había comunicado formalmente a su superior el respeto a su desconexión digital. A pesar de ello, la empresa le envió correos electrónicos fuera de su horario laboral, si bien indicando que no era obligatoria ni su lectura ni su respuesta. El Tribunal determinó que la actuación empresarial infringía el derecho a la desconexión digital. Por ello, la empresa fue condenada al abono de una indemnización por daños y perjuicios por importe de 300 euros.

Pese a ello, Raquel de la Viña, abogada laborista, recuerda en referencia estas cifras que solo el 2% de las personas denuncia, en parte, porque el empleado no lo asimila como una infracción. Casi 1 de cada dos señala que se siente en la obligación de responder, mientras que el 36% afirma que su puesto de trabajo así lo requiere, en datos del portal de empleo InfoJobs. "La normalización de esta práctica en muchas empresas ha llevado a que los empleados perciban estas interacciones como una extensión de sus responsabilidades, incluso si contravienen la normativa vigente", Mar Cárdenas, directora del máster en Dirección de Personas y Gestión de RRHH en ESIC University.

Foto: Jefes psicópatas. (Pixabay)

Fernando Calvo, director de people & culture de la consultora Hays para el sur de Europa, coincide con ella: "Los empleados pueden sentir que es parte de su responsabilidad profesional estar accesibles fuera del horario laboral, lo que refleja una falta de límites claros entre la vida personal y profesional. Y esta normalización puede llevar a que los empleados no vean la necesidad de denunciar, ya que consideran que es una expectativa implícita de su rol. En muchas culturas laborales, especialmente en sectores altamente competitivos, se ha normalizado la disponibilidad constante".

Asimismo, ocurre que los trabajadores temen qué pueda pasar si denuncian. "El miedo a repercusiones laborales como daños a su reputación profesional, porque se interprete como falta de compromiso o estancamiento en su desarrollo, actúa como un freno para quienes consideran la denuncia como una vía de eliminación de esta mala práctica", comenta Cárdenas.

Por su parte, Calvo indica que "muchos profesionales creen que denunciar podría afectar negativamente su carrera. Un miedo que puede estar basado en experiencias pasadas o en la percepción de que la empresa no tomará medidas adecuadas para proteger al denunciante".

"El miedo a repercusiones laborales, porque se interprete como falta de compromiso, actúa como un freno"

El caso es que, sea por cultura laboral, miedo a qué pasará o necesidad en el trabajo, las empresas deben averiguar dónde está la armonía en este asunto. "Si bien es comprensible que existan contactos fuera del horario laboral en situaciones de verdadera urgencia, estas deben ser excepcionales y claramente justificadas, evitando un impacto negativo en la calidad de vida del empleado", expresa Cárdenas, aún incluso en sectores en los que es más complicado.

"El sector en el que se trabaje tiene una gran parte de influencia en este aspecto. En sectores como la salud o la ciberseguridad, puede haber más urgencias debido a la naturaleza crítica del trabajo. Sin embargo, incluso en estos casos, es esencial tener un sistema de rotación o guardias para evitar la sobrecarga de trabajo y asegurar que los empleados tengan tiempo suficiente para descansar y desconectar", alude Calvo. Así, las empresas deberían establecer mecanismos que garanticen descansos efectivos, limitando estas prácticas para que no se conviertan en una norma, en lo que la tecnología puede ser una gran aliada.

Foto: Un jefe de empresa. (Pexels)

"Cambiar la percepción de normalidad requiere fomentar una cultura empresarial donde el derecho a desconectar se respete, sin que ello afecte la valoración del compromiso o profesionalidad del empleado. Este cambio requiere liderazgo consciente, comunicación efectiva y políticas que prioricen el bienestar de las personas, en este caso dando ejemplo de arriba hacia abajo", concluye Cárdenas.

En conclusión, las organizaciones tienen la obligación de elaborar políticas internas, realizar acciones de formación y de sensibilización, tanto del personal como de los directivos sobre el uso razonable de las herramientas tecnológicas, y, sobre todo, deben organizar la jornada laboral, de forma que sea compatible con la garantía del descanso, con base en el registro horario. Si bien es comprensible que en situaciones de emergencia se necesite contactar a los empleados fuera de su horario laboral, no debe convertirse en la norma.

Pero queda trabajo por hacer. En datos de InfoJobs, seis de cada 10 compañías en España reconocen no llevar a cabo ninguna medida para fomentar la desconexión digital de sus empleados, a pesar de que la ley de desconexión digital, resalta Palacios, es para la prevención de riesgos laborales para evitar fatiga informática y enfermedades como el tecnofobia, tecnoadicción o tecnoansiedad. De momento, muchos jefes escriben a deshoras y muy pocos trabajadores hacen algo al respecto. Y así seguimos.

Los españoles usamos el móvil 5 horas y 45 minutos al día, según el estudio Digital: Global Overview Reporter. Posiblemente, estés leyendo este artículo desde el móvil en tu tiempo libre, pero, aun estando en tus horas de descanso, puede que recibas algo así: "Hola. Supongo que te has desconectado ya, pero necesito una cosa y es para mañana". Un WhatsApp de tu jefe, cuando ya no toca.

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